Los Ojos Del Mal

Recluso

 

 

 

 

 

 







 

SEGUNDA PARTE

"Algunos errores... simplemente tienen consecuencias más severas que otros. Pero puedes no dejar que el resultado de un error sea la cosa que te defina."

Jojo Moyes, «Yo antes de ti»









 

 

 

Era lunes, día laboral. Desperté un poco atareada ya que no había escuchado el despertador y iba un poco tarde para mi trabajo. Trate de arreglar mis cabellos enmarañados y me fui con la tostada aún en mi boca.

Entre mi empleo, la clínica y Tommy no tenía muchas horas disponibles de sueño, pero aún así era feliz. al menos más feliz que cuando vivía en ese lugar. Al salir de ahí por fin pude tener una vida o al menos algo similar a una.

Después de estos seis años la situación con Tomas había presentado una gran mejora. Presentó síntomas de estrés postraumático en un grado muy elevado y parecía reprimir su mente. Habían recuerdos que no dejaba salir. De hecho hasta el día de hoy a pesar de todos las terapias, no ha logrado sacarlos del todo. Aún no ha logrado vencer sus trastornos, pero sí ha presentado una gran mejoría.

Gracias a Jason me logré comunicar con Mateo, descubrí que mi tía había mentido, como de costumbre. Se encontraba en Filipinas y en área de Asia en general, por cuestiones de la compañía. Se estuvo comunicando, pero mi tía lo engañó al igual que nosotros, haciéndole creer que estábamos bien.

Se sorprendió mucho cuando Jason lo llamó y le contó toda la situación. Casi de inmediato volvió y reajusto el dinero que nos otorgaba mes a mes, para cubrir los gastos del tratamiento de Tommy y también mis estudios.

Jason se convirtió en casi un padre para nosotros. También volvimos a ver a Cristal que volvió un año después de Jason. la ayuda de Jason había sido esencial en la mejoría de Tommy, gracias a él y otros especialistas en el campo, había podido llevar una vida casi normal. Me apoyo también en mis estudios y fue mi mentor en el proceso.

Hace un año en mi graduación le di todos los méritos de mi licenciatura. Estudie psicología en base a perfiladora criminal. Decidí estudiar su campo en admiración a él, para seguir ayudando a mi hermano y a otros como él. En especial en la clínica. Le dedicó un tiempo solo para aquellos que necesitan de un profesional en materia psicológica, pero no tiene los recursos para buscarlo. Ha sido un poco difícil ajustar mi tiempo, pero cada vez logró hacerlo mejor.

Cuando por fin llegue a la oficina mi superior me estaba esperando con unos papeles en sus manos y una cara larga,  sabría que estaría acompañada de un regaño.

—Kaila de nuevo llegas tarde. Además mira tu cabello, no puedes ir así con tus pacientes. Déjame arreglarlo un poco —Elizabeth se acero a mi y me tomo el cabello.

—Sabes que me cuesta organizar mi tiempo, ayer me quede leyendo unos documentos hasta tarde y Tomas tuvo una crisis.

—No sé porque no dejas esa clínica, aquí en el departamento de crímenes se te paga lo suficiente —agregó Elizabeth mientras trenzaba mi cabello. Me asomé a un espejo y ahora llevaba una linda trenza casual.

—Te quedo tan linda como siempre —dije mirando a Elizabeth con una sonrisa, tomando los papeles que tenía en sus manos—. Deja de insistir con que cierre la clínica, no lo haré.

—Ya sé que no lo harás, nadie es capaz de sacarte una idea de la cabeza.

—Escuche que llegaría una nueva oficial por ahí ¿Es cierto? pregunte.

—Lo es, viene para tu departamento —respondió Elizabeth.

—¿Es criminalista entonces? Hacía falta para el equipo. Al menos eso mencionó Mikel, que estaban cortos de personas y que les caería bien un criminalista. Yo estoy de acuerdo con eso. ES necesaria en el equipo.

—Si, Mikel se ha estado quejando por meses. Parece que al fin el jefe del departamento lo escuchó y le dio el visto bueno.

—¿Le informaste sobre su nueva integrante? Debe estar emocionado.

—No lo he hecho aún, no he tenido tiempo. Con el nuevo caso que nos llegó he corrido de un lado a otro.

—Ese caso. Ya tienes los datos que te pedí sobre él —pregunté.

—Kaila sabes que no puedo hacer eso, es información confidencial.

—Sé que no la tengo, pero para eso te tengo a ti Eli, sé que puedes hacerlo por mi.

—Kaila, nada confirma que ese caso esté relacionado con tus padres. Puede ser similar el modus operandi del culpable pero eso no quiere decir que sea él.

—¡Por Dios Eli! Van ya, en solo estos seis meses tres casos con las mismas características. En serio crees que no fue él.

—Kaila ya pasaron casi quince años de lo de tus padres, hubo un largo lapso de tiempo, para que según tú volviera a atacar. Todo apunta a que no es él, además el caso de tus padres fue cerrado hace mucho.

—Sabes  que lo archivaron como un incendio y sabes que una de las razones por las que estoy aquí,  es eso.

—Kaila yo creo que a veces hay secretos que deberían mantenerse de ese modo "secreto". Tal vez eso que estás buscando, no sea lo que esperas.

—No me importa si es malo o bueno. Yo no puedo ser feliz por completo o estar tranquila hasta que tenga la verdad en mis manos.

—Kai la vida es muy corta y la estás desperdiciando en ese empeño tuyo de vengarte.

—Eli sin ofender, eres mi amiga y te quiero, pero solo yo decido como vivir mi vida —respondí de forma cortante—. Además cuántas veces hemos tenido ya está conversación.

—Kaila, si te digo todo esto es porque no quiero que te hagan daño. No sabes a quién buscas o qué buscas.




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