Aun con la ayuda de Magne o más bien el libro de Odín Fenrir no puede dominar la espada flameante, pero si puede minimizar el daño, haciendo que los guerreros de la eterna primavera, los de la infinita muerte defiendan las raíces.
Cada golpe que el gigante propiciaba al árbol los nueve mundos resonaba era como si sacudieran un árbol de manzanas esperando que el fruto cayera y fue gracias a esos golpes que muchas personas en Midgard “despertaran” aquellos descendientes de los siete mundos restantes, ya eran midgardianos pero en su adn corría sangre asgardeana, sangre vanir, alfaheim, jotun, desde la creación de Midgard ha sido tierra neutra y refugio para todas las especies, los recuerdos de antiguas vidas, legados que se fueron pasando de generación en generación y que ese mismo pasar del tiempo les borro la memoria, ya no recordaban su verdadero origen, cada memoria fue vuelta y para las nuevas generación (que son la mayoría) causaba confusión, no saben cómo, no saben porque pero ese resonar, esos temblores de tierra fue un llamando de guerra.
Santiago de Chile.
Uno de tantos generales de la marina pierde el conocimiento, es auxiliado lo más pronto posible, en la camilla de urgencias se inicia las maniobras de rescate, para asombro de todos, el general se desvanece quedando en la camilla los restos de su uniforme. Los ojos cafés del general se abren, aunque su rostro es el mismo, su cuerpo se encuentra embestido con ropas de guerra de otra era, parado en la cabina de un acorazado, uno que nunca había conocido, el tablero es diferente, la escritura que no conocía de la nada la entiende, ve a su alrededor, varias personas están igual que él, con otras ropas y desconcertado.
Un destello de colores y hace reaccionar a todos los presentes, el general no sabe que está haciendo ahí lo que si sabe es que algo los ataca, con la mirada busca al de más rango, en su lugar, mujeres, hombres e incluso adolescentes asustados. Un cañonazo y todos gritan.
_¡Calmados todos! - no es español lo que habla, se lleva las manos a la garganta asustado, el resto de las personas están igual de asustado o más, deja el miedo para después, es militar esta entrenado para emergencia y eso parece una, hace gala de sus conocimientos e inicia a dar órdenes, sale de la cabina, reconoce el lugar las costas de la isla de Pascua, gira lento sobre sus talones, las naves de combate vikingas en formación de batalla, se lleva las manos a la cabeza asombrado, más mil navíos, el cuero el metal cubre su cuerpo, un par de brazaletes de cuero y bronce, un intercomunicador aparece en su oreja derecha, en sus ojos unos lentes con la capacidad de ver como si fueran mira lejos e incluso como si fuera una pequeña computadora. En su oreja se escuchan voces femeninas y masculinas y todos hablando al mismo tiempo-
_ ¡Que alguien explique que pasa! ¡Más de mil barcos estamos varados sobre los hielos del Ártico! ...por todos los cielos ¿Qué hago aquí? Yo estaba en casa en Hiroshima.
Un golpe más a las raíces, la tierra se estremece, haciendo que marejadas en todo el mundo se hagan presentes, pareciera que el fin del mundo dio inicio. En todos los océanos del mundo se inicia el avistamiento de mostros marinos, los recién nombrados marineros reconocen y saben que son los Lyngbakr (son como ballenas) en el acto la marina migdardiana entra en acción.
Fenrir hace acopio de toda su fuerza y energía en tratar de detener a su tío, pero la magia es muy antigua, muy fuerte para él, la espada no le obedece Helblindi hace un movimiento brusco hace que Fenrir a la distancia salga volando por los aires cayendo en las aguas de Mimir y su magia desaparece en el acto dejando ver su verdadero rostro, hace por cubrirse, pero no lo logra, en el acto pide volver a casa, pero no puede volver, no se puede abrir el portal.
Ni todos los guerreros juntos pueden detener la avanzada Jötun y por desgracia logran dañar mucho el árbol, no logran cortarlo de raíz, pero casi lo logran, el gigante se retira satisfecho sabe que el fresno no tarda en caer, derrotados los jardineros sin descansar tratan de reparar el daño.
“Thor” busca a “Loki”, se desespera por no encontrarlo cree que ha muerto en batalla sin embargo el adolescente ya que casi diecisiete años, está escondido y en shock por no poder ocultar su verdadera apariencia, Tristán grita fuerte su nombre, a duras penas el joven reacciona y envía su ubicación, su hermano llega con él, cae de rodillas al verlo, era como debía ser, con cabellos color sangre y fuego, ojos verdes esmeralda, alto, delgado, de finas facciones era como ver a Loki renacido, el cabello de Fenrir no es lacio, tiene ondas como las de Thor, no es largo, llega hasta el cuello, el joven alza su mirada, Tristán se retira su camisa manchada de lodo y sangre cubre a su hermano, lo saca lo más rápido del lugar, asustado el mayor corre sin saber por dónde va, la maleza y el suelo fangoso lo hace caer con su hermano, ambos se reincorporan para su sorpresa quedan ante Mimir, el gigante abre sus ojos, estos brillan blanco, hace que las Nornas parezcan, ese acto también hace caer el disfraz del mayor, sus cabellos no son tan rojos como los de su hermano pero son rojos, sus ojos azules, su cuerpo aunque está trabajado no es tan imponente, sin duda si es más alto que su hermano. Ni la cabeza, ni las tres mujeres hablan, a los cuatro se les dibuja una sonrisa, los ojos de Mimir brillan, cegando a los hermanos, para cuando recobran la vista, están con el resto de los hermanos, Fenrir recuperó su apariencia habitual al igual que Tristán.
El pelinegro al recobra la conciencia y desaparece del lugar para aparecer en Oslo con la cabaña familiar, Yareli, Cris y Saori lo reciben, abraza a cada una de las tres.
Editado: 28.09.2024