Los Hilos Del Amor

LA VIDA SIGUE

-¡ven, amiga!, ya no llores más- consuela Sandra, abrazando a su amiga,

-me siento mal, con tu padre-

-tranquila, él casi no permanece en la casa-

-la otra noche, estaban discutiendo por mi-

-eso no importa, además, no tienes a dónde ir-

-eso es lo malo, mi madre no ha venido a buscarme-

-seguro tu padre, se lo prohibió-

-es lo más seguro, el no me lo perdonará nunca-

-si te sientes mal en mi casa, no se que decirte-

-no quiero que tus padres tengan problemas por mi culpa -

-y si hablamos con Mau, el y su madre pueden ayudarte-

-que vergüenza, con Mauricio-

-ya conoces, lo buena persona que es su madre-

-la gente, puede pensar que mi bebé es de Mauricio-

-ja, ja, ja, verdad, con lo chismosa que es la gente-

-crees, ¿qué la madre de Mauricio me hace un espacio en su casa?-

-hablemos con Mau y lo convencernos, seguro que él habla con su madre-

-¿cuando hablamos con el?-

-¡ahora mismo!- dijo Sandra y la tomó del brazo,

-ja, ja, ja, pero no me lastimes-

-ja, ja, ja, lo siento-

Sin pensarlo más, fueron a mi casa.

-¡hola, Mau! ¿que haces? tan solo- pregunta Sandra, saludándome con un beso en la mejilla,

-hola, Mauricio- me saluda Darly, haciendo lo mismo,

-y ahora, ¿qué quieren?-

-¡uy! qué recibimiento- reclama Sandra,

-ja, ja, ja, siempre que vienen a verme, es por algo-

-ja, ja, ja, pero es algo que lo puedes hacer en un momento- comenta Sandra, mientras Darly sonríe,

-ummm, bueno, ¿qué quieren?-

-bien sabes, que Darly está viviendo en mi casa-

-sí, lo sé muy bien, ya que la he visitado un par de veces-

-mis padres, está teniendo discusiones por mi amiga-

-Ummm, y yo ¿que tengo que hacer, hablar con ellos?-

-ja, ja, ja, no, nada de eso-

-entonces, no sé cómo ayudarlas-

-queremos, que hables con tu madre y la convenzas de dejarla quedar en su casa-

-ja, ja, ja, para que la gente diga que soy el padre-

-ja, ja, ja, es lo que pensamos nosotras, además Darly es muy hermosa y todos dirán: que hermosa la mujer de Mauricio-

-ja, ja,ja, que Darly es hermosa no lo puedo negar, pero que digan que es mi mujer y lo escuche don Manuel. ¡Será, para que me mate!-

Darly un poco avergonzada, comenta:-ja, ja, ja, no exageres-

-la verdad, amiga, quisiera ayudarte, pero mi madre siempre me ha dicho: no quiero verte con un hijo en la casa-

-¡ay, Mau! ayuda a tu amiga- exclama Sandra,

-en la parte de atrás hay un cuarto donde tenemos unas cajas, tocará meterte ahi-

-ja, ja, ja, ¡no seas tan malo!- reclama Sandra,

-Es verdad, hay otro cuarto y está ocupado-

-no importa, Mauricio-, yo me acomodo dónde sea-

-esta noche hablo con mi madre y mañana les cuento. Además, esa pieza está cerca de un baño-

-sería perfecta, para mi amiga-

-bueno, ¡ahora váyanse! que necesito terminar unas cosas-

-¡uy, tranquilo, que ya nos vamos!- reclama Sandra y Darly sonríe,

-¡adios, adios!-

-ja, ja, ja, solo cumple tu misión- me ordena Sandra, mientras me quedo pensando en Hernan “si supieras que vas a ser padre”

El junto a su amigo seguían a los migrantes a una distancia prudente.

-debemos seguirlos, ellos conocen la ruta- aconseja Carlos,

-¡qué calor que está haciendo!- exclama Hernan, tomando un sorbo de agua,

-¡dame un poco!- ruega Carlos, sacándose el buzo.

El líder de los migrantes, los mira y los espera, para preguntarles:-muchachos, ¿para dónde van?-

-no tenemos claro a dónde ir- contestó Carlos,

-nosotros vamos a las afueras de San Antonio, a cultivar fresas-

-¿nos podría dar trabajo? se nos está acabando el dinero- comenta Hernan,

-gente es lo que se necesita, solo que nos toca caminar hasta cierta parte; ahí nos recogerán en unas camionetas-

-¡no importa! muchas gracias, señor- agradece Carlos, dándole una palmada en el hombro a Hernán, quien le dice:-Beny, hablaba de San Antonio-

-sí, lo recuerdo, espero que ganemos nuestros primeros dólares-

-trabajamos unos meses y luego seguiremos el camino hacia otras ciudades- comenta Hernán, tomando un poco de agua.

Luego de caminar por horas, el señor dijo:-ya está oscureciendo, acamparemos en este lugar. Coman lo que puedan y descansen por que mañana será otro día de largo camino-

Mientras los migrantes descansaban, en la casa mi madre se disponía a descansar,

-madre, ¿podemos hablar?-

-y ahora, ¿qué querían? tus amigas-

-ja, ja, ja, ¿cómo sabes? que te voy a hablar de ellas-

-las mire hablando contigo, a Darly ya se le nota su pancita- comenta mi madre y se sienta en la cama,

-de ella, te quiero hablar-

-quiere, ¿qué la acompañe al médico? -

-no, es algo más serio-

-ahora, ¿qué paso?-

-como tenemos un cuarto, allá atrás, que está vacío-

-¡espera!, ¡quieres que ella se venga a vivir a esa pieza!-

-sí, los padres de Sandra; están discutiendo por ella-

-¡aja! y lo mejor que se puede hacer; es traerla a vivir a mi casa-

-esa pieza está vacía, además ahora que ya entre a estudiar, ella te hará compañía-

-ni tan vacía, ahí tenemos las cajas del negocio -

-las puedo acomodar por ahí, hasta puedo meter unas en mi pieza-

-La verdad, esa muchachita me da mucha pena. Pase por algo similar, pero no quiero tener problemas con el padre de Darly -

-tranquila, no te preocupes por él, lo importante es ayudar a Darly-

-todo es muy fácil para ti, de dónde sacará plata para alimentarse-

-madre, ¡donde comen dos, comen tres!-

-ja, ja, ja, ¡ay Mauricio!, aún te falta entender la vida-

-lo sé, Pero ayudemos a Darly-

-¡está bien! tal vez, nos ayude en el negocio; hasta que pueda-

-gracias, mañana iré por ella-

-¡no, Mauricio!, primero arregla esa pieza y luego ve por ella-

-esta bien, cuando llegue del colegio la arreglo-




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