Los Niños De Alambre

Prefacio


Lo primero que escuchó fue el sonido retumbante de algo rompiéndose, de algo explotando, luego vio los pájaros huir por los cielos.

En ese entonces David Nadylan acababa de graduarse como oficial de policía y detective híbrido en la academia, estaba muy emocionado por iniciar esa nueva etapa de su vida. Desde que emigró de Gondwana a Rilindja había deseado ser policía y ahora su sueño se cumplía. Para aquél entonces tendría veintitrés años y ese día en particular fue su primer día de trabajo, por motivos de cambio de turno salió más temprano de su horario asignado, así que fue a la plaza de la ciudad, en busca de sus famosísimos puestos de frutas, allí compró un kilo de arándanos y cinco ciruelas, todo con tal de sorprender a su querida novia, Loren Martínez, al igual que él era inmigrante, pero hacía dos años que logró instalarse e iniciar su preparación como bailarina profesional, aunque mientras tanto trabajaba en una guardería a medio tiempo.

David recordaba estar buscando las mejores ciruelas, mismas que hacían a Loren sonreír como una niña pequeña, en su mente pensaba qué clases de dulces le llevaría, pues a ella le encantaba el azúcar, quería contarle con detalle su día laboral, pero también quería que su día amoroso terminara de la misma manera: perfecto; por eso pensó en sorprenderla con varios regalos, ver una película y después...bueno, eso lo verían después.

— Creo que estás serán suficientes.

David entregó al vendedor las ciruelas, mientras buscaba en sus bolsillos el dinero y el vendedor las ponía en la bolsa de papel.

David le extendió el dinero cuando...

— ¡Ah!

Los gritos no se hicieron esperar, tampoco las personas corriendo.

Todo se estremeció bajo sus pies, de repente el cielo azul se volvió gris, fue como si el cielo se convirtiera en una masa roja viscosa, como si el infierno cayera sobre ellos. El edificio principal de la ciudad se estremeció y en un vibrante movimiento empezó a tambalearse, de un lado a otro, era como si de repente, en vez de concreto, el edificio estuviera hecho de papel y fuera mecido por el viento. Un violento temblor se escuchó en todo el cosmos sacudiéndolo hasta sus cimientos. Tanto el suelo como el edificio mismo empezaron a abrirse, en un movimiento rítmico, era como si el edificio cobrará vida, casi se podía ver como si respirara, el concreto retumbó con fuerza y en un sonido espantoso el edificio dio un último grito antes de empezar a desmoronarse. Lo más lógico en aquella situación sería correr, correr como si no hubiera un mañana, otros más valientes y generosos habrían corrido a las puertas del edificio, intentando salvar a las personas que salían corriendo desesperadas, algunas otras personas se lanzaban por las ventanas, presos del miedo, pero ninguna de las dos cosas pasaron por la mente de David, solo se quedo quieto, con una ciruela en mano y dinero en la otra mientras veía como poco a poco se destruía, en medio de su confusión y estado de shock recordó una escena de la película de Godzilla, esa en la que Godzilla llega a Tokyo y lo destruye todo, esa escena le pareció increíblemente similar: con las personas corriendo como diminutas hormigas y un gigante de concreto rugiendo tras de ellos.

El primer piso desapareció al ser aplastado por los demás pisos y el resto del edificio se inclinó hacia adelante, por un momento el sol desapareció, mientras la nube de escombros surgía desde la tierra hasta el cielo, por un momento David pensó que el cielo y la atmósfera arderían en llamas, pero no sucedió, el polvo de escombros le hizo cerrar los ojos, aunque estaba a casi diez calles de distancia, no podía respirar por el polvo, David se cubrió los ojos y la boca, pero en ese momento se escuchó un nuevo rugido, David observó como el edificio empezaba a caer sobre si mismo, David se estremeció al ver como se inclinaba hacia adelante y forzándose asi mismo a correr se alejó de allí, con el miedo de morir aplastado, al final el edificio terminó derrumbándose en torno a sus cimientos.

Y finalmente quedó reducido a cenizas.

Ese fue el primero de muchos atentados.

Al llegar a casa encontró a Loren llorando mientras temblaba en la sala, a penas escuchó la puerta abrirse y ella corrió en su búsqueda, lo abrazó con fuerza y lloraron toda la noche.

Al día siguiente inició la investigación del Bombardero, el mayor terrorista de la historia de Rilindja.
Mismo terrorista que acababa de exterminar un total las doscientas vidas que estaban en aquél edificio, mismas que solo serían el inicio de un conteo de interminables muertes.

 




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