Los pecados de nuestra sangre

Capítulo 6 Ep. 8

Es increíble cómo funciona la mente de un niño.

Luego de que Nevan cumplió los tres años, se había animado a hablar e interactuar con él un poco más. Parecía haber cruzado un umbral invisible, como si el simple hecho de cumplir años desbloqueara una nueva función cerebral.

Sam estaba feliz por su hijo.

⸺Te gusta esta casa, ¿verdad? ⸺le preguntó al niño, que andaba desparramando sus juguetes por todas partes. Él sólo pensó en que le llevaría un buen rato ordenar todo aquel desastre. Vigilaba a Nevan de reojo mientras hacía malabares en la cocina preparando el almuerzo y pensando en la lista de tareas pendientes.

Pensó que quizá podía contratar a alguien que lo ayude con el aseo de la casa, o una niñera para su hijo, considerando cuidadosamente el riesgo.

⸺¡Aaah! ⸺Pegó un grito y soltó improperios cuando se fileteó el dedo índice con el cuchillo y comenzó a sangrar.

Nevan se quedó congelado mientras veía a su padre ir rápidamente al baño en busca del botiquín de primeros auxilios, donde Aion se sentó en la tapa del inodoro mientras que con un bollo algodón hacía presión contra su dedo rebanado⸺. ¡Mierda!

Nevan asomó su cabeza en el baño mientras él maldecía.

⸺Da. ⸺El niño llamó su atención y fue a hacerle compañía.

Aion lo miró un momento. Nevan estiró su mano, como indicándole algo que él aún no entendía, y luego negó con la cabeza.

⸺Papá se cortó el dedo, Nevan. Ve a jugar a la sala… ⸺Su hijo permaneció quieto mientras él pensaba en la comida estropeada⸺. ¡La comida! ⸺exclamó Aion de pronto, corriendo a la cocina y sacando el sartén lleno de humo del fuego, y pegó otro grito cuando se quemó la otra mano con aceite caliente. ⸺¡Me cago en…! ⸺Dudó.

Giró en sus pies, y notó a Nevan observándolo entretenido como si él fuera un espécimen de zoológico, haciendo cosas más divertidas que los chimpancés en ese programa que su hijo solía ver en la tele.

Dada. ⸺Nevan extendió su mano nuevamente, pero esta vez sostenía un rollo de papel higiénico. Aion estaba asombrado.

⸺¿Dada? ¿Ahora soy Dada? Esas son dos sílabas juntas ⸺señaló.

Inspiró aire para tranquilizarse y se enderezó un poco. Luego le pidió a Nevan que lo acompañara a la sala. Una vez sentados en el sofá, Aion quitó el algodón manchado con sangre y observó su corte en el dedo. No era grave.

Nevan se acercó un poco más, mirando su dedo lastimado con curiosidad mientras Aion analizaba su comportamiento. Su hijo no parecía asombrado por el algodón manchado de rojo brillante y el corte en su mano.

⸺Ven aquí. ⸺Sentó al niño en su regazo y tomó el rollo de papel higiénico de sus manitas⸺. ¿Quieres ayudarme?

El niño lo miró directo a los ojos y él sonrió.

⸺Ahora vamos a envolver mi herida con esto, ¿entiendes? Papá se lastimó el dedo, y necesita cubrirlo ahora para que no siga sangrando, ¿okay?

Nevan no contestó. Aion suspiró y le enseñó pacientemente cómo debía envolver la herida. A su hijo le tomó más minutos de los necesarios encontrar la forma apropiada de hacerlo, pero a él no le importó, le gustaba pasar tiempo con su hijo y enseñarle cosas nuevas todos los días.

Una vez terminado el trabajo, su hijo parecía satisfecho con el gran bollo de papel higiénico que había envuelto no sólo en su dedo herido sino en toda su mano.

⸺Hm. Bueno, pues nadie nació sabiendo, ¿verdad? ­⸺Se rio burlonamente de su hijo y se puso de pie para seguir cocinando mientras pensaba en la conducta de Nevan.

Le había dicho Dada ahora, y su indiferencia ante la sangre que había visto…

«No, ya estás sobreanalizando esto ⸺pensó⸺. Tiene tres años, está aprendiendo las cosas. Y es solo un bollo de algodón. No hay nada malo en que quiera entender lo que sucede…».

Soltó un suspiro y se frotó el rostro con la mano.

⸺Ya hasta empiezo a pensar como ella ⸺musitó, y luego un escalofrío lo estremeció cuando se dio cuenta de que no había visto a Gris desde que había recuperado a Nevan.

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La relación padre e hijo avanzaba rápido y en etapas. Primero fueron construyendo la confianza entre ellos, luego empezaron a surgir nuevas palabras, y ahora Nevan ya no se sentía incómodo con el contacto físico.

El pequeño soltó su oso de peluche y corrió hacia él, tirando de los bordes de su pantalón para exigir atención mientras él rallaba algunas zanahorias.

⸺Da. ⸺No hubo respuesta⸺. ¡Daaaaaa!

Aion bajó la mirada y no pudo evitar soltar una risa al verlo intentando trepar por su ropa mientras se ponía de puntillas.

⸺Ya estoy contigo, hijo. ⸺Le sonrió⸺. Sólo déjame poner esto aquí y me tendrás.

Los grandes ojos de Nevan, uno gris pálido y otro verde brillante, lo miraron con curiosidad y el niño estiró ambos bracitos mostrando sus pequeños dientes a su papá.

⸺Oda. ⸺Soltó.

Aion lo alzó, depositando una cascada de besos en su rostro, haciendo que Nevan pusiera distancia entre él y su cara con sus pequeñas manos.




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