Retomando la Tarea

El llamado que el Señor le hace a la iglesia en Sardis demuestra el gran amor que Él ha derramado en la vida de cada uno de los que conforman su pueblo, porque a pesar de la infidelidad de la iglesia, Él ha permanecido fiel en todo lo que ha prometido en su palabra (2 Timoteo 2:13). el mensaje que el Señor le manda no solo a la iglesia en Sardis sino a todas las que en su nombre se han levantado, es el mismo; 
¡Despierta! Fortalece lo poco que te queda, porque hasta lo que queda está a punto de morir. Veo que tus acciones no cumplen con los requisitos de mi Dios. 
Apocalipsis 3:2 NTV 

Es imposible no seguir encontrando similitudes entre esta iglesia con la de Efeso, ya que el mensaje se repite de una forma distinta: ¡Mira hasta dónde has caído! Vuélvete a mí y haz las obras que hacías al principio (Apo 2:5 NTV). Dios siempre ha querido ver a un pueblo entregado a su obra de una manera correcta porque a través de esto, el creyente afirmara su fe y compromiso, de lo contrario solo perdería el tiempo en obrar de una manera errónea y religiosa, sin un propósito para la eternidad que Dios le ha prometido a su iglesia. El llamado no es complicado ni es un misterio, ya que se basa en el principio de una relación con Él a través del Espíritu Santo como nuestro ayudador. Todo nos lleva a un encontró en la Cruz donde todo inicio, el cual hubo un amor tan poderoso que derribo todas las barreras que había entre el hombre y Dios, al ser partícipe de la purificación con la Sangre de Jesús.  

El amor siempre fue el pilar en el cual se sostuvo una verdadera relación entre Dios y la iglesia, ya que cuando todo es realizado por amor, las cosas materiales pasan a un segundo plano. Cuando la iglesia empieza a obrar por medio del amor, la fe y la esperanza crecen dando como resultados: el amor entre hermanos espirituales, el gozo de la salvación, la paz que sobre pasa todo entendimiento, la paciencia para soportar las dificultades, la benignidad en todo lo que se hace, la bondad para actuar rectamente, la fe que protege al creyente de los ataques del enemigo, la mansedumbre en la obra del Señor y la templanza para no tropezar, todos son considerados como los frutos espirituales que no se rigen por las condiciones humanas o terrenales (Gálatas 5:22). Es por esta razón que el amor es indispensable para entrar de lleno a la obra del Señor en la congregación porque esto hará que el creyente pueda escuchar la voz de su Señor y no la de cualquier predicador que intente engañarle con falsas doctrinas, lo que se convierte en un punto clave para obrar correctamente y vivir de verdad en los caminos de Dios; 
Y les aseguro que se acerca el tiempo —de hecho, ya ha llegado —cuando los muertos oirán mi voz, la voz del Hijo de Dios, y los que escuchen, vivirán. 
Juan 5:25 NTV 

La palabra de Dios jamás ha perdido fuerza y poder en los propósitos por los cuales se ha sido enviada al corazón del creyente. Siempre habrá una voz que incomode la conciencia de los que se han alejado de la verdadera vida en Cristo, y es la voz apacible y amorosa del Espíritu Santo quien llama incesantemente al arrepentimiento, o sea que no viene a enjuiciar sino a salvar al extraviado; 
Por lo cual dice:  Despiértate, tú que duermes, y levántate de los muertos, y te alumbrará Cristo. 
Efesios 5:14 RV 1960 

Podemos ver un cumplimiento hermoso de la palabra de Dios, en la cual Él nos asegura que nada ni nadie nos podrá separar de su infinito amor (Romanos 8:39). El llamado no solo incluye un reencuentro con el sacrificio y amor que Jesús demostró en la Cruz del Calvario, sino un regreso a las primera y fundamentales obras que la iglesia dejo por un lado, porque al creyente siempre le es necesario retomar sus tareas y estar alerta en caso de una nueva asechanza del enemigo en su vida y en la de sus hermanos en la iglesia, que intentara derribar una vez más las verdaderas obras y llevarlo a una muerte espiritual sin que este se entere; 
Ahora bien, si el centinela ve acercarse al enemigo y no toca la alarma para advertir a la gente, él será responsable de la cautividad del pueblo. Todos morirán en sus pecados, pero haré responsable al centinela por la muerte de ellos”. 
Ezequiel 33:6 NTV