Los Jinetes De Los Cielos: El Origen

Capítulo 21

Segunda parte: la propuesta del extranjero.

Al final del día, después una montaña rusa de emociones y de absurdas revelaciones, decidí que ya era hora de buscar un lugar para quedarnos los próximos tres años.

Por lo que decidimos buscar un lugar, lejos de la ubicación original en la que salimos para evitar cualquier problema futuro.

En completo silencio caminamos hasta que encontramos un claro, a ochenta y un kilómetros y medio del punto de anclaje, donde encontramos un claro que tenía un terreno lo suficientemente estable como para colocar una de las casas que tenía en el collar.

Después de cortar algunos árboles y la maleza que se encontraba en el medio y espantar algunos insectos, Dharai comenzó a preparar el terreno para reforzar las bases de la casa.

De entre las opciones que había, elegí una casa de dos pisos y tejas rojas, que tenía un lindo balcón, el cual, daba a una de las habitaciones de la casa. Sus ventanas de madera caoba y de forma arqueada, que daban una impresión vintage, fue lo que me convenció para elegirla entre las demás, pues ya tenía un concepto de diseño para nuestro hogar temporal y su arquitectura combinada a la perfección con el estilo de esta.

Debía decir, que fue espectacular ver, como de la nada, una hermosa casa aparecía en medio de un bosque primigenio. Era un sentimiento muy mágico, sobre todo porque parecía cumplir el sueño que tanto había anhelado en mi vida anterior: tener una casa propia en el campo.

Aunque las circunstancia en la que cumplí ese sueño, era de por sí extrañas.

Nuros no se inmutó ante la mágica escena que ocurría en frente de nuestros ojos, por el contrario, tenía un tremendo interés en explorar lo que había dentro del edificio, así que al fin pudo recibir el permiso de Dharai, salió corriendo a cumplir su anhelado deseo.

Su repentina acción me sacó un poco de mis ensoñaciones y al verlo tan emocionado, elegí seguirlo en silencio ya que también quería conocer un poco más del lugar donde esperaba vivir en los próximos tres años.

Mientras observaba las paredes color marfil y la iluminación de la casa con el fin de planear con cuidado la disposición de los muebles, Nuros, sin intención alguna de aminorar la velocidad de sus movimientos, ignoró todo lo demás y se dirigió hacia el segundo piso.

Podía adivinar un poco las intenciones detrás de sus apresuradas acciones por lo que le advertí:

—Nuros, la habitación con balcón me pertenece. Aparte de esa puedes elegir cualquiera de la casa.

—¡Profe! —Se quejó el muchacho, deteniendo su ascenso para mirarme con unos ojos llenos de agravios—. ¡¿Por qué tienes que tenerla?!! ¡Es la mejor habitación!

—¿De quién es esta casa? —indagué en respuestas a sus quejas.

Ante un hecho tan irrefutable, Nuros no tuvo más opción que resignarse y elegir la “segunda mejor habitación”, según sus palabras.

Por otro lado, Dharai, no nos acompañó a este tour improvisado y se quedó afuera para crear una barrera a nuestro alrededor con los artefactos entregados por mi abuelo.

Pensaba en esperar a que terminara de organizar y erigir todas las defensas, para sacar los muros prefabricados y ensamblarlos con el fin de delimitar el patio trasero de la casa ya que pensaba poner un taller de práctica para las clases con Nuros.

Si él pensaba que se iba a librar de sus clases, solo por estar afuera… estaba muy equivocado y se llevaría una gran decepción.

En cuanto a espacio que quedaba, pensaba organizar un jardín al aire libre, ya que las flores combinarían muy bien con mi concepto decorativo.

Después de que termináramos de explorar la casa, Nuros me preguntó con curiosidad si tenía muebles para decorar su habitación ya que esta se encontraba vacía.

Como no sabía nada del gusto del pelirrojo, nos trasladamos a la sala, que era el espacio más grande de la casa, para sacar todos los muebles que tenían en mi inventario con una estética más neutral, para que eligiera alguno de ellos.

Al ser tan pocos los muebles de ese estilo, pude sacarlos todos en ese espacio y mostrárselo.

Al tiempo que Nuros elegía con entusiasmo sus muebles y los guardaba en su collar de cuero, yo caminé hacia mi habitación con el objetivo de decorarla con tranquilidad.

Cuando ya estaba a mitad de completar mi proyecto decorativo, apareció Dharai para informarme que ya había establecido la barrera y activado los artefactos de seguridad.

Luego de entregarme los planos de seguridad para que yo lo revisara y diera su aprobación, se ofreció a ayudarme a terminar de renovar mi espacio pero rechacé su ayuda argumentando que me sentía más cómoda en llevar a cabo mi proyecto en solitario y la insté a organizar su cuarto primero, ofreciéndole algunos de los muebles que tenía almacenado en el collar.

Sin embargo, esta vez ella rechazó mi ofrecimiento, argumentando que ya tenía todo lo que necesitaba en su anillo y solo debía de organizarlo.

Al final del día, gracias al esfuerzo conjunto de los tres, pudimos organizar nuestros tres dormitorios, los muebles de la sala y la cocina.

Así que cuando el último rayo de sol se ocultó en el horizonte, decidimos parar por hoy para continuar al día siguiente ya que era hora de comer.




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