Los misterios del Tzolkin

VIII

Hola a todas mis queridas lectoras y lectores. En esta ocasión les traigo un capitulo nuevo un día antes de lo avitual. Pero cada vez que quiero entregar un nuevo capitulo algo se interpone. 

...

—¿Qué más te dijo?—pregunto Norma.

—Muchas cosas—respondió Erick—, la mayoría de las cosas las anoté, otras espero no olvidarlas pronto. Chicos, estamos realmente jodidos.

—¿Por qué?—pregunto Erick.

—Ichcanzihó es un sabio de su mundo, ha lidiado con cosas parecidas a estas, pero nunca tan graves. Las personas que lo acompañaban eran guerreros preparados para el combate e incluso ellos tenían miedo. Me dijo que siguió a los chaneques, los tipos que nos atraparon hasta este bosque, después los perdieron y luego nos siguieron hasta aquí por el olor de Norma y el mío. Nos acercamos mucho a los lugares en los que habían estado y confundieron los olores. 

—¿Cómo pudieron olfatearnos?—dijo Norma.

—Ellos no pueden por sí solos, pero tiene algunas mascotas que lo puede hacer—dijo Erick—, en su mundo ellos proteger ciertos secretos dentro del bosque y entre ellos. Pero ahora están buscando el camino de regreso a casa y si no lo encuentran tal vez lo pierdan pronto. Ichcanzihó cree que se debe a un eclipse solar que sucederá pronto. Pero no se explica cual sea la razón de que suceda aquí.

—Eclipse solar—dijo Neo—, no pasará ninguno en mucho tiempo. 

—Eso fue lo que le dije—mencionó Erick—, pero en su mundo si habrá un eclipse pronto, él piensa que algo más pueda que lo esté provocando. El me dijo que ha estado investigando el bosque y llegó a la conclusión de que algo lo está enfermando. También me dijo cómo funcionaban los símbolos como el que escribió Silvia y es capaz de generar luz.

—Quiero ver la libreta donde lo apuntaste—dijo Neo emocionado.

Neo comenzó a ojear la libreta, revisar cada punto de las horas en las que estaban hablando.  Mientras más revisaba la libreta la cara de Neo demostraba un horror cada vez más grande.  Justo cuando termino de leer la libreta quiso gritar.

—¿Qué es lo que dice aquí?—dijo Neo. 

—Tenochca—dijo Erick.

—¿Dónde dice eso?—grito Neo—, no se le entiende nada. Esto no nos sirve para nada.

—Ya sabes que tardó mucho en escribir bien—dijo Erick—, no puedo hacer las dos cosas al mismo tiempo.

Observó varias páginas en la libreta, mientras observaba el atardecer noto algunas estrellas en el firmamento.

—Creo que debemos reescribir esta libreta—dijo Neo—, pero ya es tarde. Creo que podemos comenzar el día de mañana. ¿quién tendrá una bonita letra?

—Yo tengo una letra bonita—dijo emocionada Norma.

Los dos chicos se quedaron observando a Norma, mientras la oscuridad comenzaba a consumirlo todo, comenzaron a caminar rápidamente. Llegaron rápidamente a la casa de Neo donde se encontraba la computadora de Erick, mientras alistaban todo observaron levemente por la ventana para mirar a Norma.

Erick salió solo de la casa y se acercó a Norma quien estaba sentada en el jardín.

—Neo está cansado—dijo Erick—, te agradece por acompañarnos y si quieres te acompaño a tu casa.

—Si, está bien—respondió Norma.

Erick colocó su patineta en el asfalto mientras Norma se subía en su bicicleta. En cuanto salieron se esforzaron para subir la pequeña pendiente, al llegar a una calle menos inclinada pudieron conversar.

—¿Por qué no le cuentan a nadie?—pregunto Norma. 

—¿Quien nos creería?—dijo Erick—, además dice Neo que el cómic nos eligió para esto, creo que si un cómic que ve el futuro tiene confianza en nosotros, me puedo dar el lujo de darme esa confianza. 

—¿Pero si pasa algo que no vean en el cómic?—dijo Norma,

—Si el cómic no es capaz de verlo, entonces no sirve de nada preocuparse de algo tan poderoso.

Norma se quedó callada por unos segundos pensando en las palabras de Erick.

—¿Mañana a qué hora comenzarás a escribir?—dijo Norma

—Creo que en cuanto me levante, no sé si pueda dormir muy bien. 

—¿Por qué?—se preocupó Norma. 

—Cada vez que tengo un gran proyecto, en general no puedo dormir. Pero ya que me vas ayudar creo que será mejor que comencemos a las 11 si puedes.

—Está bien. 

La conversación no tenía a donde ir, las imágenes en sus mentes eran muy tensas. Todos estaban preocupados de lo que podría pasar el día de mañana. Sin darse cuenta Norma se despidió de Erick con un sutil y lento beso en la mejilla. Al mismo tiempo Silvia y Abigail leían el resumen de lo sucedido ese mismo día. Mientras Abigail observa la posibilidad de la existencia de más símbolos, Silvia no podía sacar de su mente una y otra vez el norma de Norma en cada mensaje.

A la mañana siguiente Silvia se despertó desde la siete de la mañana, el sol aún no había salido y el crepúsculo se podía notar. Reviso por segunda vez todos sus mensajes pensando que se había equivocado en lo que leyó, que el nombre de Norma no estaba y en su lugar estaba el de Abigail o Neo, para su mala suerte no fue así.



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En el texto hay: mayas, mayas y aztecas, criaturasmagicas

Editado: 29.09.2023

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