Los misterios del Tzolkin

VI

Despues de unas semanas sin actualizar hoy les muestro los avances de la novela. No sé a donde me esta llevando, pero creó que voy por buen camino. No se olviden el revisar la editorial Deword donde estare publicando mis novelas fisicas completas. 

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La zona de canchas de basquetbol igual se encontraba llena, las planicies de patinetas de la misma forma. Llegó hasta el otro extremo del parque donde estaban las canchas de fútbol. Busco por todas partes, pero no logro encontrarlos. En esta ocasión había muchos padres que vigilaban las entradas al bosque, no se permitía entrar y con tantos niños en el parque la seguridad se duplicó. Reviso una vez más el cómic, las páginas aún permanecían en blanco, no querÍa interponerse en el camino del alguien desagradable así que le dio la vuelta al parque hasta las voces y los gritos de los chicos bajaron de intensidad, la reja de tres metros de alto que delimita el bosque de la ciudad era su único obstáculo. Reviso para todos lados asegurándose de que nadie lo viera y entonces impulsandose con un salto escala la reja hasta llegar a la parte de arriba. Pasa una de sus piernas y la otra, desciende rápidamente para dar un salto en el último metro de altura. caminar relajadamente revisando otra vez si alguien lo ha visto. La vegetación lo absorbe como si fuera parte de ella ocultándose entre las sombras. El mar de aromas inundan su olfato, los árboles de decenas de especies hacen cambiar el paisaje constantemente, la mayoría de los árboles tenían mínimo su edad y los más grandes diez años más. Habían sido plantados como la primera fase de la colonización del lugar, recuerda algunas fotografías de hace veinticinco años en el museo del pueblo «este lugar era un cerro con poquísimo árboles y prácticamente un desierto» piensa Neo. En los alrededores del parque se habían encontrado especies de serpientes, a pesar de tener un control de animales a Neo le preocupaba ese hecho, camino usando una rama para tantear el terreno. Después de varios minutos comenzó a escuchar los gritos de todos los niños, el calor comenzaba a ser insoportable, se sentó en una roca y comenzó a recordar el camino hacia el mural de Erick. Entre la enorme vegetación sintió que alguien lo estaba siguiendo, se ocultó entre un grupo de arbustos y esperó unos momentos, pensó que era un grupo de padres de familia o algo por el estilo. Los pies descalzos y su baja altura le mostró que no eran padres de familia. Escuché cómo se comunicaban entre ellos, eran palabras reconocibles y muy bien delimitadas, pero en cuanto intento imitarlas se dio cuenta de la complejidad y la enorme dificultad de repetir aquellos sonidos. En cuanto se fueron espero varios minutos después, salió de entre los arbustos y lamento saber a dónde se dirigen, revisó el cómic y las imágenes aparecieron, esa criaturas se encontrarán con sus amigos. Corrió tomando una ruta más larga para superarlos.

Su amigo Erick llevaba varios minutos en el lugar, los nuevos vigilantes fueron una broma para él usando uno de sus caminos secretos, al llegar ahí revisó su dotación de latas y le explicaba algunas cuestiones territoriales sobre quien podía pintar en que cular, le contó sobre los treinta y tres grafiteros en Dark City. Norma estaba impaciente porque le contara sobre sus amigos, pero en el momento que hablaba algo de ellos, Erick mencionaba alguna de sus aventuras, provocando unos celos profundos en su corazón, mostrando un rostro enojado mientras veía el suelo. 

—Oye,—dijo Erick para llamar su atención—, ¿por qué nunca te veo en el parque o en los viajes escolares?

Norma no quería responder.

—Se me hacen muy aburridos—dijo Norma, tratando de desviar la mirada.

—Pero si son a la ciudad—dijo Erick—, ¿qué mejor lugar para recordar viejos tiempos?

—¿Viejos tiempos?. No soy una anciana. Y ya conozco la ciudad. 

—ya veo,—dijo Erick—, yo a veces no puedo ir porque no tenemos dinero. En algunas ocasiones yo soy quien paga, suelo trabajar en vacaciones en el restaurante chino y con la propina de algunos turistas logró pagar los viajes. Pero si te soy sincero creo que me divierto más pintando junto a mis amigos y gasto menos.

Norma se quedó callada, quería hablar un poco más, pero el ruido de algunos arbustos la distrajo.

—Escóndete—dijo Erick mientras escondía su caja con latas de pintura.

Norma no supo a dónde esconderse y saltó detrás de un arbusto. Escucho un grito y después calma.

—Tranquila, es Neo.

—No, nos están buscando—dijo Neo tratando de respirar profundamente.

—¿Quienes?—preguntó Erick

Mientras Norma se acercaba pudieron escuchar un silbido extenso y agudo. Se engrosaban hasta volverse el sonido de una águila, después escucharon un sonido gutural similar al de un felino hasta aumentar y convertirse en un rugido. Alrededor de ellos aparecieron diversas formas, los chicos asustados se pusieron espalda con espalda. Después de tranquilizarse las figuras se quitaron la máscara para dejar ver sus rostros.



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En el texto hay: mayas, mayas y aztecas, criaturasmagicas

Editado: 29.09.2023

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