Los pecados de nuestra sangre

Capítulo 2 Ep. 2

Luego de procesar todo lo que Sebastián le había dicho, Aion suspiró e intentó ponerse de pie. Se sintió avergonzado cuando le costó más de lo normal incorporarse y pretender que ese licor barato no le había causado un terrible dolor de cabeza.

Se dirigió cabeza gacha hasta la puerta de la habitación donde estaba Wally encerrado y amagó a golpear, pero su puño se detuvo en el aire. Pensó que no era una buena idea. Afirmó la palma de su mano suavemente en la madera blanca y acercó su oído para comprobar si podía escuchar a su amigo del otro lado.

⸺¿Wally? ⸺llamó suavemente. No oyó una respuesta.

Dio otro suspiro abatido y se sentó en la misma silla del día anterior. Encendió otro cigarrillo mientras estaba listo el café del día. Había mucho que pensar.

Gris quería verlo. El simple pensamiento agitaba su pecho. Gris no estaba bien.

Jadeó frustrado. Había dejado todo lo que habían vivido juntos en el pasado. Deseaba con una ansía profunda volver a verla, pero al mismo tiempo, la idea de enfrentarla de nuevo le causaba terror.

¿De qué podían hablar de todos modos? Él la había amado, y luego había matado a su padre, la única persona que a ella le importaba en la vida, frente a sus ojos.

Le había arruinado la vida, la había lastimado, traicionado y mentido, y ahora era tan odiada y perseguida como él.

Así que, ¿qué podía salir de una conversación con ella? Aion no estaba listo para escuchar lo que ella tenía que decirle, no estaba emocional ni mentalmente bien para poder soportar sus ojos juzgándolo, su voz hiriente, sus reproches, sus culpas, y errores, y…

No. Si Gris quería verlo, tendría que esperar. ¿Por qué él le haría el favor de ir para que ella lo termine de destruir por completo?

Si podía retrasar el dolor que le causaría volver a verla de nuevo, lo haría.

⸺A la mierda, Sebastián ⸺murmuró para sí solo⸺. No iré.

⸺¿Quién es Sebastián?

⸺¡Dios! ⸺exclamó Aion llevándose la mano al pecho cuando oyó la voz de Wally desde la entrada de la habitación⸺. Me vas a dar un infarto.

Wally abrió la boca para hablar, pero la cerró rápidamente, como si quisiera contener las palabras. Actuaba como si acabara de recordar que seguía enojado con él. Bien. Si Wally quería castigarlo con la ignorancia lo dejaría, no es como si quisiera empezar una nueva discusión con él de todos modos.

Aion observó a Wally en silencio, mientras el chico arrastraba una silla junto a la de éll y se sentó, sin dirigirle la mirada. Tomó un sobre de café instantáneo y vertió agua caliente en una taza para prepararlo. Lo ignoró como si Aion no existiera, y sólo después de que desayunó tranquilo y con calma, dejó la taza vacía sobre la mesada, se inclinó para mirarlo fijo a los ojos, y habló:

⸺Entonces… ¿quién es Sebastián?

Aion no dijo nada. Wally alzó las cejas inquisitivamente y se cruzó de brazos sobre la mesada, era obvio que no iba a irse de allí sin recibir respuestas.

⸺¿Escuchaste lo que…? ⸺Aion dudó⸺. Olvídalo, no es nada.

⸺¿Mandar a la mierda a un tal Sebastián no significa nada? ⸺indagó el chico.

⸺Es… Olvídalo, es un problema del que me voy a ocupar después.

⸺¿Qué clase de problema?

⸺No es asunto tuyo.

Wally golpeó la mesa con la palma de su mano abierta y se puso de pie, enfrentándolo, cosa que hizo a Aion enderezarse con sorpresa.

⸺Entenderse con el hombre más peligroso de todo el país también es asunto mío y aquí estoy, Samaras, no estoy yendo a ningún lugar.

Aquel comentario hizo hervir su sangre. Aion frunció el ceño y se puso de pie lentamente mientras lo miraba con una expresión agria y amenazante. Le sorprendía que Wally no retrocediera ante aquella mirada. Aion quería darle una lección. Si Wally pensaba que él era peligroso, le quería dar motivos para que pudiera opinar con razón. Cerró sus manos en dos puños para restringir el impulso de hacerle daño físico. Y Wally era consciente de eso.

⸺¿Qué significa eso? ⸺preguntó seriamente. El chico apretó los labios y suspiró hondamente, mirando a otro lado, donde estaba el periódico del día anterior.

⸺No creo que seas consciente de quién eres realmente ⸺contestó en un tono angustiado. Su nuez de Adán subía y bajaba al tragar con fuerza. Aion notó que Wally intentaba no enojarse aún más, no le convenía enojarse… Comprendió que el chico sentía temor, aunque intentaba ocultarlo, y aquello intensificó la culpa que sentía por haberlo arrastrado con él en todos estos problemas.

⸺He estado consciente de quién soy desde que tengo memoria, Wally. Pero no pienso que puedas entender eso ⸺dijo Aion, su voz un poco menos severa.

Wally exhaló y sus hombros bajaron mientras se mordía el labio inferior con angustia.

⸺No me culpes por estar sorprendido de esto, es sólo que… es un poco increíble ⸺dijo lentamente y añadió⸺: Es como leer un horrible cuento de terror cada noche, y descubrir un día que el monstruo de la historia es real y es tan humano como yo.




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