Me desperté ahí mismo donde me había desmayado solo que con una manta encima, aun llevaba el uniforme de la escuela, me levante y escuche a Antonieta llorando, en una llamada avisando a sus familiares de la muerte de mi padre
Fui a mi habitación, tome un baño, y fui de nuevo ver a Antonieta, me dijo que los preparativos del funeral de mi padre ya estaban listos, me disculpe con ella por dejarla hacer todo esto sola, debió de ser también muy difícil para ella también, pues llevaba más de 10 años con él, aunque nunca se casaron.
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Era momento de enterrar los restos de mi padre a mi alrededor, había compañeros de trabajo de mi padre, también incluido el señor Smith y su esposa supongo, además de algunos familiares de Antonieta acompañándola en su dolor, y yo... sola, llorando silenciosamente mientras despedía a mi padre esa tarde.
Al terminar el funeral Antonieta y yo regresamos a casa, nadie dijo nada cada una llevaba el dolor a su manera.
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Paso una semana y llego el abogado de mi padre el señor Christopher Méndez, un hombre muy elegante y respetuoso muy amigo de mi padre además de ser su abogado, él también estuvo en el funeral
Hablo conmigo y Antonieta sobre el testamento de mi padre, a mí no me interesaba nada de eso, pero, aun así, puse mucha atención a lo que decía la última voluntad de mi padre
La casa seria de Antonieta y también una cuenta de banco con suficiente dinero para ella
A mí me dejo una cuenta de banco con el suficiente dinero para estudiar la universidad y vivir como 3 años sin trabajar, también me dejo un departamento a mi nombre cerca de la ciudad, si es que decidía dejar de vivir con Antonieta
El señor Méndez me entrego una carta casi cuando ya casi se iba, dijo que era de parte de mi padre y me abrazo en forma de consuelo, pues sabía que ya no tenía más familia en la cual refugiarme y después se fue.
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Editado: 29.11.2021