Los pecados de nuestra sangre

Capítulo 2 Ep. 7

Cuando Aion abrió los ojos, el sol calentaba su cuerpo. Alzó la vista y sintió una extraña paz que nunca había sentido cuando vio a Gris acariciando su vientre. Se levantó despacio del colchón tirado en el piso donde había dormido como un bebé toda la noche, y caminó hasta que estuvo de pie junto a la cama de Gris.

⸺¿Estás bien? ⸺preguntó en un tono bajo. Ella lo miró con una leve sonrisa⸺. ¿Necesitas algo?

⸺Estoy bien… ⸺jadeó suavemente, pero parecía exhausta. Aion reparó en los profundos surcos debajo de sus preciosos ojos verdes y asintió con angustia.

Su mirada se dirigió al vientre hinchado de Gris, ahora descubierto, y notó la gran línea oscura que iba desde su ombligo hacia abajo, hasta perderse en las sábanas que cubría la mitad de su cuerpo. La piel que rodeaba su barriga estaba repleta de estrías, grandes grietas rojizas y pardas que parecían dolorosas. Aion volvió a mirarla a los ojos.

⸺¿Duelen?

Gris sonrió.

⸺No, no duelen ⸺murmuró acariciándolas. Aion asintió y permaneció mirando su vientre, teniendo algunos pensamientos sombríos, y luego sacudió la cabeza negativamente, sabiendo que no le haría ningún bien pensar en esas cosas.

⸺Creo que había una crema especial que Seb consiguió para ti… ⸺Se dirigió a la mesa metálica, buscando entre los diversos productos hasta que halló el ungüento que había visto allí antes. Luego se sentó en la orilla de la cama, poniendo un poco del ungüento en sus manos antes de masajear las estrías de Gris con él. Notó cómo ella reaccionaba ante el toque de sus manos y Aion la miró a los ojos⸺. Lo siento, mis manos están frías… ⸺se disculpó y ella sonrió cerrando los ojos.

Aion siguió masajeando su abdomen para ayudarla a relajarse un poco, el agradable aroma a vainilla y rosas revoloteó en su nariz. Disfrutaba esto, sentirse útil para ella, frotar su piel con gentileza, ser una buena compañía para ella… Afirmó su cabeza sobre su vientre, sólo para sentir al bebé moverse por un rato. Aion siguió acariciando a su bebé, porque nunca antes había sentido algo tan fuerte como esto. Estaba conmovido. Cerró sus ojos y apretó los labios, permaneciendo allí, para vivir más este momento…, el tipo de momento que calmaba sus nervios porque sentía que aún había esperanza, uno de esos momentos que querrías repetir una y otra vez para siempre.

Gris contempló sus acciones en silencio, y lentamente sonrió con cansancio mientras acariciaba su oscuro cabello.

⸺¿Qué haces, cariño? ⸺le preguntó con calma. Él alzó la vista para mirarla, su sonrisa calentaba su alma y le hacía sentir que podía olvidarse de todos los problemas con los que estaba lidiando en ese momento de su vida, al menos por un rato.

⸺Sólo estoy tratando de reconfortarte… ⸺Volvió a recostar su cabeza sobre su vientre, dándole suaves caricias con su pulgar mientras sentía a su bebé con la palma de su mano.

⸺¿Puedes sentirlo? ⸺preguntó Gris despacio, en el mismo instante en el que su piel se estiró y Aion pudo sentir un pequeño y constante empujón, tan evidente, que era perceptible la forma de la diminuta planta del pie del bebé. Alzó su cabeza y miró aquello con los ojos abiertos de par en par, antes de enfocarse en Gris, boquiabierto.

⸺¿Tú viste eso? ⸺jadeó asombrado y observó en completo shock cómo su bebé se movía y él sentía los empujones de sus diminutos pies bajo la palma de su mano.

⸺Te está saludando ⸺comentó Gris riendo despacio. El corazón de Aion latía con fuerza, y algo tibio, pero esta vez agradable, llenó su corazón del más puro amor que alguna vez hubo sentido. La tranquilidad de que su bebé estaba interactuando con él era algo que jamás había experimentado así. Sonrió nerviosamente, antes de depositar pequeños y numerosos besos en la piel tensa del vientre de Gris.

⸺Dile algo ⸺le pidió ella, con un brillo especial en sus ojos, y él alzó la vista hacia ella, titubeando⸺. Anda, dile algo para que pueda conocerte.

Aion volvió sus ojos a su vientre, donde posaba su mano, acercándose de modo que quedó a centímetros de su piel otra vez.

⸺Hola, bebé ⸺susurró aún con dudas en su voz, y al instante sintieron una nueva patadita. Los dos se miraron con mucho asombro antes de reír nuevamente por su propia reacción.

⸺Creo que alguien está feliz de conocerte ⸺musitó Gris.

Aion dejó salir una larga exhalación. De pronto se sentía demasiado afectado con lo que estaba sucediendo. No podía esperar a conocer a su bebé, tenerlo en sus brazos, pero también recordó que Gris estaba muriendo, y aquel maldito pensamiento intrusivo destrozó sus esperanzas en mil pedazos de nuevo. Apretó los labios, tratando de no pensar en ello, pero Gris notó su angustia a kilómetros. La idea de que era probable que Gris muriera antes de poder conocer a su bebé lo destruyó por completo.

⸺¿Sam…? ⸺Gris sujetó su mano y él negó con la cabeza, mirando a otro lado.

⸺Estoy bien, es sólo que… ⸺Se le quebró la voz y las palabras se le quedaron atascadas en la garganta. No pudo evitar limpiarse una lágrima con el dorso de su mano. Se dijo a sí mismo que era un imbécil por hacerla sentir preocupada⸺. Es sólo que… no quiero… No quiero perderte ⸺confesó, incapaz de mantener todo el dolor dentro, y las lágrimas empezaron a caer por su rostro. Gris apretó aún más su mano.




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