Los que nos observan

Bosque de los desmembrados: ¿Grieta de la realidad?

En el capítulo anterior…

Afueras de Winston-cercanías al poblado Morcovoa; año 2040…

El de inmediato abre de nuevo la puerta del vehículo buscando su celular para llamar a Mónica con la expectativa de saber si lo que el estaba viendo sus ojos era real…pero por mala suerte no había señal disponible…el cielo se oscurece como si el día tuviera mucha prisa, sintoniza la radio de su auto para encontrar algo que le pueda sacar de dudas ya que todo lo que estaba presenciando era real o producto de su imaginación…en el giro de la rueda de la radio sintoniza algo de inmediato:

“Las fuerzas armadas están conteniendo a las personas que tienen familiares en la ciudad del Palago, no hay aun accesibilidad a este sitio por lo tanto aun no tenemos registros de cuantas víctimas mortales dejo esta explosión suscitándose a las 7:15 pm, los mantendremos informados más adelante”

Eduard estaba con el ¿qué? ...no comprendía en lo absoluto lo que estaba ocurriendo, primeramente escucho que la ciudad del Palago fue destruida y segundo la explosión se suscito a las 7:15 pm cuando donde estaba él aún era de tarde…estaba completamente confundido y la grieta seguía latente…se aleja del vehículo, caminando unos pasos mas tratando de averiguar que lo que estaba viendo…pero por mucho que trataba de resolver algo que le saque de dudas, más lo desconcertaba…que después de unos segundos la rara anomalía provocada por una grieta que estaba enlazado por la realidad se cierra haciendo que el cielo oscurecido vuelva a la normalidad de la tarde anaranjada. Eduard quedo en media carretera anonadado ya no sabia si todo fue real…que después de todo; los carros pasaban normalmente a lado de él como si las personas que conducían los vehículos no hubieran presenciado nada…el detiene un carro para preguntar si vieron lo que el vio:

‒Hola, ¿has visto lo que yo vi? ‒

‒Hola, no sé de qué me hablas‒

‒Pero…no viste por el horizonte que una raya partió aquí donde estoy parado‒

‒No para nada ¿has estado drogándote amigo? ‒

‒Que dices, sabes que olvídalo‒

Eduard subió al vehículo, ya no comprendía nada…así que decidió conducir mas adelante para encontrarse con otra persona que le pueda sacar de dudas…siguió la travesía, a lo lejos diviso una pequeño minimarket…se estaciono y salió de su vehículo; ve que dejaron un letrero que decía “vuelvo en 10 minutos”, entro y mientras esperaba fue en busca de agua o comida para bajarse un poco la impresión de aquel momento, pasando sus manos encima de los estantes veía que estás no dejaban de temblar y aunque él no se sintiera nervioso al impacto del momento, igual tenía un descontrol irracional de su cuerpo y entre tanto, regresa la persona que había dejado el letrero afuera, Eduard se voltea y va directo a caja:

‒Se siente bien ‒el cajero exclamo‒

‒Algo, ¿usted sintió lo de hace un momento? ‒

‒Mmm, no, porque lo dice‒

‒El cielo se hizo de noche y apenas son las 4:15 pm‒

‒Veo que es un día esplendoroso, quizás debería cambiar esas gafas viejas‒

‒Eduard se molesta ‒no son mis gafas, se lo estoy diciendo muy enserio‒

El cajero disimula la conversación y se fija de la dirección donde estaba estacionado el vehículo de Eduard:

‒ ¿De visita? ‒el cajero le pregunto‒

‒Casi visita‒

‒Por lo que puedo notar no es un civil común, mucho de ustedes pasaron por aquí y nunca más los volví a ver, ah cierto ahí tengo un pizarrón donde cuelgo sus fotos‒

Eduard se voltea y ve todos sus compañeros de trabajo de TerraCorp junto con otras personas:

‒ ¿Cuánto tiempo lleva haciéndolo? ‒Eduard pregunto‒

‒Hacer que cosa‒

‒Tomarle fotos a todas las personas que llegan aquí‒

‒Diría que uno 15 años‒

‒Y ninguno… ¿así sea alguno ha salido de allí? ‒

‒Para nada…siempre se llevan la mala suerte de viaje, aunque la mayoría…curiosos‒

‒ ¿Sabe algo del poblado Morcovoa? ‒

‒Es un lugar pacifico…su bosque es lo opuesto‒

‒ Entiendo ¿algo más que debería saber? ‒

‒Hay muchas historias que cuentan los lugareños de aquel sitio, algunos se han vuelto locos, pero nada que compense con leyendas más estrafalarias…la bruja sin piernas, yo me cuido mucho y prefiero dar vuelta al lado contrario‒

Eduard Ulises lo observa por unos segundos y agradece por darle información acerca de esa zona… sale del minimarket, no se sentía aterrado, pero si alertado; porque al parecer todo lo que él había estudiado sobre aquel lugar y las advertencias que le habían dado empezaban a tonarse más pesadas para su inquietante cabeza. Se sube al vehículo, enciende el motor y se adentra más hacia el camino del horror; a lo lejos divisaba el lago Hedrigan, podía notar su proximidad al poblado pensado y al estar cerca cambio camino ya que no quería toparse con nadie porque solo harían provocarle pánico a su día loco. Aun sentía el peso de lo que había presenciado hace minutos atrás, pero ahora debería enfocarse mas en lo que se adentraría que cuando llego se estaciono; abrió la puerta, saco un cabo que lo amarro a un tronco de árbol muy cerca de su vehículo y el otro extremo a su cintura…una vez adentro del bosque comienza su caminata en busca de algo que le de pruebas…el canto de las aves y los rayos de sol que tocaban su rostro le hacía sentir cómodo con el ambiente de su alrededor. Saco una grabadora de mano que al presionar grabar empezó a captar lo que decía:




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