Los Montruos

Capítulo 4

Desde que el muro se había derrumbado, un vasto y extraño bosque, apareció a lo largo del terreno donde había quedado el muro. Ese bosque, aunque mis hermanos dijeran que hay magia por todo ese lugar, no lo considero así. Para mí es solo una buena tierra, y el bosque en sí, no es tan complicado de cruzar como parece.

Pero las leyendas se crean por una razón, y ese bosque, según mis ancestros, estaba lleno de Ilius. Criaturas capaces de cambiar la realidad a una persona, no son ilusionistas, mejor dicho, cambia todo alrededor de una persona en especial. Al principio, son cosas sutiles que los demás no ven, como ramas con las que te caes, raíces que aparecen de la nada, y logran transmitir un sentimiento de paranoia tan grande, que muchos se terminan matando, y pocos atraviesan en bosque.

Pero mi familia es especial, siendo denominada como Innominatam, y por eso mismo, esa palabra es nuestro apellido. Somos una mezcla rara y perturbadora, de un sin fin de seres mágicos y humanos, nuestra sangre era extraña, y hasta el punto en que nadie sabe que somos, o lo que seremos. Pero eso solo tiene que ver con mis hermanos, mis primos, mis tíos, o cualquier otro familiar, pero conmigo no. Yo soy un humano, un simple y corriente humano, no tengo magia o alguna cosa especial, ni siquiera tengo un gran sentido de pertenencia. Y ese pensamiento estuvo revoloteando mi cabeza, las horas que tenía de viaje, al menos a la principal, la casa de mi familia, la más cercana al menos. Y aunque intentaba ignorarlo, sentía el miedo crecer y crecer, cada vez más, hasta el punto en que tuve que descansar contra un árbol, porque mis piernas no me dejaban continuar. Me sentía como un animal asustado, caminando directo al matadero. Mi corazón palpitaba tan rápido, que por un momento pensé que iba a parar, la ansiedad y el nerviosismo se acumulaban, era como tener un ataque de pánico muy intenso.

—Deja de reflexionar en eso —me pidió mi hermano Sion con su mirada felina, llena de extrañas grietas azules rodeando su iris amarillo.

—Ya te he dicho que no me gusta que entres en mi mente —comenté intentando parecer serio. Sion era mi hermano menor, era dos años menor que yo, y aun así, parecía ser mayor.

—Lo siento, solo no quiero que te menosprecies de esa manera —comentó—. Nada más fue un error, no tienes que azotarte por eso.

—No lo entiendes, lo arruiné y con suerte, estaremos únicamente noso...tros —llegamos a la puerta principal, y mi madre nos abrió. No tenía que mirar mucho, sabía que atrás suyo estaban mis tíos y mi padre.

No tenía que mirar el rostro de mi madre, una furia corría por sus ojos, pero no quería verlo, sabía lo que le sucedía a aquellos que miraban sus ojos rojos encendidos en llamas. Camine en silencio, con mi hermano detrás de mí, con su rostro impasible, parecía un témpano de hielo.

—Tenemos que hablar —dijo mi padre, mientras tomaba asiento, quería ponerme recto, pero la verdad estaba tan cansado, que únicamente quería cerrar mis ojos y dormirme ahí mismo. De pronto, una nueva oleada de miedo e incomodidad me invadió, tan fuerte y profunda, que agradecí estar sentado, porque mis piernas y manos temblaban, a tal punto, que tenía que ocultar mis manos debajo de la mesa, —. ¿Qué sucedió? —Dorian y Frihet, pasaron detrás de mí, en dirección a la cocina, y mis ojos conectaron con Dorian, y sus profundos ojos cobrizos, y entendí que estaba solo. Así que nada más suspire, tragando mi miedo, y mire a los ojos azulados de mi padre.

—No lo sé —pero mi voz falló, y sonó como si fuera un susurró. Intente aclarar mi garganta, pero el miedo me dejó paralizado.

—Ciro, te dejamos ir a ese lugar. Confiamos en tus habilidades, ¡Y nos decepcionaste! ¡Era una oportunidad de oro para nuestro triunfo! —gritó mi tío Fat, el hermano de mi madre, que compartía su mirada de furia.

—No quise hacerlo... —intenté decir, pero mi tía Laila, solamente suspiro.

—Únicamente tenemos que rehacer todo —dijo levantándose.

—Nuestros planes se retrasaron ¿Qué le diremos al rey? —preguntó mi tía Mariam, escandalizada—. Él esperaba que todo esto pusiera un inicio al fin, nadie iba a esperar que tu hijo iba a ser tan débil.

—No intentes tirarme el problema —aclaró mi madre, mientras golpeaba la mesa.

—Tú lo criaste, fuiste muy buena, y no lo dejaste entrenar con los demás —comentó mi tío, mientras se ponía de pie—. Si él hubiera hecho eso, no sería tan débil.

—¡Es humano, no es como los demás chicos! —gritó mi madre.

Y yo, estaba sentando en la cabeza de la mesa, mientras la conversación subía y subía más de tono, el miedo era más y más profundo. Pasaron casi dos o tres horas en esa mesa, intentando ignorar la incomodidad de tener la espalda totalmente recta, hasta que mi cerebro por primera vez, prestó atención a las palabras de mi tía.

—Sabes que fue un error —dijo enojada. Y el miedo se esfumó solo, como una extraña parte de mí había logrado estar relajado, como si el momento de miedo al fin hubiera terminado. Y con fuerza me levanté, tirando la silla al piso.

—No soy un maldito asesino —comenté, mientras formaba mis puños—. No quiero ser como ustedes, ¡No quiero matar a nadie! —grite enojado, y camine a mi cuarto ignorando cualquier palabra de mi familia.

Estaba tenso, mi sangre ardía en mi piel, no había aflojado mis puños y caminé por el pasillo, pasando por las habitaciones de mis hermanos, hasta que pase por el cuarto de mi abuela, y solté un suspiro suavemente. Intentando relajarme, y entre a la habitación, y mi abuela hermosa, giró su silla de ruedas, y su rostro preocupado se fijó en mí.

—Cariño, te ves muy tenso, toma este pequeño frasquito, y ve a descansar —me dijo, y antes de que pudiera decirle nada, sentí que los muro que me había puesto para refugiarme en la charla, se derrumban con solo esa pequeña sonrisa en el rostro tan comprensivo de mi abuela.



#4818 en Fantasía
#1039 en Magia

En el texto hay: reyes, magia, boylove

Editado: 29.06.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.