Felipe

En aquel lugar donde están por morir las historias, los lugares a quien nadie le suele importar, viven los sueños muertos, dando contradicciones a lo verdadero y afirmación a lo falso.

Donde todo es malditamente real e irreal.

—Abuelito cuénteme una historia— pronuncié con una pequeña sonrisa.

—Pequeña te contaré la historia de Morón— dijo mirando a la nada.

Amaba que el abuelo Felipe viniera a casa los fines de semana, ya que podía decirle e insistir en me cuente tantas de las historias que amaba oír y dejándome absorber por cada una de ellas.

Hace años atrás, existió un hombre, pero no cualquier hombre, era un bandolero, Morón.

Todos en aquel pueblo sabían que la palabra y deseos de Morón se cumplían y respetaban.

              Envíame la mitad de todo tu dinero, de lo           contrarió ya sabes que ocurrirá

M.

—Ese maldito, no le daré nada— pronunció enojado el dueño de la hacienda.

¿Quién sabría los que pasaría?

—¡Señor, señor!— gritaba desesperadamente la sirvienta de aquel lugar.

—¿Qué pasa? ¿Por qué tanto alboroto?

La sirvienta agarró la manga de la camisa del patrón, para luego guiarlo a la sala.

—¡No! ¡No puede ser!— exclamó el hacendado mientras se rompía a llorar.

Su dinero ya no se encontraba en el baúl, solo una pequeña nota.

            Te avisé que enviarás el dinero que te pedí.

       No hiciste caso y estás son las 

  consecuencias.

M

Se cuenta que cuando la policía perseguía a Morón, este se lanzaba a los grandes árboles con espina para luego desaparecer.

Muchos creían que habia hecho pacto con el diablo.

Son demasiadas las hipótesis sobre su muerte.

Se cuenta que Morón se enamoró, es por eso que cada ciertos días iba donde su amada.

— Perdón, perdóname— susurró la dama antes de romperse a llorar.

Morón no tuvo la oportunidad de preguntar pues de la casa empezaron a salir policias que no dudaron en dispararle en el pecho.

— Sácame el zapato del pie izquierdo— dijo a un sirviente que se encontraba escondido.

Esas fueron las últimas palabras de Morón.

Se solía rumorear que si le sacaban el zapato el desaparecería pero no moriría.

Asi fue como Morón murió, por la traición de su primer amor, es así cuando te das cuenta que el amor puede ser tu mejor aliado y tú peor enemigo.

Todos sabían que algunos ladrones usaban el apellido 'Morón', es por eso que cuando se enteró los busco y los encaró.  

Morón, robaba a los hacendados más no a su pueblo.

El abuelo volvió a su hogar, yo quedé con las historias vagando por mi mente.

Solo esperaba volver a oír su voz, pero aveces el destino llega a ser cruel.

¿Quién podría enterarse?

Nadie sabría que el abuelo es quien menos creías.

Las palabras quedaron impregnadas en aquella niña, el abuelo guardaba su secreto y ella guardaba el de el.

Porque entre tantas historias los árboles escondieron en sus ramas frases y el viento las silenció.

"Es nuestro secreto hasta la muerte"