Los pecados de nuestra sangre

Capítulo 8 Ep. 2

Ya era de día cuando llegó a su casa, pero Zeta ya no estaba esperándolo en la entrada. Sin embargo, había alguien más.

Aion estacionó junto a un auto exactamente igual al que conducía, aparcado en la entrada de la cochera. Las luces de su casa estaban encendidas, y una figura esbelta sostenía una botella de agua de durazno. ÉL respiró hondo y comenzó a caminar hacia ella.

⸺Si hubiera sabido que comprarías un auto idéntico al que me diste, me habría conseguido un modelo más moderno ⸺dijo, y por un segundo sonó como algo que Gabriel diría. Se sintió extraño.

⸺¿Aquí es donde vives?

⸺De momento sí. ⸺Romania asintió, observando su casa mientras bebía el refresco⸺. ¿Está bueno? ⸺preguntó Aion con sarcasmo.

Ella se encogió de hombros.

⸺No había cerveza… ⸺Roma le extendió la botella con una sonrisita. Él le dio un buen trago, y luego observó la etiqueta por un largo momento⸺. ¿Qué haces? ⸺preguntó ella frunciendo el ceño.

⸺Memorizar el nombre de esta bebida para no volver a comprarla. Es horrible.

⸺¿Por qué compraste un six-pack si no te gusta?

⸺Ya no importa. ⸺Aion chasqueó la lengua y comenzó a caminar a la puerta⸺. ¿Entras?

⸺Pensé que no ibas a invitarme.

⸺No, pero veo que eso no te impidió irrumpir en mi hogar y robar mis bebidas ⸺expuso Aion con exasperación mientras pensaba en cómo diablos ella había logrado ingresar.

Romania rodó los ojos y entró. Una vez acomodados en la sala principal, Aion suspiró con cansancio. No había dormido en días, excepto por treinta míseros minutos. Al parecer, tampoco iba a rozar su cama muy pronto.

Observó a su visita sentada en el sofá mientras él se acomodaba en la pequeña mesita de té frente a ella.

⸺¿Y bien? ⸺empezó Aion⸺. ¿A qué debo semejante honor?

⸺Solo vengo de pasada ⸺contestó Roma cruzando las piernas.

Aion alzó una ceja.

⸺¿De pasada a dónde?

⸺Vengo del teatro y me quedabas cerca. ⸺Volvió a cruzar sus piernas.

Él sonrió de lado y se acercó un poco más para susurrar:

⸺¿Te cuento un secreto?

⸺Dime. ⸺Los ojos de Roma brillaban con complicidad.

⸺Conozco a cuatro mentirosos muy malos, y tú eres tres de ellos.

Romania abrió y cerró la boca como queriendo protestar, pero no encontró palabras.

Aion suspiró una vez más, sentía el peso de su cuerpo pasarle factura por las horas de sueño que faltaban, y no podía esperar a caer profundamente dormido apenas tocara una superficie suave y acolchonada. Frotó sus manos por su rostro queriendo ganar unos minutos más de lucidez.

⸺¿A qué has venido a verme, Romania? ⸺preguntó con hartazgo.

La chica, cuyo rostro era angelical, comenzó a sonrojarse. Él notó aquel cambio tan brusco, pero no se lo señaló. De antemano, sabía qué curso seguiría esa conversación:

«Tenemos que hablar de lo que pasó entre nosotros...»

⸺Quería verte porque quería hablar de lo que pasó entre nosotros aquella vez ⸺empezó ella, Aion curvó una esquina de sus labios hacia arriba inconscientemente⸺. Lo que sucedió en mi casa... Esa no es la forma de tratar a una chica. Pero luego dijiste que me gustó que lo hicieras, y… ¿Sabes?… Creo que tienes razón.

Aion alzó las cejas.

⸺Me llamaste abusador ⸺le recordó.

⸺Pero creo que a ti también te gustó ⸺dijo Romania ignorando su comentario⸺. Era... notable.

Él alzó un poco más las cejas.

⸺¿Notable?

⸺¡No te hagas el tonto, sabes a lo que me refiero! ⸺replicó ella y añadió⸺: En fin, nunca nadie me hizo sentir lo que tú me hiciste sentir…

⸺Detente ahí ⸺interrumpió Aion, haciendo que ella se enderezara de la sorpresa⸺. Te has confundido, Roma. Yo no quiero nada contigo.

⸺Esa no parecía ser tu intención. Ese beso…

⸺¿Aún no lo entiendes? ⸺Aion la miró fijamente a los ojos, su rostro endureciéndose. La mirada de ella se estaba tornando vidriosa y conflictuada. Pero, aunque Aion le rompiera el corazón, Romania seguía trabajando para Ego. Ella también había sido cómplice en el secuestro de su hijo, y para él, Nevan era la prioridad. No podía perdonar a Romania así nada más⸺. Si Ego se entera, pasará algo espantoso.

⸺¿Cómo sabes eso?

⸺Tú lo dijiste. Además... ⸺Aion titubeó⸺. Olvida todo esto. La gente suele obsesionarse conmigo y a mí me suelen pasar cosas horribles.

⸺¿Eso qué significa?

⸺Significa que aquí no hay nada, ¿okay? No me gustas, y no me interesas. Todo fue una prueba, Romania ⸺dijo Aion con frialdad.

Los ojos de Roma brillaban con intensidad y su rostro se puso rojo de la vergüenza.

Aion esperaba a que comenzara a llorar en ese instante, sin embargo, ella se puso de pie le abofeteó la cara.

Quedó pasmado, su mirada fija el suelo, sin procesar lo que acababa de ocurrir.




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