Los Lamentos de Luna.

02✓

Luna.

2.🌙

Se escucha la puerta ser aventada con muchísima fuerza y yo asustada tomé lo primero que encontré y decidí enfrentar a quien sea que haya entrado a mi casa de tal manera. Al bajar las escaleras en medio del camino me encuentro con la imagen de Kai dando vueltas desesperado por toda la sala de nuestro departamento, parecía exaltado, alterado si me atrevo a mencionar. Es la primera vez que lo veo en menos de tres meses, supe que decidió salvar su matrimonio y me hizo un lado… hasta ahora.

—¿Kai? ¿Qué haces aquí? —. Curiosa lo observé, él me devolvió la mirada y suspiré, había lágrimas correr por sus mejillas.

—He pedido el divorcio.

¿Se separa definitivamente de ella? ¿Qué lo motivó a alejarse?

—¿Qué? ¿Por qué? —. Yo esperaba no ser la razón, descubrí que con Kai yo no era una excepción, era una más del montón.

—He descubierto de la peor manera que no amo a Aurora y que ya no puedo continuar con ella, en cambio tú me das la paz que no puedo tener con ella.

Había una razón más profunda de la razón por la que ha decidido separarse, podrías notarlo con solo verlo a los ojos, pero no siento que sea mi problema. Más bien debería considerar la idea de visitar el médico, quizás un psicólogo que me haga entender o comprender que no puedo continuar en esta relación tan anormal.

La anormalidad de ser yo la amante, de ser aquella infeliz que destruyó la estabilidad emocional de una persona buena y pura de corazón.

¿Fueron las comodidades?

¿Los viajes exclusivos?

¿Las cenas costosas a la orilla del mar?

¿Las joyas exóticas?

¿Qué me hizo querer quedarme?

El amor.

Parece una patraña pero aquello que me motivó a quedarme a su lado era que simple y tontamente me había enamorado de él.

No sabría decir si eso me hace menos culpable; el admitir mis sentimientos, mi culpa y remordimiento, mi falta de amor propio como han de estarme catalogando ahora. Quizás no me amé lo suficiente y terminé al lado de un narcisista que no sabe lo que quiere y a quien quiere.

Él ahora está en el sofá de nuestra con la televisión encendida y con palomitas de maíz sobre su regazo, yo por el contrario me hallaba en la cocina preparando un aperitivo rápido para él ya que no ha cenado nada en las últimas horas. Estaba tan concentrada preparando unos sencillos sándwiches de jamón ahumado y queso cuando entra una llamada de mi progenitora a mi teléfono.

—Hola, má. —. Atendí sencillamente, ya casi que todos saben sobre la doble vida de Kai… incluidos mis padres.

Lo sabemos todo, Luna. En los foros de internet se llenan de exclusivas diciendo que eras la amante de Kai durante todo este tiempo. ¿En qué carajos estabas pensando? ¿En algún momento tu padre y yo te hemos dado esa clase de educación?

Necesitaba está charla con mi madre, que me haga ver qué nada de lo que estoy haciendo está bien y que sería una lunática si llegase a quedarme con Kai porque… la que se quedé con él pierde.

—Venero su educación y los valores que me brindaron de pequeña y créeme que yo misma me encuentro decepcionada de esta actitud. Yo no soy culpable por no saber de la existencia de ella, me considero en parte víctima.

—¿Es víctima aquella que tuvo las pruebas y señales frente a frente y decidió creer en la mentira cruel?

No,

No sé le considera víctima a aquella que tuvo mil pruebas por delante y decidió confiar ciegamente en aquel que profesaba amarla, aún cuando se trataba de una vil mentira, una que mantuvo hasta su primera noche donde hubo intimidad, dónde le endulzó sus oídos con promesas vacías que se fueron por la cañería al igual que el agua enjabonada de la tina.

No,

Por supuesto que no se le considera víctima a aquella que tuvo las pruebas en sus narices y decidió atar una venda sobre sus ojos cubriéndose de la verdad.

—Mamá.

Te exilio de la casa familiar hasta que busques una solución a tu problema, de lo contrario, no verás a tu hermana.

Rue es mi pequeña hermana y mi copia vuelta una pre adolescente, la adoro con mi vida y ella a mi, mi madre sabe que luego de mi difunta abuela mi otro punto débil es la casa familiar y mi hermana. La llamada se cuelga y miles de pensamientos navegan por la inconsciencia de mis pensamientos.

—¿Luna?

Ese sonido…

En varias ocasiones fue la fuente de mi felicidad y la razón por la cual creía en el amor, fue un arrullo a la hora de dormir y una melodía en las noches de pasión.

Ahora se había vuelto en la sonata de la muerte, aquella que profesa mi perdición, aquella que me traicionó sin compasión.

—Mis padres saben de tu doble vida, Kai…—. Inicié hablando lentamente, tan detenidamente que se escuchó como un susurro. Inhalé lentamente y exhalé a la vez tratando de controlar las impresionantes ganas que traía de lanzarme al suelo a llorar.

Él parecía ajeno a mi dolor, a lo que la decisión de mi madre me ha afectado. Él mantiene una expresión serena, calmada, actuando como si nada malo estuviera pasando, pero lo hace, está pasando de todo y él no lo ve.

—¿Y que pasa? —. Ese tono tan indiferente y lejano me siento mal, me hace revolver de mala gana el estómago.

—Me han exiliado de la casa familiar y de ver a mi hermana menor.

—¿Y por eso quieres llorar? Si tanto te afecta no ver a Rue podemos ir inmediatamente a Carolina Del Norte para hablar cara a cara con tus padres y explicarles la situación.

Y pude haber aceptado de no ser porque sonó más a reclamo que a una propuesta que haría un amado por ver a su enamorada más tranquila y relajada.

Ignore su comentario de mal gusto e indignada dejé su sándwich preparado sobre la isla de mármol para que pueda comerlo, mientras que yo me marchaba a nuestra habitación.

Él pretende que me muero aún más por él si actúa de ese modo tan hiriente sin saber que esas acciones son las que más me alejan.




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