Alvaro se pone la bata y sale gritando "¡ya va, pero ya va caramba!" Lara está "apoyada" en el timbre y no afloja hasta que oye la chicharra del portero. "Buen día profe -dice muy contenta- veamos ese material".
"¡Por Dios santo -dice el profe- ni siquiera amaneció, dejame vestir al menos!"
El profe va a su escritorio con medialunas y café, Lara ya está revolviendo todo.
"Eso no es -dice enojado- está en disket!"
Mientras moja su medialuna en el café Lara mira la pantalla fascinada :según contó el único sobreviviente del naufragio -va diciendo Alvaro- que tuvo que escapar de los pobladores, éstos eran antiguos piratas que se instalaron ahí y se adueñaron de gran parte de la costa, dominando a los lugareños y quedándose con el faro que era nuevo; imaginate cómo estará ahora, después de 500 años. Bien, resulta que como ellos venían de perder su propio barco (para piratear) a manos de otros piratas, decidieron usar el faro para hacer naufragar barcos grandes que eran buenos botines, ellos y sus descendientes aterrorizaron la zona por 200 años, hasta que los pueblos vecinos se armaron y marcharon contra ellos; los mataron a todos con sus mujeres e hijos y luego los tiraron al mar pasando la rompiente.
Pero -sigue Alvaro- el faro quedó maldito, aunque nadie quería usar las casas que fueron demolidas a mazazos, sí debían prender el faro para los barcos, solo que el que subía... al otro día bajaba ido, no hablaba más y moría al poco tiempo.
Llevaron curas, sacerdotes, bueno, lo que se conocía en esa época, y nada.
Lara, tenés que ser prudente y no entrar hasta..."
"Claro profe, no se preocupe, mandaré un parasicólogo y una vidente, también hablaré con dos locos que cazan fantasmas porque seguro arriba hay un alma en pena ¡pan comido!"
Lara le da un beso y con el disket en la mano lo saluda, Alvaro mira la mesa y grita: "¡pero... te comiste todas mis medialunas! ¿Y ahora qué hago, me acuesto?"
Lara va en la vieja chatarra por la ruta a mardel, a su lado, una canasta de camping de doble tapa que la abuela llenó de pastafrola y empanadas, latas de gaseosas y un termo con leche.
"¡Grande abu!" -dice con la boca llena, termina de comer, pone un casette de Mariano y llega a destino cantando a voz en cuello.
En el museo la atienden enseguida, le ofrecen un refrigerio que rehúsa y le dicen que se alojará en la casa de la encargada para que esté más cómoda, porque ella sabe toda la historia y le puede contestar cualquier pregunta. Muy tarde esa noche, luego de una larga y fructífera sobremesa con Mirta se fue a acostar, pero lejos de dormir, sentada en su cama con la laptop abierta y comiendo pastafrola, chateaba con la abuela, con el profe y con Enzo, el estúpido secretario, "todavía está tercero -pensó- va a tener que esforzarse mucho para que lo llame antes que al profe".
Se durmió y tuvo una pesadilla con ·ese faro del demonio", en la que alguien invisible la tiraba desde arriba, justo antes de reventarse contra las rocas, se despertó: "ahh -respira hondo- me hace falta el olor a menta".
Temprano en la mañana va a la cocina, hay aroma a café y pan tostado, Mirta le dice: "ya iba a llamarte Lara, sentate, comamos que hace frío y allá sopla mucho el viento.
Llegan al faro donde hay 3 vehículos esperando, Mirta la mira, Lara dice "expertos".
"Ah, ya trajimos de toda especie y no hay caso, no hay aparato que registre algo".
"Veremos" -dice Lara.
"¡Cómo! ¿Vas a entrar?" -pregunta espantada Mirta al ver que enfila detrás de los 2 hombres y la vidente.
"Claro ¿cómo creés que voy a restaurarlo, desde afuera?"
"Pero -protesta Mirta- esperá a ver qué dicen, ¡podés quedar ida!".
"Pamplinas -dice Lara- los idos siempre fueron hombres que trataron de prender el faro, porque los que subieron a investigar volvieron en su sano juicio y nunca se les ocurrió encenderlo ¿verdad? entonces está claro que ellos, los piratas, no quieren que el faro alumbre la rompiente y las rocas para que haya naufragios; Mirta, ¿alguien alguna vez pensó, en 300 años, en alumbrar la costa de otra manera, como...con antorchas, quizás?"
"No que yo sepa -dijo Mirta pensativa-
"¿Podrías averiguarlo, por favor?"
El parasicólogo, los cazafantasmas y la vidente bajaron diciendo que el faro estaba "limpio" y se fueron molestos por el largo viaje en vano. Lara se quedó sola y decidió subir.
Con la laptop colgada del hombro comenzó, se había puesto un jean, zapatillas y un grueso pullover recién comprado color crudo.
Las paredes eran un desastre, las partes que no estaban rotas tenían manchas de toda clase, desde sangre hasta vómitos y excrementos, leyendas obscenas, y las maderas de pino colorado habían sido víctimas de navajas y cuchillos.
"Tendré que curar la madera otra vez sin dañar los ladrillos -iba pensando- "¡Qué crímen!"
Arriba se sienta en el piso y abre la laptop, "profe -dice- estoy adentro, los expertos recién se fueron y no hay nada, esta noche haré un experimento".
"¡Lara, salí de ahí enseguida!"
"Soy mujer y no voy a prenderlo, no pasa nada profe, chau".