V

—La persona que viste en el bosque fue muy amable con nosotros —dijo Neo —, su ayuda fue fundamental, pero antes nos encontramos con criaturas espantosas, que si no fuera por el cómic nos hubieran atrapado y no se que no habían hecho. Así que el cómic y los apuntes de Erick son nuestra mejor defensa contra alguien. 

—¿Aún tienen los otros cómics? — preguntó Silvia. 

—Si, están escondidos donde nadie los encontraría —dijo Neo. 

La campana de la escuela anunció el término del recreo, los chicos se fueron a sus clases. Neo se encontraba distraído en las últimas clases, apuntando todo lo que decía el profesor y lo anotando en el pintaron. Pensó que así podría revisarlo después y no perder la clase. El profesor de la última clase le llamó la atención dos veces, le explicó que sí ponía atención no necesitaría sus apuntes después. Agradeció enormemente el sonido de la campana. 

En cuanto salió a la calle principal se despidió de Norma y de Erick. Comenzó a caminar junto a Abi rumbo a su casa. 

—¿Qué has pensado para hacer en vacío? 

—Voy a buscar un empleo —dijo Neo. 

—Le diré a mi jefe que hay un aspirante para su lugar de trabajo en el verano—dijo Abi. 

—Muchas gracias, creo que me hará bien trabajar antes de entrar a la prepa. 

—¿Por cierto a cuál piensas ir? 

—A una en la ciudad de México, mis padres piensan que es un buen lugar para estar y pensar en que carrera quedarme—dijo Neo desanimado. 

—¿Aún no sabes qué estudiar? —preguntó Abi. 

—No, aun no—dijo Neo—¿y tú ya sabes que estudiar? 

—No, mi mamá me dice que doctora, pero odio ver la sangre. No soporto ni la de los animales. He pensado en estudiar para maestra, pero tampoco soy tan buena hablando en público así que tal vez leyes o contabilidad. 

—¿Eso es lo que quieres? —preguntó Neo intrigado. 

—Aún no lo sé —dijo Abi. 

—Bueno, aún tenemos un poco de tiempo—dijo Neo. 

Después de algunos minutos habían llegado a la casa de Neo, la pequeña casa contaba con dos pisos, un pasto verde perimetral y un lugar para un auto rara vez usado. 

—Oye vives muy cerca del parque —dijo Abi. 

—Si, a mi papá le gustó este lugar porque la ventana estaba enfrente del parque y podía ver los árboles. 

Entraron tranquilamente, Neo gritó levemente llamando a su madre. La casa se encontraba completamente silenciosa después de su grito. Entraron perturbando esa tranquilidad, la casa se encontraba limpia. Subieron las escaleras hasta llegar al cuarto de Neo, y lo primero que destacó Abi fue la pared llena de cómics y libros. 

Al entrar a mano derecha Abi se detuvo en una pequeña estantería donde se encontraban fotografías de Neo y su familias, algunas de Silvia, Erick y él. Mientras tanto revisaba algunos cómics que creía le gustaría a Abie, ella permanecía justo a un lado de la puerta. Se apresuró en cuanto la noto para poner un cuadro boca abajo e impedir que la viera. 

—¿Qué tienes ahí? —dijo Abi. 

—Nada—respondió Neo. 

—Es increíble tu colección de cómics ¿Cuántos años llevas coleccionandolos? 

—Creó que mi primer cómic fue de Spider man, era de una antigua editorial que se llamaba Vid. Fuimos a la ciudad de México por trabajo de mi mamá y entonces nos detuvimos en una tienda de cómics mientras transbordamos en el metro. Creó que estábamos buscando una librería y yo le digo, mira. No me acuerdo muy bien en dónde estábamos ni a dónde íbamos. Es más yo creo que pudo haber sido otro lugar. 

—No, si existe. Se llama pasaje del libro Zócalo-Pino Suárez—respondió Abi. 

—Andale, así se llamaba. El punto es que me dejó elegir un cómic, no recuerdo el número ya y posiblemente esté entre todos estos. Pero lo importante es que fue el primero, después mi papá me llevaba todos los jueves a la tienda de cómics de aquí, antes también vendía películas y muchas otras cosas. Fue aumentando hasta convertirse en mi pared. 

Mientras Neo contaba su historia y veía un cómic al azar. Abigail fue lentamente a donde se encontraba esa foto, la levantó para observar y vio como Neo daba un salto hacia atrás, había muchas personas a su alrededor y pudo reconocer el rostro de Silvia y Erick. Justo cuando le contó sobre el pasaje de libros como la foto como estaba y se acercó a él.