Los Mensajes de Dios - Simbología

La Completa Redención

En la vida del creyente hay momentos inolvidables, en donde este llega a adquirir conocimiento, experiencia y sensaciones tanto buenas como malas que más adelante forman parte de vida, ya sea en la que manera que piensa y actúa. Pero en la mayoría de casos, los momentos malos son los que se convierten en un factor determinante en la vida del creyente, por el simple hecho de que su adversario tratara de amedrentarlo mentalmente por el pasado que este lleva encima, usando armas como la “culpabilidad y la tentación”. Esto hace que la mente del creyente se vuelva en un campo de batalla en el cual se desata una pelea constante y muy reñida en donde, un bando utiliza el pasado para combatir y el otro el utiliza el presente para resistir. 
Es complicado describir el tremendo cansancio que debe estar pasando el bando que resiste día y noche a un ataque que parece no tener fin, en donde es más fácil rendirse que seguir firme, porque la lógica y la resistencia física así lo demandan, y esta solo es una de las muchas circunstancias que puede estar pasando un creyente a causa de su pasado y del prejuicio no solo por su adversario, sino por propia sangre; tal es el caso de aquellos jóvenes creyentes  que han salido del abismo que los arrastro la adicción y que por sus antecedentes, son rechazados por sus vecinos, compañeros e incluso por su propia familia, cuando estos no son capaces de aceptar el cambio que habido en la vida de estos jóvenes al pasar por una rehabilitación o por una conversión genuina al evangelio; y podemos seguir desglosando una gran cantidad de casos en los cuales el protagonista principal de la historia es el pasado que acompaña a cada uno de los creyentes que no logran consolidarse en la sociedad a causa de los famosos “Señalamientos”, que la mayoría ha utilizado para poder evitar a estas personas. Pero lo que la sociedad no ha comprendido, es que esto no es nadas más que una forma de discriminación más sutil y viable, provocado por la falta de misericordia en sus corazones. 
Esta clase de discriminación y desprecio no es algo nuevo para los creyentes actualmente, ya que en los inicios de la iglesia,  los señalamientos eran más constantes y fuertes en el pueblo en donde se ubican algunas de las primeras iglesias, en donde no necesariamente el señalamiento tenía que ser verdad para que la gente lo creyera y levantara contiendas en contra de los creyentes; en algunas ocasiones estas situaciones eran aprovechadas por el pueblo judío, con la intensión de condenar en falso testimonio a los gentiles e incluso a sus propios hermanos judíos que se habían convertido al evangelio de Cristo, tal fue el caso de la persecución que se levantó en contra de la iglesia en Esmirna (Apocalipsis 2:9-11) o del fuerte martirio que padeció la iglesia en Roma en los tiempos del emperador Nerón. Claramente se puede observar que, no importando la época o la situación política de una nación, la iglesia siempre ha sido señalada y perseguida por los falsos testimonio que se han esparcido en contra de uno o más creyentes a causa de su conversión, lo cual no era ajeno a la situación que vivía la iglesia en Pérgamo; obviamente estando en una ciudad repleta de perversidad y paganismo, era normal que las personas se levantaran para injuriar a los creyentes por la vida que llevaban en Cristo, ya que esta se basaba en la santidad por lo tanto se separaban del estilo de vida que llevaban los demás pobladores de la región, lo que impulsaba a muchos a dañar el estado no solo físico, sino mental, tomando en cuenta que la mayor lucha que tiene un creyente en su vida, se encuentra en sus pensamientos, lo que deja por sentado la gran oposición que existía en contra de la iglesia en Pérgamo basado en toda clase de ataques físicos y mentales; este último llega a tener un peso considerable en la vida de un creyente, porque a comparación del sufrimiento físico, este no requiere de un sujeto en particular para dañar el estado mental de la persona, porque esta misma puede dañarse al momento de darle cabida a toda clase de pensamientos inmundos, provocativos y dañinos, que no tienen otro objetivo, más que desestabilizar espiritualmente al creyente, haciendo que este empiece a divagar en los sentimientos lo cuales generan tales recuerdos, específicamente en su pasado. Muchos pensaran que estas situaciones eran poco probables en la iglesia a sus inicios, por el hecho de que algunos de sus miembros  fueron instruidos personalmente por obispos designados por los apóstoles, lo que haría que estos se encontraran muy bien cimentados espiritualmente en la doctrina de Cristo, por lo que es poco probable que hayan tenido problemas al afrontar diversos conflictos espirituales que les vendrían a causa de las hostigaciones y los señalamientos que los llevarían a divagar en sus pensamientos. Pero esta postura es totalmente errónea, ya que los inicios de la iglesia fueron difíciles no solo para los apóstoles, quienes serían los encargados de esparcir el evangelio en el oriente, sino para el pueblo en general, conformado por gentiles y judíos convertidos lo cuales fueron los más hostigados por los judíos no convertidos, tratando de judaizarlos y llevarlos de nuevo a la ley, alejándolos de la fe. Teniendo como arma principal el hecho de que ellos ya habían estado antes bajo la ley, o sea que había un pasado que podía influir en ellos ya estando en el evangelio de Cristo. Y este fue el motivo principal por el cual se escribe la carta a los hebreos, tratando de persuadir al pueblo convertido a no abandonar la fe en Cristo y volver a la ley, en donde podemos observar un claro ejemplo de cómo se puede utilizar el pasado del hombre para seducirlo y hacerlo volver a las mismas obras infructuosas que practicaba antes, dándonos a entender que el pueblo en sus inicios padeció demasiado la incitación de volver a la vida pasada. 
Actualmente la mayoría asocia estos casos a los adolescentes, jóvenes y adultos no convertidos, lo cual es acertado, pero no absoluto ya que, si analizamos las dos partes, (convertidos y no convertidos) podemos encontrar un enorme contraste, en que los primeros cuentan con un soporte espiritual que les ayuda a discernir y soportar toda clase de insinuación; pero los no convertidos no poseen este soporte para poder resistir la hostigación, la culpabilidad y el señalamiento que llegan a su vida por el pasado que estos llevan arrastrando.  
Teniendo estos dos puntos de vista, es fácil entender que uno puede más que el otro al momento de las adversidades, pero recordemos que al que tienes más, así mismo se le demandará, o sea que el creyente tendrá una batalla más difícil porque su soporte espiritual así lo requerirá, ya que el adversario conoce muy bien ese soporte, por lo tanto, mandara un ataque aún más fuerte de lo normal con tal de derribarlo. Lo que nos da la idea de que la lucha no es fácil, pero la victoria es segura en la vida de los creyentes, aunque las injurias, los señalamientos y las tentaciones a causa de su pasado sean más constantes, ya que los no creyentes se encuentran encadenados a causa de su fragilidad espiritual pero los creyentes en Cristo luchan por no ser atados al pasado que los persigue. 
Para muchos se ha convertido en una lucha que no tiene fin, para otros en flagelo continuo que los mantiene agotados y desanimados a cada instante a tal punto que en ellos se pierde el gozo que Dios les ha dado, pero estas situaciones pueden ser evitas al momento que el pueblo se aferra a las palabras dichas por Jesús;  
Ustedes viven siempre angustiados y preocupados. Vengan a mí, y yo los haré descansar. 
Mateo 11:28 (BLS) 



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En el texto hay: estudios biblicos e históricos

Editado: 23.12.2020

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