—¿Qué estás haciendo?—preguntó Erick.
La chica saltó de un susto.
—¿Qué te pasa?—pregunto Norma.
—Estás espiando la casa de Silvia, ¿tú qué estás haciendo?
—Esa chica es muy extraña, ¿la conoces?
—Muy poco la verdad—dijo Erick—, pero aun así es malo espiar a las personas. ¿Quieres dar una vuelta?
—¿Quien eres?—dijo Norma.
—Me llamo Erick—respondió desconfiado—, ¿tú quién eres?
—Me llamo Norma, ¿a dónde vas?
—Voy a ver algunas obras de arte que estoy haciendo.
—¿En donde?—pregunto Norma.
—En todos lados, ¿has escuchado sobre el hip hop?
—No.
—Bueno, es un movimiento cultural comenzado en las calles de algunas ciudades. Es la combinación de cuatro elementos; el rap, el breakdance, el Dj y el graffiti. A mi me encanta el graffiti.
—¿Eres un bajo que pinta paredes?
—No, ¿sabes quién fue el primer grafitero?
—No, no quiero saber el nombre de un bago.
—Fue Diego Rivera, el pinto un mural en una pared y lo tacharon de bandalo porque no era el arte que quería. Una de las más grandes obras de arte, y fue destruida por gente como tú. En fin, espero que dejes de espiar a la gente y uses tu tiempo productivamente. Porque eso de la escuela no creo que te vaya muy bien. Y si no te vas en diez minutos, llamaré a la policía porque estás espiando e invadiendo propiedad privada.
Erick siguió su camino por la calle enfrente de la casa de Silvia, hizo un movimiento con la mano para que se diera cuenta de la presencia de Norma. Siguió hasta llegar a la construcción donde lo habían llevado, revisó cada esquina y todo a su alrededor. Entre las construcciones encontró un extraño símbolo, le tomó una fotografía y los envió a sus amigos. Siguió su camino hasta llegar a la casa de Neo, tocó a la puerta y saludó.
—¿Por qué estás aquí?—preguntó Neo.
—Tengo algo importante que decirte—dijo Erick.
—¿Qué cosa?—preguntó Neo.
—Hay algo extraño en donde estuvimos—dijo Erick.
—¿Enserio?, ¿apenas te diste cuenta? —dijo Neo.
—Hay algo aún más importante—dijo Erick—, te diré una cosa, yo conozco a casi todos los grafiteros de la ciudad, sé que algunos son buenos, tal vez algunos puedan ser mejores. Pero hay alguien nuevo que creo que tiene que ver con todo esto. ¿Recuerdas lo que pasó el día del torneo?
—No—dijo Neo.
—Yo tampoco, pero fui a donde dijo Silvia que nos encontró. Y encontré la imagen que les envié, revisé varias veces y es una pintura muy buena, imposible de confundir.
—¿Qué pintura? —preguntó Neo confundido.
—Pusieron una marca por donde nos encontraron—dijo Erick—, esa marca es territorial. Posiblemente encontremos donde estén.
—No te entiendo Erick.
—Es que tu no lo viste—dijo Erick—, esa marca no
—Sólo son garabatos en una pared—dijo Neo.
—No son garabatos—dijo Erick mientras apuntaba a su celular.
—Sé que el graffiti te gusta, pero no creo que tengamos tiempos para eso ahora. El cómic aún no ha aparecido.
—No podemos depender completamente del cómic Neo—dijo Erick.
—¿Disculpa? Hace unos días dijiste que era lo único que podíamos utilizar en estos momentos—dijo Neo.
—Pero mira—dijo Erick—, en todas las ocasiones logramos sobrepasar los problemas.
—Erick, la escuela por poco explota, a mi mamá le dijeron que por poco el fuego llega a los tanques de gas de los laboratorios. Estuvo trabajando toda la noche atendiendo pacientes—dijo Neo.
—¿No es mejor investigar esto?—dijo Erick.
—Creo que es mejor investigar esto—dijo Erick.
—Hoy creo que es mejor quedarse y descansar.
—Muy bien, haré un pequeño recorrido en la ciudad, revisaré mis pinturas y buscaré alguna pista. ¿puedo encargarte mi mochila?
Neo aceptó la propuesta. Se quedó en su casa, la puerta fue azotada a la salida de Erick, la patineta tocó el asfalto y fue el único ruido en la calle. Rodeo la calle y quedó justamente detrás de una chica.
—¿Qué tal si vamos a caminar juntos?— dijo Erick.
—¿Qué estás haciendo?—dijo Norma.
—No lo sé, tratando de escapar de una loca merodeadora, ¿qué tal tú?
Norma se quedó callada observando por un momento el suelo. No le dijo nada a Erick.
—Muy bien, estaré en la constructora al final de la calle por si quieres saber más sin la necesidad de espiar.
El sonido de la patineta se volvió a escuchar en la calle, Erick se puso los audífonos para escuchar música, camino entre la maleza de una vieja construcción a las afueras de la ciudad, las paredes no tenían acabados, los pilares se observaban y faltaban las ventanas. Mientras se adentraba más en la construcción pareció lo que estaba buscando, muchos rayones en la pared sin ninguna relación aparente, algunos corazones con iniciales adentro, muchos nombres y frases con muchas faltas de ortografía.