Grano en la frente

Quinto amor:

Lo primero que dije cuando te conocí fue: tienes un grano en la frente.

Lo sé, muy romántico de mi parte. Ahora que lo pienso, creo que nunca fui tan sincera con un desconocido.

Nunca te habia prestado atención, ibas en mi curso, te sentabas al frente de todos, pero aun así jamás prestaste atención.

Eras directo y hacías chistes todo el tiempo, me caías bien porque me hacías reír.

Se en que momento me empezaste a gustar.

Fue cuando me defendiste de una compañera que me habia robado un lápiz, le dijiste que debía de devolvérmelo, o le dirías a la directora.

En ese entonces, para mí se sintió como estar en el cielo.

Preguntaste si mi nombre era Álvaro, te dije que no.

Comenzaste a llamarme así.

Me gustaba eso de ti, eras un niño tan extrovertido, tan feliz.

Mi enamoramiento duro hasta que conocí a alguien más, pero fue bueno mientras existió.

Hace unos días te vi, adulto, con una niña en brazos. Te ves bien.

Ah, y sigues teniendo ese patético grano en la frente.