Los que nos observan

Acechadores: ¡¡Corre!!

En el capítulo anterior…

Bosque del poblado fantasma Ecrotos…

En el trascurso de su reposo…el tiempo era lo único que no dejaba de acechar y cada vez la neblina cambiaba de sitio por lo cual les daba facilidad a seguir por la senda a su destino pensado; entre el miedo, sosiego y recuerdos macabros que no podrán olvidar; se bajan de aquel tronco rasposo y empiezan su travesía para salir de ahí, caminaron un buen tiempo cruzando arboles torcidos, suelos piedrosos y la espesa neblina que condesaba todo lo que pisaron en eso Fedrid empezaba a notarse muy inquieto que llamo la atención de Ericka que ella le pregunta:

‒Que ocurre ‒Se lo dice sin voltear la mirada‒

‒Esa luz de fondo lleva tiempo siguiéndonos‒

‒Ericka se exalta y voltea rápidamente deteniéndose ‒porque recién me lo dices‒

‒Quería asegurarme que fuera una luz real‒

‒Claro que lo es, habíamos dicho que cualquier cosa que veamos y que parezca extraño, no los íbamos a decir te lo dije miles de veces mientras estábamos subido en la copa del árbol‒Ericka empezaba a alterarse‒

‒Lo lamento, estoy aterrado, no sé qué decir‒

‒Ericka se hace un poco hacia atrás y le toma del brazo a su hermano ‒corre ‒grita luego ‒CORRREEEEEE‒

Empieza el terror en sus cuerpos; cada paso corrido que hacían la extraña luz más los alcanzaba, mientras la radiante e inmensa luna se perdía antes sus ojos haciendo que el camino donde no debían pasar les oscureciera por completo, todo a su alrededor pareciera que fuera cómplice del destello misterioso... la neblina empieza a tornarse pesada y el frío trataba de corroerse en ellos, corrían pero las bajas temperaturas no obstaculizaban la adrenalina pura que llevaban en ellos y no sería fácil alcanzarlos pero en un momento de descuido ante sus ojos cegados, Fedrid choca fuertemente contra un árbol; partiéndose la nariz y este cae desangrándose:

‒Fedriiiid ‒ella grito ‒no, no, no, no ‒ cada no era asegurándose que la nariz no fuera lo único roto ‒no me hagas esto‒

‒Estoy bien, pero me siento mareado‒

‒Tenemos que seguir, ella exclamo‒

Lo agarra del brazo y hace que él se suba a la espalda de ella, correr con alguien a su hombro solo dificultaría más la situación; más que no pensar siguió corriendo con su hermano sujeto, ya perdió mucho y tanto el destino sería tan amenazante para colocarle trampas en sus pasos y al dar un pie en falso cae a un barranco casi profundo, rodando sus cuerpos de una forma desproporcional; entre ramas, hojas y piedras todo lo que pase ante su caída fatídica. Cayeron tanto que debió pasar 10 seg para que sus cuerpos reaccionaran a tal impacto; Ericka más consciente de todo se levanta colocando sus manos en el fresco pasto, tenía muchas heridas en sus brazos piernas y manos; su cara se estrujaba levemente al sentir que por dentro se le habían despedazado todos los huesos, pero al contrario solo eran moretones que cubrían entre partes pequeñas y medianas de su frágil piel; entre el mal golpe comienza a recuperar la conciencia rápidamente de lo que estaba pasando entre gritos de llamado hacia Fedrid no le quedaba más que levantarse y entre ciegas porque la luna le había dado la espalda, tomo fuerzas para no tropezarse con algo que pueda causarle más daño; entre tambaleos escucha la voz de su hermano y ella grita:

‒Fedriddddd donde estas

Su respiración comenzaba a acelerarse, miraba por todos lados con intención de ver algo, una silueta que pueda asegurarle que sea su hermano y entre la ciega noche agresiva, no tan lejos de su posición aparece Fedrid, estaba bien y sin heridas graves, solo de su nariz, ella corre a él y lo abraza de la cintura:

‒Aquí estas, aquí estas, aquí estas ‒sus ojos cerrados se llenaban de lágrimas, cada repetición de sus palabras era una mezcla de emoción, preocupación, como si su corazón se saliera del pecho‒

‒Estoy bien, no llores ‒el agarra su rostro‒

‒Ella asiente su cabeza sobre la frente de él, respira profundo ‒salgamos de aquí, no aguanto más este lugar‒

Ambos se levantan; pero al parecer perdieron el sentido del camino, les costaría unos segundos más para encontrar la senda correcta que los llevaría a su destino insistente...mientras el canto de los grillos empezaba a tornarse fuerte y la ráfaga de viento que complementaban hojas como barcos en marea pasaban a costados de ellos de una forma brusca haciéndolos estremecer, pero como toda acción forzada tiene límite; su entorno se silenció por unos segundos, ellos no comprendían lo que estaba pasando entre la mezcla de tantas cosas un estruendoso sonido acompañado de un poderoso destello que los termina cegando aparece encima de sus cabezas, la magnitud era abismal pareciera como si se los fuera a tragar enteros; en eso esta propia luz emite una onda que los hace a ambos levantar del suelo como si sus cuerpos fueran globos rellenos de helio en busca de su trayectoria y para no desviar tanto el tema, Fedrid había cedido su voluntad a la extraña luz por lo cual no hacia ningún gesto o movimiento brusco para impedir que se lo llevaran, pero por la otra parte Ericka se daba cuenta de lo que estaba pasando; ella agarra la pierna de su hermano e intentaba llevarlo hacia su cuerpo, pero por mucho forcejeo era todo en vano. la fuerza que emitía este misterioso cuerpo lumínico era impresionante, ella impedía abrir sus ojos no quería ver, en su conciencia sabía que al abrirlos se entregaría a esto; su mente era tan fuerte, tanto, tanto, tanto, cada repetición de esto, era la magnitud de fuerza de voluntad que tenía para no dejarse someter, pero como todo final en realidad no es un final, ella y su hermano terminan siendo abducidos por esa extraña luz que al apagarse era una inmensa nave alienígena que poco a poco se fue desplazando hasta desaparecer fugazmente entre el horizonte del cielo oscuro y el boscaje.




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