Los Lobos de Needville

Capítulo 6

Arden

— Vamos Gibran apurate que ya es tarde —realmente me desespera estar esperando

— Ya voy es esta es-tú-pi-da mochila que no cierra

— Para tu encargo no necesitas tantas cosas

— Lo dice el que lleva una mochila más grande que la mía

Sonreimos pícaramente mientras nos adentramos en el auto. Hemos postergado esta encomienda por semanas y ya el cliente está reclamando. Aunque todavía me duele un poco la pierna estoy listo nuevamente para el trabajo. En los últimos días no he dejado de pensar en esa estúpida niña y me odio por eso, pero la forma que reventó el cuerpo del cirquero de los cuchillos me dejó pensando en todo lo que podríamos hacer juntos, ni ella misma es capaz de imaginar todo lo que puede llegar hacer.

— Holaaa, planeta tierra llamando a Arden, el chico de la sonrisa más linda de Needville

— No jodas Gibran y vámonos

— Que eres tú el que está al volante joder, arranca ya!!! —exclama el moreno

Coloco las llaves y arranco el auto, nuestro objetivo esta vez es una mujer de unos 30 años de nuestro pueblo vecino, vive sola y un poco apartada de otras casas así que será un poco fácil nuestra tarea. Durante el viaje Gibran se la pasa jugando con las armas que trajo y de vez en cuando cada que paramos disfruto de darle algunas caladas al porro que hicimos.

— Te trae recuerdos esta casa Ardencito? —pregunta mi amigo mientras nos adentramos a la casa que casualmente se parece a la de la víctima de Hazel

— No hables estupideces —me limito a contestar

— Te está marcando Arden, yo vi la cara con la que saliste de la casa ese día, te conozco y las heridas que puede hacerte ella pueden ser tan profundas que no te podrás salvar

— Eso no pasará, no soy tan débil como Gibran ni ella me embaucará como lo hizo Shelley contigo —alego sarcástico

— Ok lo que tu digas —de una patada revienta la puerta —haré que te creo

Entramos a la casa, todo es oscuridad y silencio, somos cautelosos evitando que nos suceda lo que ocurrió en la iniciación de Hazel. En el piso superior aparece la mujer con las manos atadas a la espalda y amordazada, todo está oscuro pero se ve la sombra de alguien enmascarado detrás de ella. En fracciones de segundos y sin titubear el encapuchado saca un cuchillo y corta la garganta de la víctima de un extremo a otro quitándonos el privilegio de hacerlo nosotros.

Mi amigo se apresura en subir las escaleras y darle alcance pero en lo que llega a la parte de arriba ya el misterioso a logrado escapar.

— Cómo Gibran?, Cómo pudo pasar esto si éramos los únicos que sabíamos de esto?

— No lo sé, no sé quien pudo hacer esto, con que objetivo lo haría

— Alguien que nos conoce y sabe de nosotros

Los dos estamos completamente descolocados, de un momento a otro se escuchan sirenas de policías y antes de que puedan rodearnos salimos disparados de allí, no logro coordinar mis ideas y pienso una y otra vez cuando a mi mente viene la nueva chica.

— Fue ella Gibran, fue Hazel

— No se atrevería Arden

Ignoro las palabras de mi amigo que hace el intento de calmarme cuando acelero el auto para ir a casa de esa perra mentirosa. Dejo a Gibran en su casa y siento que voy volando con el kilometraje a mil llegando en un dos por tres a la casa de mi víctima esta noche. Escalo por el árbol que queda a la altura de su habitación y me cuelo por la ventana, está en la cama con un pijama de chorts corto y la vista me distrae un poco de mi objetivo.

Enfócate Arden

Me repito varias veces

Llego junto a ella, nota mi presencia y se sorprende un poco, la tomo por el cuello apretandola fuertemente, no controlo mis instintos asesinos esta noche.

— Tú nos denunciante, por qué lo hiciste mentirosa de mierda —mi visión se vuelve borrosa y no logro distinguir

— No he sido yo, lo juro —pronuncia entre lágrimas

— Quien más lo haría ehh, nadie sabe de nosotros, sólo puedes haber sido tú —aprieto su garganta un poco más

— No sé quien fue pero no he sido yo, recuerda que yo también soy parte y que asesiné a alguien —grita desesperada

La frase me hace reaccionar y la suelto dejando la marca de mis manos en su cuello, mi cuerpo se tambalea y no logro obtener equilibrio, ella trata de estabilizarme pero no la dejo. Vuelvo a sentir el mareo y esta vez me siento en la cama a esperar que mi estado mejore.

— Toma, bebe un poco —me ofrece un vaso con agua de su mesita de noche

La bebo pausadamente, sin apuros, y así mi cabeza va dejando de dar vueltas logrando recuperarme un poco.

— No debí venir —le entrego el vaso antes de pararme pero en el intento el mareo vuelve sobre mi cabeza y caigo al suelo desplomado

La chica a mi lado trata de pararme y acostarme en su cama, el efecto del porro, más la adrenalina, más la rabia de que me quitaron un trabajo fueron la mezcla de todo el mareo en mi cuerpo.

— Recuesta tu cabeza aquí —acomoda una almohada bajo mi cabeza

— Quiero matarte Hazel y no me estás ayudando

— Yo también quiero matarte y no lo estoy diciendo cada dos por tres, sólo estoy esperando el momento indicado —su frase me hace reír y vuelvo a pensar en la estúpida imagen de todo lo que podría enseñarle

— Sólo alejate de mi estúpida niña —su silencio es notable pero no tengo ganas de seguir hablando cuando me quedo dormido en la cama de la persona que provoca pensamientos extraños y retorcidos en mi

...

Hazel

Aguanta, tú puedes Hazel, aguanta

El chico dormido en mi cama es un signo de interrogación andante. Todos los misterios que se esconden detrás de esa cara impetuosa, de esos ojos sumergibles como el mar y de ese cuerpo indescifrable.  

— Quién eres Arden Parrish y por qué estás en una foto con mi padre? —me hago esa pregunta a todas horas desde que vi la foto en casa de los hermanos tormentos

Definitivamente tengo que averiguar que relación tiene mi padre con ellos, estoy atada a estos chicos de una manera u otra. 
Las horas pasan y Arden no despierta, que pudo haber pasado para que estuviera en ese estado, los ojos se le veían cansados, su cuerpo sudaba y no encontraba equilibro de tantos mareos que tenía. 
Quien lo ve descansar tan tranquilo, no creería que es miembro de un grupo de asesinos, mis ojos recaen en su cuello, entre el pelo blanco hay algo que no logro descifrar bien, en su nuca hay lo que parece ser el inicio de un tatuaje, intento tocar pero al parecer el calor de mi mano hace que se revuelva y poco a poco se despierte.



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En el texto hay: psicopata, lobo, sangre

Editado: 15.11.2023

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