Los pecados de nuestra sangre

Capítulo 1 Ep. 6

Viajaron la mitad del recorrido al destino en su cabeza en tres días, deteniéndose de vez en cuando para robar más provisiones, y los medicamentos que Aion necesitaba para tratar su herida.

Habían acampado a los alrededores, lejos de las calles intransitadas, y de cualquier rastro de civilización cercana. Habían robado también un auto que le permitiría llegar a su destino, estaba determinado a lograrlo… por la seguridad del chico.

Aion encendió el estéreo del coche para silenciar sus pensamientos, pero no le ayudó en absoluto.

«Aún sigue en pie la investigación en busca del fugitivo y criminal, Aion Samaras. Aunque aún no se ha confirmado que se trate de él, se presume que escapó de la penitenciaria de Chainsdale hace diez días. Según ciertas fuentes, ha matado al menos a once agentes de policía, y es sumamente peligroso e inestable. Dichas fuentes aseguran que tampoco se encuentra solo, pues se ha identificado al joven de veinte años: Walter K. Hoddard, como posible cómplice de Samaras. Cualquier información, por favor comunicarse al 001-59…»

Apagó la radio, y miró sobre su hombro. Wally dormía plácidamente en el asiento trasero mientras él manejaba por la oscura calle, y con las luces apagadas. Su brazo comenzaba poco a poco a desinflamarse, y la herida empezaba a cosquillearle. Estaba feliz de que, durante esos días, nadie apareció obligándolo a tener que luchar y a abandonar todo lo que había conseguido.

Aunque sabía que volver a Wintercold era peligroso, no lo hacía por él: lo hacía por Waly, porque no quería cargar con la culpa en su conciencia si el chico terminaba muerto, o que empezara a odiarlo; ni mucho menos cuando sospechaba de quién era él en realidad.

Comenzaba a sentir sus ojos pesados, la vista se le tornó borrosa, y era un indicio de que debían detenerse para acampar y recuperar energía.

Se sumergieron en la espesura del bosque, cerca del río, donde tuvieron la oportunidad de lavar su ropa y bañarse para quitar la sangre y el sudor pegados en sus cuerpos; el fuerte olor que desprendían podía atraer a animales salvajes como osos y jabalíes.

Ingeniaron una suerte de tienda de campamento con las ramas caídas y hojas secas que les rodeaban, sus heridas resintiéndose al cargar tal cantidad de madera en sus brazos. Una vez satisfechos con su pequeño habitáculo, Aion puso dentro un gran conjunto de brasas ardiendo, resultantes de la hoguera que había hecho a varios metros de ellos.

Todo dolía esa noche, pero las palabras de Wally dolían aún más. El chico estaba deprimido y enojado consigo mismo, con su pasado..., con lo que había sufrido. Dolía más lo que Wally hablaba que cualquier injuria física que Aion había obtenido más temprano.

⸺Sí, fueron cuatro años de mierda ⸺continuó Wally hablando despacio, mientras escupía a un lado.

Aion sabía cómo se sentía estar roto y completamente solo. Sabía cómo se sentía soportar los puñetazos y golpes limpios contra su cuerpo resentido. Y sabía que el peor aspecto de eso, eran las secuelas emocionales y el dolor mental que quedaba después.

Podía identificarse muy bien con la historia de Wally.

⸺Lamento que hayas pasado por eso ⸺dijo en un tono comprensivo, y puso una mano en su hombro en señal de apoyo⸺. Cuando necesites desahogarte así, cuenta conmigo, Wally.

El chico asintió y tragó saliva, sus ojos fijos en el suelo mientras atizaba las brasas con una pequeña ramita.

⸺¿Sabes que maté a mi padre? ⸺dijo con angustia, y Aion no pudo evitar sentirse aún más identificado con él. Lamentó que Wally hubo pasado por algo así... Ese tipo de dolor, nunca se iría.

⸺No tenías opción ⸺le contestó al chico amargamente recordando que, en su momento, él tampoco tuvo otra opción.

⸺Lo sé, fue una mierda, Rabioso ⸺dijo Wally con frustración⸺. Pero lo que más me molesta, es lo injusto que ellos fueron conmigo.

⸺... Nunca es justo, Wal.

⸺¡No, no lo entiendes! ⸺bramó el chico irritado, arrojando la ramita a las brasas y lo miró con frustración a los ojos. Aion mantuvo su expresión calmada y quitó la mano de su hombro. No le importaba que Wally se desquitara con él. Quería que el chico sacara afuera el enojo y la rabia que tenía en el pecho. Wally dio un gran suspiro antes de seguir⸺. Sí, maté a mi papá porque era un maldito alcohólico violento y enfermo, pero no se suponía que yo debía terminar encerrado por doce años. Se suponía que la Ley debía ampararme… ⸺Se llevó una mano al rostro, irritado⸺. ¡Malditos estúpidos!, ni siquiera me dieron un buen abogado...

Aion le dio una sonrisa débil y su mirada cayó al piso antes de fijar los ojos en el chico de nuevo. Se mantuvo sereno; su silencio parecía causar un efecto tranquilizador en Wally, y se sintió contento de poder ayudarlo con tan sólo escucharlo.

⸺¿Por qué dices que es injusto? ⸺preguntó al cabo de unos segundos.

Wally apretó los labios y negó con la cabeza en un gesto desamparado.

⸺Yo estaba en shock cuando lo hice ⸺dijo despacio⸺. En ese momento no podía recordar nada de lo que hice, pero me acusaron de tres homicidios más que no tenían nada que ver conmigo…

Aion levantó las cejas cuando Wally habló sobre el hecho de haber sido acusado de homicidios de los que no sabía nada. Permaneció en silencio unos segundos antes de volver a hablar:




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