A la mañana siguiente se levantó más temprano de lo normal, se sentía cansado y un peso sobre todo su cuerpo. Los recuerdos de ayer eran confusos, se dirigió hasta su baño, se miró al espejo y noto ojeras. Busco su cepillo de dientes, recordó la canción que le hacían cantar en el jardín de niños para lavarse los dientes, era algo tan vergonzoso para él, pero la tarareo inconscientemente cuando se cepillada y justamente su cepillado duraba los sesenta segundos de la canción.
Se alistó para salir rumbo a la escuela, los lunes como de costumbre llegaba un poco más temprano. Sus compañeros ya se encontraban en el patio divididos por año escolar y grupo. Reconoció a Erick justo antes de separarse para los honores a la bandera. Se cantó el himno nacional, el estatal, el de la escuela y un chisme entre los alumnos mencionaba que próximamente se cantaría un nuevo himno. Neo rogaba porque ese chisme solamente era eso, un rumor infundado por la ignorancia grupal. El perfecto anunció algunos avisos aburridos y justo al final los importante.
—Pará terminar quisiera recordarles que en los siguientes días se instalarán cámaras en toda la escuela para tener una mejor vigilancia debido al incidente provocado en el último torneo de Karate. Esta decisión se respaldó por los padres de familia y la junta directiva, al igual que el respaldo de la ciudad. Sin más que decir les deseo un bonito fin de clases.
«nos vas a vigilar» escuchó decir a un niño irreconocible entre una multitud. Neo se quedó pensando en lo que sucedería después de que las cámaras llegarán, los lugares que usaban para salir o entrar a la escuela, los pasillos secundarios y las aulas desocupadas serían las zonas más vigiladas. Entre sus pensamientos le llegó la imagen de «el lugar secreto» por fin logró argumentar sus ideas.
Al toque de la campana para el descanso Neo se apresuró a llegar al lugar secreto. Abi ya había llegado.
—Hola Abi, ¿cómo estás? —dijo Neo sonriendo.
—Hola Neo, creo que llegamos mucho antes —dijo Abi mientras lo veía a los ojos— ¿te sientes bien?, ¿te veo un poco cansado?
—Si, si estoy bien —dijo Neo—, solo hoy no pude dormir con tranquilidad, estaba viendo las hojas del cómic.
—¿Enserio?, ¿hay algo nuevo?
—Pará nada, creo que también me aburrí de tener mucha información. Estaba leyendo algunas sagas de comics. Y me quedé dormida.
—Ayer también estaba leyendo—dijo Abigai—El dueño casi nunca está, al principio no quería dejarme sola con los clientes ahora parece que soy la única que trabaja ahí. Apenas termine de leer su resumen de actividades.
—¿Qué es un resumen de actividades? —preguntó Neo al darse cuenta de lo complicado de la tienda.
—Es una lista de quehacer —dijo tranquila Silvia—, simplemente una lista de todo lo que se debe limpiar, como se debe acomodar los títulos, nada que ver con lo que me dijiste sobre los cómics.
Las carcajadas de Neo no las pudo evitar.
—Lo lamento—dijo Neo —, no creía que nos parecíamos en eso. Yo también tengo una manera de acomodar los cómics especial. Creí que era el único.
—Vamos Neo, no te burles de sueños.
—No me burló—dijo Neo—, es la verdad. Acomodo mis cómics en orden numérico y por título. Pero yo siempre pensé que en una tienda como la de él debía tener los títulos más populares siempre a la vista, a veces no entiendo porque tiene los títulos de spider man escondidos a la mitad de la tienda cuando deberían estar en la entrada.
Abi se quedó pensando por un momento.
—Creo que porque aún piensa que es su colección de cómics —dijo Abi—pero hablando de eso, me puedes ayudar con algunos títulos. A veces me piden algunos en especial y no los encuentro tan fácil.
—Claro que sí, después de la escuela vamos juntos a la Cueva del Juego para hablar de ellos.
—Hoy no me toca trabajar, pensaba en si podíamos ir a ver tu colección de cómics—dijo Abigail.
—Claro que sí.
En cuanto aceptaron Erick y Norma entraron rápidamente.
—Creó que si seguimos así necesitaremos más espacio —dijo Neo instintivamente.
—¿Dónde está Silvia? —preguntó Silvia.
—De eso quiero hablarles —dijo Erick.
Erick les contó toda la conversación que tuvo con Silvia, su enojo con Norma y su reciente reclamo por nunca haber ganado el campeonato.
—Pero si nunca quiso el campeonato—dijo Neo.
—Yo mismo pensé lo mismo, pero creo que nunca nos detuvimos a pensar que lo quería —dijo Erick.
—Creo que lo más seguro es que yo me vaya— dijo Norma.
En ese momento Silvia estaba a una distancia prudente para no ser vista, justo el lugar donde Abigail los había estado la primera vez que los observaba, pensó que si Norma se iba iba a resolver las cosas de inmediato.
—Creó que eso no es lo mejor—dijo Neo —, somos muy pocos los que conocen el cómic y creo que seguiremos así por mucho tiempo. Dividirnos ahora no creo que sea lo más prudente. Debemos hablar con Silvia y averiguar cómo podemos ayudarla.
Silvia no quiso escuchar más. Se marchó de ese lugar mucho antes de que terminará de hablar Neo.
—¿Cómo podemos ayudarla? —preguntó Norma.
—No lo sé —dijo Neo—,pero debemos estar cerca para cuando eso suceda.
—Voy hablar con ella hoy—dijo Erick.
—Creo que ustedes no son buenos para amar chicos —dijo Abi—yo trataré de hablar con ella hoy. Déjenme ayudarles como me ayudaron a mi.
—Lo lamento mucho chicos—dijo Norma—, creo que lo mejor es que me vaya.
Los tres chicos negaron con la cabeza.
—Hay otra cosa de la que quiero hablar—dijo Neo—, hoy anunciaron en la escuela que colocarían cámaras. Por un momento me alarmé, ya que este lugar no sería seguro para que estemos, pero se que no pueden poner cámaras en todos lados, así que cuando estén las cámaras hay que procurar encontrar un nuevo lugar para estar tranquilos. Así que pensé que también sería buena idea no traer el cómic a la escuela y si aparece ocultarlo. El perderlo ahora algún número nos traería muchos más problemas.