¿Hace cuánto tiempo fue?
Ya casi no recuerdo
el dolor ocasionado,
Mi sonrisa aparece
en mi rostro,
mas mi corazón
llora de tristeza.
Cómo dueles
hermoso recuerdo,
me llenas de nostalgia,
me regresas al pasado
una y otra vez
como un disco rayado.
Gritó mi sangre ante
el filo del cuchillo;
corta y corta pero
no halló el dolor,
veo la oscuridad manchada
de su rojo vino.
El tacto de mis dedos
pasan por el líquido,
mis ojos lo ven angustiados.
Llega el invierno cubriéndolo
con su nieve fría...
Mi cuerpo se agita, siento el
miedo recorrer por mis venas,
mi respiración se entrecorta con cada
palabra con punta fina.
Me he vuelto una esclava
más del sufrimiento eterno.
El agudo sonido
que eyacula mi boca,
presiona como pequeñas
estacas acabando conmigo.
Mi existencia, siento
que voy en reversa.
Sostiene mis tobillos
arrastrándolos con intensidad
hacia la esquina de la
temible decepción presente
en las miradas de algunos
seres valiosos como los
metales preciosos para mi.
No observen, no observen
a este monstruo, no miren
sus heridas ocasionadas
por el látigo del castigo,
omitan cualquier secreto
que les he contado.
Recuerdos llorosos,
los amos tanto,
son tan inexplicables.
Duelen, son como un
suicidio para mi, sin embargo
los aprecio tanto, los abrazo
como si fuera la última vez.
Llenos de maravillas,
son magníficos, su belleza
es divina... Más no puedo
evitar el sufrimiento.
No puedo evitar
sentirlos en mis adentros.