Salió la e. No sé a dónde se fue

— ¿Cómo demonios es que paso esto? ¡Estaban ahí! ¿Cómo no lo vieron? 

David bajó la cabeza, al igual que el resto de su unidad ante los gritos de Udolfo Hurris, el nuevo líder de la unidad. Solo Tabares permaneció con la cabeza en alto, observando desafiante a su nuevo jefe.

La muerte de Archie había dejado la vacante para Udolfo, el segundo al mando, a pesar de lo mucho que se esforzará en parecer enojado e incluso dolido por la muerte de Archie, todos podían ver con claridad la sonrisa oculta en la curva de sus labios, sus ojos brillando de alegría. Era claro que había estado esperando ese momento por mucho tiempo. 

— ¡Vayan a trabajar! Y encuentren a ese bastardo antes de que mate a alguien más. En especial ahora, que el comisionado Efraín Guillermo está en la ciudad.

Como hormigas ante la lluvia, los oficiales e investigadores salieron corriendo de la sala, nuevamente, solo Tabares parecía mantener la calma y se retiró lentamente, detrás de los otros oficiales. A lo mejor su calma se debía a que ambos habían tenido una relación en el pasado, de todas maneras a David le parecía sorprendente que ella no estuviera asustada, Udolf era una mezcla del fallecido John Cena y Arnold Schwarzenegger en su juventud, solo sus manos eran del tamaño de la cabeza de David, y con la misma facilidad sería capaz de quebrarle la cabeza.
David caminó a paso ligero hasta llegar a su oficina, allí se mantuvo en silencio unos minutos, mirando fijamente la pantalla negra del holograma frente a él, que al sentir su presencia empezó a reproducir en bucle la información que tenían de los ataques: Nada. Sólo meras especulaciones.

Las drones que patrullaban los cielos pudieron obtener diversas grabaciones, pero ninguna esclarecedora, de hecho, al parecer el Bombardero había encontrado la forma de desactivar el sistema de seguridad y desviar a la mayoría de los drones de las zonas que él necesitaba. Sólo tres drones lograron captar su presencia, pero por más que reproducían los vídeos no veían nada más que lo obvio.

Nombre: Desconocido.
Edad: Desconocido.
Sexo: Desconocido.
Estatura: 1.68.
Posible país de origen: Gondwana.
Código genético: Desconocido.
Antecedentes: Desconocidos.

Y la lista continuaba.

David suspiró y se propuso a intentar buscar algún registro de compras de armas o de elementos inflamables, aunque las bombas eran caseras eran de calidad, por lo tanto el Bombardero debía ser alguien con mucho dinero como para comprar materiales tan finos y poco comunes.
David alzó su mano y cruzando su dedo índice sobre el dedo corazón, espero a que el holograma escaneara sus huellas dactilares y procedió con un escáner a la córnea de su ojo, permitiéndole así acceder al instante a los escasos vídeos que podían tener de aquél terrorista. Usualmente los drones eran discretos, habían sido modificados de forma en que pareciera ser un ave o alguna ardilla, incluso habían drones cuya apariencia era la de un insecto, generalmente escarabajo, pero por alguna razón, El Bombardero logró infiltrarse en los mecanismos de defensa del imperio.

— Reproduce los vídeos del asesinato de Archie Arnolds, por favor.

Ordenó David y al instante escuchó la risa de Ramírez detrás de él.

— ¿Le acabas de decir "Por favor" a una inteligencia artificial? — Ramírez le acarició la cabeza para después abrazarlo con fuerza — ¡Rayos! ¡Nadylan eres demasiado bueno para este mundo! Todo un pollito recién nacido.

"Pollitos" eran como les decían a los nuevos, siempre tan deseosos de obtener justicia, pero cuando menos se lo esperaban ya estaban metidos del lado de la mafia. Siempre era lo mismo, siempre caían.

David rodó los ojos centrándose en las imágenes que se reproducían en bucle frente a él: el ave robótica había captado gran parte de la protesta, se podía ver a una gran cantidad de personas marchando y protestando, casi no se podía distinguir ningún rostro, la mayoría iban encapuchados o con el rostro cubierto, todo por el temor de que Un Mundo Libre tomará represalias contra ellos o sus familias, muchos casos de desapariciones forzadas y asesinatos se habían presentado en países extranjeros por parte de miembros de la secta; uno de los casos más conocidos fue el de la familia Luckya Novak Schuyler; una familia que fue encontrada como los principales opositores contra Un Mundo Libre; eran conocidos mundialmente por asesinar a miembros de la secta y liberar a esclavos, en especial a los niños y al igual que muchas personas tomó la justicia por sus propias manos, pero sus métodos eran sangrientos y terribles, llegando a dañar sin remordimientos a terceros completamente inocentes de la situación; los Luckya Novak Schuyler fueron reconocidos por sus hazañas en contra de la secta tres años después de su muerte, sus cuerpos fueron encontrados en una fosa común, junto con cientos de otros cadáveres, con la singularidad que éstos poseían una serie de cartas entre sus cuerpos en las cuales un miembro anónimo de la secta relataba todas las cosas que la familia había hecho, incluso acusándolos de ser los causantes de la muerte de la familia Mikhailchenko, parientes lejanos de los Fairchaild y de la dinastía  Melekgözler, una familia noble bastante conocida, la cual fue masacrada por presuntos actos caníbales, sólo la hija más joven sobrevivió, los demás fueron asesinados de formas totalmente aberrantes; las cartas se encontraban atadas a los huesos de los Luckya Novak Schuyler, lo que indicaba una muerte extremadamente dolorosa; sólo el más joven sobrevivió, pero debido al trauma no recordaba nada sobre ello y tiempo después el pequeño Morgan desapareció de la faz de la tierra, de seguro su cuerpo residía en alguna fosa común cerca de algún alcantarillado.

David suspiró agobiado, su trabajo sería más fácil si no hubiera tantos encapuchados. David detuvo el vídeo y analizó cada uno de los fotogramas previos a los primeros disparos, nada, avanzó un poco más y vio que los primeros disparos fueron al aire, pero al intentar ver de dónde provenían se dio cuenta que era una pistola automática, de esas que disparan a un blanco objetivo sin necesidad de un tirador. David suspiró frustrado y sacudió su cabeza alterado, no sólo por no tener ninguna pista, sino por no saber el motivo, razón o circunstancia que habían empujado al Bombardero a cometer semejante crimen.