Los que nos observan

Bosque de los desmembrados: Mor Voa

En el capítulo anterior…

Bosque de los robles del poblado Morcovoa; año 2040...

El de a poco a poco se va alejando porque lo que ven sus ojos es algo espeluznante una criatura con aspecto humanoide brazos muy largos…sin piernas y de aspecto oscuro se iba acercando sin saber cuál sería su intención atacarlo o dejarlo ir, nuevamente esta aberración emite un alarido que estrujaba la mente de Eduard provocando una invasión de todos sus miedos o fobias en el haciéndole perder la cordura…entrando en desesperación el se retorcía por el rasposo pasto de aquel bosque que de un momento a otro siente como unas manos que no provenían de ese ser horripilante lo comenzaban a asfixiar fuertemente perdiendo por completo la noción.

Al abrir sus ojos, entre parpadeo y parpadeo; nota que el cielo tenía techo de madera... él se inmuta levantándose al instante y no era eso, solo una cabaña en donde aquella silla una anciana de cabello largo blanco bordaba lo que parecería ser tela de vendajes:

‒Donde estoy‒

Él se mueve bruscamente, haciendo un gesto de dolor en su rostro:

‒No te muevas mucho, niño ‒la anciana exclamo‒

‒Me duele mucho la piel del cuello ‒

‒Si te dejaras de mover no sentirías tanto dolor‒

Ella se levanta de su silla y le pide que se recueste:

‒El respira profundo ‒ ¿me podría decir dónde estoy? ‒

‒Ella sonríe ‒eres muy valiente para entrar aquí pero no todos salen vivos, desde cazadores furtivos como curiosos que solo encuentran su inminente muerte‒

El ignora lo que la anciana le decía…ya que la piel de su cuello le dolía:

‒Algo me tomo por el cuello, pero no era esa cosa horrible‒

‒Lamento haberte asfixiado‒

‒ ¿Usted lo hizo?, porque‒

‒Yo merodeaba por ahí y te vi, tuve que desviar la atención de Mor Voa‒

‒ ¿Mor Voa? ¿esa cosa sin piernas? ‒

‒Si, pero no le llames así por eso mismo te hable con su nombre‒

‒Está bien comprendo, gracias por haberme salvado de una forma brusca, pero gracias‒

‒No es necesario…debes mantenerte recostado aun estas débil‒

‒No sentía miedo…pero esa cosa, digo Mor Voa lo provocaba era difícil de contenerse‒

‒Ella caza a curiosos…los mata, les arranca sus extremidades y las cuelga por todo el bosque especialmente cerca de su cabaña‒

‒Eso es asqueroso…mi intención es sana, solo trato de recopilar información de este lugar y encontrar a los que no volvieron más‒

‒Lamentablemente ellos murieron aquí, ninguno sale vivo‒

‒Yo aun sigo vivo‒

‒Por el momento, no te confíes de mis palabras Mor Voa es muy indecisa‒

‒Estoy capacitado para esto, encontrare la forma de salir de aquí…solo primero debo tener mi grabadora‒

Eduard saca su grabadora:

‒Podría contarme mas acerca de ella, serviría de mucho‒

‒Eres muy seguro de lo que haces‒

‒Solo trato de demostrar de lo que soy capaz, pero por favor le pido que me cuenta acerca de ella‒

‒Historias tras historias, unas que otras parecen tan reales  pero ninguna que se asemeje a la mía, en el año 1990 el poblado Morcovoa estaba pasando por una crisis de identidad; varios de allí tenían avistamientos de hombres reptiles que robaban sus suministros como comida y medicamento, por lo tanto sus habitantes se pusieron alertas y no descuidaban sus negocios hasta sus mismas casas eso duro mucho, al año 1995 esto ceso un poco ya que pudieron estar más tranquilos hasta que llego el 4 de noviembre en las costas de Serra un pequeño pueblo cercano a Morcovoa; dos pescadores a la distancia divisaron una mujer con aspecto de pez asimilando a un sirena, no basto tanto para que la capturaran; llevándola a la corte más cercana y la juzgaran, los habitantes al no comprender la procedencia de este ser asemejándolo mucho a los hombres reptiles la condenaron a morir torturada… ‒la anciana siente una presencia‒

‒Que ocurre ‒Eduard se inmuta‒

‒Esta cerca no digas nada, ni siquiera respires‒

La anciana se levanta poniéndose alerta en presencia a Mor Voa, saca de su bolsillo tierra esparciéndolo alrededor de Eduard para después agarrar un dedo de la mano de él, hincarlo con una aguja y topar la sangre con el suelo en dirección a su derecha haciendo que Mor Voa lo pierda de vista:

‒Eso fue impresionante al parecer conocer mucho de ella para desviarla de mi‒

‒Eso la mantendrá ocupada‒

‒ ¿Qué fue lo que hizo? ‒

‒Un poco de tierra sagrada de las costas del lago Hedrigan y tu sangre, que desvió tu presencia, pero cuando esta seque volverá‒




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