Cada persona necesita una enzima.
Una que catalice su vida, que aumente la velocidad de ella,
que la haga más fuerte.
Pero sin hacerle daño, aunque ¿qué amor no sale dañado?
Cada uno debería de experimentar un amor puro, uno sincero.
Donde el perdón sea recíproco,
la comunicación lo primordial,
y la confianza siempre esté presente.
[...]
Querido, tú y yo somos una reacción química,
una que se sintetiza a base de amor,
con grandes cantidades de dopamina y serotonina.
Una pareja que se encontró cuando se estaba cayendo en un vacío.
Cada uno por su parte,
vivía una vida sin rumbo.
Donde la decadencia y las adversidades reinaban.
[...]
Pero nos encontramos,
curamos nuestras heridas pasadas.
Ahora somos fuertes,
llenos de probabilidades en la vida.
Con un corazón agrandado de tanto cariño hacia el otro.
Queriendo mejorar, amar, querer más.
Porque es cierto,
tú has sido la enzima de mi vida.
La que movió todos mis muros, aceleró mi corazón,
me hizo más fuerte, inquebrantable.
Así como otra enzima.