Los Lamentos de Luna.

05.✓

Luna.

5.

Mi vida en Estados Unidos acabó el día que Kai había muerto, ya nada me ata a aquel país que me generó dolor y felicidad al mismo tiempo. Mi vida es en Budapest al lado de mi hijo, de mis padres y mejor amiga, no me hacía falta más nada con ellos de mi lado con su infinita empatía. Maverick habría estado yendo a verme estos días a la editorial pero se hallaba con la no grata sorpresa de que no estoy, sin embargo eso no le ha impedido llenar toda mi oficina de flores, es un bello jardín de Tulipanes naranjas.

Kai nunca tuvo este tipo de detalles románticos conmigo y que ahora alguien los tenga sin yo tener que mencionarlo me toma fuera de base, no estoy acostumbrada a este tipo de amor recíproco.

—Ha dejado una carta en el primer cajón, por si gustas revisar. —. Me informa mi asistente para luego dejarme a solas.

Desdoblé el papel entre mis manos y silenciosamente comencé a leer lo que él me ha escrito.

Querida, Connor.

Es para mí una tortura tenerte al otro lado del mundo viendo a un imbécil que no valoró ni un poco a la mujer que lo daba todo por él, me enferma la idea de que alguien pueda señalarte de mal modo o decirte algo y que yo no pueda defenderte. Se que puedes sola, se que eres fuerte e independiente y por sobretodo indomable, sin embargo me gustaría ser aquel hombro donde puedas descansar tras acabar una batalla, quiero ser el pañuelo que seque tus lágrimas en un día gris…

Acepto a Vincent como a un hijo, he entendido que si quiero una vida contigo igual debo tenerla con él y ser el padre que él merece. Dame la oportunidad de hacerlos feliz, de enamorarte, de adoptar a Vincent y que de una buena vez deje atrás ese apellido, permíteme ser aquel que les dé un hogar.

Si me aceptas esperaré por ti en un restaurante a las 21hrs, por favor no faltes.

Con todo el amor del mundo…,

Maverick Gideon.

Es este el tipo de amor con el que siempre soñé y me duele pensar que tuve que pasar por las garras de un narcisista para poder encontrar la verdadera felicidad junto a Maverick.

La felicidad no me entra en el pecho y antes de que pueda venir alguien a verme abandonó mi oficina para quedar con Cecilia y que pueda ayudarme a buscar un vestido precioso para esta noche. Afortunadamente ella saldría temprano de la universidad el día de hoy y habíamos quedado para vernos a mitad de mañana.

—Él si me gusta para ti. —. Dice, tras leer la carta. Ella habría sollozado en silencio y es que la forma tan íntima de Maverick escribir es atrapante.

—Me da miedo que vuelvan a dañarme, no puedo equivocarme por segunda vez y que mi hijo salga herido.

No estoy sola tengo un niño que aún me necesita y que necesita una familia y un hogar, no puedo darme el lujo de equivocarme otra vez.

Espero que Maverick sea diferente…

—Él si muestra interés, en cambio Kai solo quería follar.

Buen punto, sin embargo estaré alerta a cualquier irregularidad.

Entramos a la primera boutique en busca de un vestido precioso para esta noche porque si, iría a la cena que Maverick ha preparado para recibirme tras mi regreso de Estados Unidos.

A mitad de la búsqueda entré en crisis ya que tras mi parto mi cuerpo quedó extraño, mi abdomen no volvió a ser el mismo de antes sino que ahora está solo un poquito abultado y con muchas estrías al igual que mis muslos, no me siento bonita usando vestidos pero haría de mi esfuerzo para verme preciosa esta noche y que Maverick se sienta orgulloso de amarme.

Me veía al espejo críticamente, traía un vestido hasta dos dedos encima de la rodilla y es de un color oscuro bello, con corset de corazón que hace resaltar mi busto, mis muslos se veían un poquito apretados pero era algo tolerable. Me di vuelta pidiéndole su opinión a Cecilia.

—Es bello y en ti ni se diga pero busca algo más claro, tu no estás de luto, Luna.

Bien, debo recordar que el bastardo que acaba de morir solo fue el que me donó su esperma para poder tener a mi hijo.

Debo recordarlo bien.

Estaba contra reloj y antes de arrepentirme terminé comprando un vestido de color rosado palo que me llega a dos dedos por debajo de la rodilla y tiene un corset discreto muy lindo en forma de corazón. Igual compré unos zapatos de gamuza rosado claro y ya con todo listo me fui a mi casa donde me esperan mi madre con Vincent.

Le pedí el favor a una de las chicas del servicio que me hiciera el favor de dejar la bolsa sobre mi cama, yo mientras tanto sostuve a mi bebé entre mis brazos dándole amor.

—Lloró durante todos los días que te fuiste. —. Me informa mi madre, desde el sofá individual del frente.

—Lo imagino. —. Observé a Vincent y es tan parecido a mi, es demasiado sensible y susceptible a sufrir emocionalmente por cualquier cosa, pero más si extraña a alguien.— Saldré está noche y deben cuidarlo.

Mi madre se sorprende, normalmente después de estar de viaje paso exactamente un mes sin salir a eventos sociales por dedicarle ese tiempo a Vincent.

Es Cecilia quien le dice con quién saldré.

—Saldrá con Maverick Gideon, tía. —. Si, Cecilia llama a mi madre “tía”, tras mudarse con nosotros tomaron esa libertad.

—Luna… —. Evito a toda costa verla, se que sacará a la luz todo lo que viví con Kai.— ¿Debo recordarte?

—Él no es Kai. —. Farfullo, temerosa. A lo que Cecilia interviene.

—Maverick es incluso mejor partido de lo que era Kai. Maverick ama a Luna con todas sus matices y con su hijo, debería de darle felicidad que su hija haya conocido a un hombre que si valga la pena.

Mi madre no dice absolutamente nada sino que toma su teléfono y se va de inmediato a su habitación, dejándome con un mal sabor de boca.

—No le escuches, Luna. Tu sigue tu corazón. —. Cecilia deja un beso sobre mi cabello y se va a la cocina.




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