El juicio que Dios ha determinado en su palabra para el mundo entero desde tiempos antiguos, es una realidad, porque la manera en que Dios ejecuto pequeños juicios en la historia, nos demuestra que para cumplirlos es necesario establecer un orden que se convierten en señales o advertencias para los que son juzgados. Los seres humanos han sido testigos de innumerables acontecimientos que marcaron sus vidas y en muchas ocasiones la mayoría no vivió para testificar; habiendo muchas preguntas razonables que el hombre puede hacerle a Dios, estos siempre optan por hacerle las preguntas más tontas: ¿Cómo es posible que esto pasara?, ¿Acaso no eres tu quien tiene el control de todo? Es lamentable escuchar estas preguntas en forma de despecho de parte de las personas, porque a través de ellas demuestran su total ignorancia de la verdad.
Donde la mayoría ve desgracia y desolación, hay un pequeño grupo que ver el amor y la misericordia de Dios, ya que en los juicios que Dios ejecuto en el antiguo testamento, siempre existieron grupos o remanentes que escaparon, por el simple hecho de que fueron los únicos que atendieron el llamado de atención que Dios les había enviado por medio de los profetas;
¿A quién puedo advertir? ¿Quién escuchará cuando yo hable? Tienen sordos los oídos y no pueden oír. Ellos desprecian la palabra del SEÑOR. No quieren escuchar para nada.
Jeremías 6:10 NTV
Ningún juicio celestial se ejecutó sin previo aviso, y de todos ellos se sabe que la minoría lo entendió, y a pesar de que hay múltiples registros de estos juicios, la lección aún no ha sido aprendida por muchos hoy en día. El Señor desde un principio estableció un juicio que ejecutaría en distintas etapas que tienen como fin marcar una separación definitiva entre los que atendieron a su llamado y los que lo despreciaron al revelarse contra Él; algunos lo conocen como “Los juicios de Dios”, “La ira de Dios” o “La gran Tribulación”, los cuales son temas muy extensos de acuerdo a los profetas y el Apocalipsis. En la escatología, este juicio se dividirá en dos etapas según Daniel 9:27 y 1 Tesalonicenses 5:3, pero esta gran calamidad que asolará y diezmará al mundo entero no vendrá sin previo aviso tal como lo dijo el propio Jesús;
Y ustedes oirán de guerras y de amenazas de guerras, pero no se dejen llevar por el pánico. Es verdad, esas cosas deben suceder, pero el fin no vendrá inmediatamente después. Una nación entrará en guerra con otra, y un reino con otro reino. Habrá hambres y terremotos en muchas partes del mundo. Pero todo eso es sólo el comienzo de los dolores del parto, luego vendrán más.
Mateo 24:6-8 NTV
Como vemos, los comienzos o principios de dolores son las señales claves que toda persona creyente debe identificar, para estar atenta a lo que está por venir. Es por esta razón que es indispensable guardar las palabras que Jesus les dijo a sus discípulos para que estos estuvieran preparados y perseverantes en la fe, porque el Señor le dijo que la perseverancia que ellos tengan en Él será la que les ayude a discernir los tiempos malos y ser salvados de todo lo malo que acarreen estos tiempos;
Pero el que se mantenga firme hasta el fin será salvo.
Mateo 24:13 NTV
Los que el Señor les afirma a sus discípulos y al pueblo perseverante que en este caso es representado por la iglesia de Filadelfia, de que ellos tendrán una salida de emergencia para cuando estos tiempos tormentosos estén a punto de venir sobre la tierra y la ira de Dios se derrame por completo en el fin de los días. Dios jamás dejaría que su pueblo se quedara en medio de esas calamidades, al contrario, el Señor les promete a los creyentes que Él personalmente los rescatara en el momento preciso;
Dado que has obedecido mi mandato de perseverar, yo te protegeré del gran tiempo de prueba que vendrá sobre el mundo entero para probar a los que pertenecen a este mundo.
Apocalipsis 3:10 NTV
Con este pequeño pasaje de las escrituras, el Señor vuelve a desbaratar toda falsa enseñanza que se ha estado predicando en los pulpitos, acerca del papel que la iglesia jugara en los tiempos finales, ya que muchos afirman que la iglesia si entrara en el periodo de la gran tribulación y que se será en ese tiempo en que el Señor venga por los suyos. Estas enseñanzas son fruto de una pésima interpretación bíblica que no fue guiada por el Espíritu Santo, ya que en primer lugar el Señor si vendrá a finales de la gran tribulacion, pero no para salvar a su iglesia, sino a la nación de Israel quienes serán el blanco principal de muchas naciones en esos días (Apocalipsis 19:11-21). La iglesia será rescatada antes de que ese periodo terrible comience, y será en el arrebatamiento, donde los que esperaron al Señor fielmente siendo Él el oportuno socorro para los creyentes, y estos serán transformados por la gloria de Dios (1 Corintios 15:51-53) para abrirse paso a la puerta que Jesús ha abierto en los cielos y que nadie podrá cerrar hasta que la haya pasado el ultimo creyente; luego de eso si se cerraran las puertas como en los días de Noé en donde fue demasiado tarde para los que no afirmaron su fe en Dios, y se cumplirán las palabras de Jesús, que en ese día será el lloro y crujir de dientes porque no supieron a qué hora llego el Señor por su pueblo (Mateo 24:48-51);
Por lo tanto, cuando todas estas cosas comiencen a suceder, pónganse de pie y levanten la mirada, ¡porque la salvación está cerca!
Lucas 21:28 NTV