Los objetos en el espejo

Capítulo 5. La tragedia en tus ojos

Caminó hasta casa y al llegar una serie de sonidos extraños llamaron su atención, asumió que su padre estaba en casa ya que sus llaves estaban en la mesa del comedor, así que cerró la puerta con llave. Mientras subía los escalones los ruidos aumentaban y se hacían más fuertes conforme se acercaba a la puerta de Alaric, la abrió a penas un poco y echó un vistazo dentro de la habitación, lo recibió la vista de la espalda desnuda de quien creía era Bethany mientras rebotaba sobre el regazo de su padre. Se apartó al instante y cuidadosamente entró a su habitación y casi que por inercia se paró frente al espejo de cuerpo completo, observó su relejo por un segundo, había perdido peso y necesitaba un corte de cabello. Por un momento observo sus pupilas, tenía los mismos ojos grises de su madre y entonces los recuerdos inundaron su mente.

Nathalie estaba en el asiento del copiloto y no llevaba el cinturón de seguridad, se había volteado hacia los asientos de los pasajeros para decirle algo a Kaidan. Lamentablemente el auto que iba en dirección contraria había perdido el control y se aproximó a toda velocidad, Alaric freno en seco para evitar el accidente pero fue demasiado tarde, los dos autos colisionaron de frente, los cinturones protegieron a Kaidan y su padre, pero el cuerpo de Nathalie salió expulsado contra el parabrisas el cual se rompió por la fuerza del choque dejándola recostada sobre el capó, sin embargo se deslizaría hasta el suelo donde quedaría en una postura casi inhumana y con la vista perdida en el cielo surcado de nubes de tormenta. Kaidan no tenía palabras, volteó a ver a Alaric, pero este estaba inconsciente y uno de los lados de su cabeza sangraba, la gente empezó a rodear la zona, tomando fotos y llamando a los números de emergencia, logró salir del auto mientras un grupo de personas intentaba sacar a su padre, cuyas piernas estaban aprisionadas. Al salir del auto camino erráticamente hacia el cuerpo de su madre, estaba desorientado y cuando le faltaban unos pocos pasos cayó en un charco de algo caliente, cuando bajó la vista fue recibido por el color carmesí y el olor metálico de la sangre, contuvo la náusea mientras se arrastraba hasta el cuerpo inerte de Nathalie y entonces lo vio. La imagen que lo seguirá hasta la tumba, la mirada muerta en sus ojos, la forma en que miraban a la nada sin mirar en absoluto. Kaidan sacudió el cuerpo de manera desesperada mientras gritaba, poco después algún desconocido lo agarró por detrás y lo alejó del cadáver mientras susurraba: "tranquilo niño, todo estará bien", siete meses después nada estaba bien.

Cuando volvió a la realidad ya no estaba viendo sus ojos grises, sino a los ojos color fuego de Keiden, se limpió una lágrima que corría por su mejilla y habló.

— ¿Cuánto tiempo lleva ella aquí? —

— Sé tan poco como tu— respondió el reflejo— llegué contigo—

— Así que me seguiste todo el día — dijo cansado mientras se quitaba la camisa y buscaba un pijama

— Estaba aburrido, a parte, fue muy descortés de tu parte dejarme como me dejaste y quería saber qué harías—

Kaidan no respondió mientras se vestía

— Lloraste mientras te observabas en un espejo — dijo Keiden — déjame adivinar, de nuevo sucumbiste ante la tragedia en tus ojos—

— Es difícil no hacerlo, ¿Okay? — espetó exasperado y observó el pequeño gesto de sorpresa del reflejo — tengo sus ojos y la verdad es que...— sintió miedo de terminar la frase.

— Se ven tan muertos como los de ella— completó el reflejo al instante y Kaidan sintió el impulso de vomitar — Pero ella está muerta y tu no, solo deja que yo me haga cargo y todo estará bien—

Lo ignoró mientras entraba al baño se miró a sí mismo en el espejo y a Keiden le tomó un segundo llegar ahí, esparció la espuma de afeitar por su mandíbula y tomo una máquina de afeitar

— Te ves relajado, y si no fuese por tu ligero llanto de hace unos minutos hasta diría que te ves feliz — hablo el reflejo y mientras Kaidan se afeitaba las acciones se reflejaban el rostro de su contraparte

— No sé de qué hablas—

— vamos muchacho, te seguí todo el día, te sorprendería el número de espejos que puede haber en una ciudad, y en especial en una tienda de antigüedades — dijo y al chico se le heló la sangre — Parece una buena persona, casi da la impresión de que genuinamente se preocupa por ti—

—... ¿casi? — respondió en un susurro y mirando hacia el suelo

— Nadie hace nada gratis, si se preocupa por ti ha de querer algo, la pregunta ahora es. ¿Qué podría alguien como tu darle a alguien como él? —

Meditó un segundo al respecto y quizá Keiden tenía razón, pero decidió darle a Julian el beneficio de la duda.

Se lavó los restos de espuma para afeitar de la cara y volvió a su cuarto, Keiden parecía no haber acabado, pero Kaidan si, así que se recostó en su cama y tomo el teléfono celular, eran las 10:10 pm y decidió enviarle un mensaje a Julian. Abrió la aplicación de mensajería, seleccionó el número de Jules y escribió.

—Hola, soy Kaid

A los segundos recibió una respuesta.

— Hey, Kaid. ¿Llegaste bien a casa?

Kaidan sonrió

— Legué bien, ahora el problema es que mi padre está cogiendo en la habitación de al lado.

Jules respondió con una serie de emojis de risa

—Le hablé a Cass sobre ti y quiere conocerte, estamos planeando ir a una cafetería mañana, ¿te apuntas?

Kaidan sintió nervios, era fácil tratar con Julian, y si su hermana se parecía en algo a él entonces ella también sería amable. Aun así, la idea de interactuar hizo que le temblaran las manos, pero decidió fingir.

— un café siempre es bienvenido

— nos vemos mañana a las 10:00 am en la cafetería de la calle 26

Soltó el teléfono y se quedó mirando al techo fijamente hasta que sintió al aparato vibrar

Era un mensaje de un contacto desconocido

— Hola!, soy Cass, la hermana de Julian



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En el texto hay: lgbt, boyslove, psicosis

Editado: 20.12.2021

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