Los maestros mágicos

Los rumores

Después de enterarse de que había sido elegida, estaba muy feliz y muy emocionada que corrió a casa a contarle al abuelo lo que había pasado. Por fin logré que me aceptarán después de mucho esfuerzo, una de las maestras le gustó mucho mi trabajo y me aceptó como una aprendiz, solo quiero aprender crear armas o algo más como espadas, arcos, báculos, escudos, petos, brazaletes o lo que se me ocurra hacer después usarlas para practicar cuando me vaya de viaje me protegeré con mis propias armas y lo demás. Abuelo por fin me aceptaron para ser una maestra mágica, había muchos que venían de distintos lugares para poder entrar a esta escuela, pero solamente algunos fueron aceptados. Cada dos semanas aceptaban nuevos discípulos porque algunos lo dejaban o no aguantaban practicar tanto, se aburrían y renunciaban. Ahora lo hacen diferente, una vez a la semana aceptan más alumnos, antes lo hacían una vez al mes._ Me alegro mucho por ti, valió la pena practicar tanto._ Claro que sí vale mucho la pena ese esfuerzo y gracias a su ayuda pude lograrlo. Si eras aceptado estudiabas gratis en la escuela y los que no lo habían logrado podían volver a hacerlo de nuevo, pero si no querías esperar tanto solamente tenías que pagar una vez al mes para estudiar ahí. No importaba la edad que tenías, eso era lo que decían ellos, pero nunca aceptaban a cualquier persona. Decían que era un milagro que un maestro aceptara alguien joven o viejo. Los alumnos y algunos maestros decían que una persona muy joven sería difícil para él o ella y si es muy viejo sería más complicado enseñarle a alguien de esa edad no era lo mismo que enseñarle a alguien joven. Solo había un maestro que aceptaban a cualquiera, no le importaba qué edad tenía de dónde venían y si tenían dinero o no les daban igual mientras ellos aprendieran correctamente cómo lo tenían que hacer. Antes había dos, pero uno de ellos se retiró. Él se alegraban mucho cuando sus estudiantes lograban hacer lo que les enseñaban a la perfección. Muchos de los estudiantes querían unirse a su clase para aprender con el por qué a sus estudiantes los trataba con respeto, no como los demás maestros, si alguno necesitaba ayuda, él siempre los ayudaba, no importaba lo que fuera. Aunque algunos maestros les tenía envidia especialmente al futuro maestro supremo, porque él era el mejor de todos y era muy popular entre los alumnos. El maestro supremo siempre hablaba que él hacía bien las cosas, los demás no le gustaba que su maestro hablaba solo de él y no de ellos. Había un rumor de que decían que los maestros estaban planeando deshacerse de uno de los maestros cuando se enteró el maestro supremo estaba muy enojado con sus estudiantes que ahora eran maestro y que hayan querido deshacerse de un compañero solamente por envidia. Su maestro tuvo que hablar bien claro con sus alumnos para que no se volviera a repetir porque ya lo habían intentado antes, pero habían fracasado. Su maestro les advirtió que si esto no paraba, ellos iban a dejar de ser maestros y se tendrían que ir de aquí hasta que aprendieras la lesión. La envidia hace mala, mata el alma y la envenena, eso les dijo el maestro. Que me hayan aceptado a mí fue un milagro porque había ido muchas veces, siempre me decía lo mismo, eres demasiado joven, entendiste todo lo que te dije abuelo, todo eso pasó, algunos eran cosas que escuché en esa escuela. La mayoría de las cosas que escuché eran lo que decían los alumnos, algunos maestros, los que limpian y los que protegen la escuela. Algunos rumores que decían los alumnos eran ridículos, vergonzosos y divertidos._ Escuela siempre ahí chicos que dirán tonterías algo así._ En serio pase eso como no fui a la escuela porque estudiaba en casa._ Solo algunos van a la escuela, los demás les enseñan sus padres o alguien de la familia._ Mi madre trajo a varios maestros y un profesor para que enseñaran._ Tus padres tenían dinero para contratar maestros y un profesor._ Tal vez un poco encima los que me enseñaban eran amigos de mis padres. Mi abuelo me dijo que la familia de papá siempre aprendían de todo. Las cosas que me enseñaron solo las aprendí porque era tradición de la familia de mi padre._ Lo aprendiste eso por tradición o te obligaron._ Claro que no, mi padre me preguntó varias veces, yo le dije que sí. Él quedó sorprendido con mi respuesta porque era pequeña. Yo le dije que era su hija y tenía que aprender lo mismo que él y de mamá, después se puso a llorar igual que el abuelo mientras los demás se reían.

Espero que les guste y me den su opinión



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En el texto hay: crear, mágicos, objetos

Editado: 20.11.2024

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