Bajamos a la planta de mi oficina y Scott estaba sudando, no te que estaba muy nervioso, tal vez por cómo había respondido al jefe de la empresa.
Al llegar a mi oficina tome un poco de aire y seguí con los pendientes que tenía, escuche en el altavoz a Scott
- Señorita Dániel, está en la línea el presidente Smith, quiere hablar con usted
¿Qué quiere este idiota ahora? - pensé
- Gracias, Scott... Sí gustas puedes ir a almorzar
- Gracias, señorita
Tomé el teléfono
- ¿Sí? habla Grey
- Hola, señorita Dániel, ¿Qué tal su primer día?
- Estamos en horario de trabajo como para hablar de asuntos personales, señor Smith
- Bueno, entonces, necesito que venga a mi oficina
- Está bien en un momento voy para allá
Ya casi era la hora del almuerzo ¿Qué quiere ese loco?
- ¿Sí? ¿Para qué me necesita?
- Dániel, necesito que almuerces conmigo – sonrió –
- ¿Qué?
- Que almuerces conmigo
- Pero ¿por qué?
- Tenemos que ser compañeros de trabajo más unidos si queremos que la empresa siga prosperando como lo ha hecho hasta ahora mi padre
Tenía razón el señor Smith confiaba en que yo como ayudante de Kanie sacaríamos adelante su empresa
- Bueno, está bien señor Smith, solo por esta ocasión le tomare la palabra.
Enfrente de nosotros había 2 hamburguesas aun tibias y demasiado grandes
- Con confianza señorita Grey
- Solo Dániel, no me gusta que me llamen por mi apellido
- Entiendo... bueno empecemos antes de que se enfríen más
Tome una y empecé a comer, la verdad estaba deliciosa, no estaba acostumbrada a que me vieran comer pues la mayoría del tiempo siempre estaba sola, pero en ese momento solo me concentre en comer
- y dime ¿te está gustando tu trabajo?
- Sinceramente si, aunque es algo que no solo lo hago por gusto, sino también por las personas que amo
- Oh, eso es algo de admirar Dániel
- ¿Y dime tu porque lo haces? – se puso tenso.
- Siempre vi a mi padre como un ejemplo y solo quiero seguir con su legado
Asentí con la cabeza y seguí comiendo, tal vez no le gustaba hablar de ese tema
- Admirable, señor Smith, no cualquiera hace ese gran esfuerzo
- Solo dime Kanie... Y dime... ¿sales... con alguien, Dániel?
Casi me atoro con un bocado de hamburguesa cuando dijo eso, me paso un jugo y tome un gran sorbo
- Y ¿A qué viene esa pregunta Kanie?
Dije volteándolo a ver a los ojos
- Simple curiosidad... tal vez
-Bueno siendo sincera... La primera vez que abrí mi corazón, resulté solo ser una apuesta de 100 dólares y desde entonces, no me interesa conocer un hombre en sentido romántico
- ¿Entonces, no crees en el amor?
- Claro que creo en el amor, mis padres me demostraron de que, si existe, solo que necesitas encontrar a la persona correcta.
- ¿Pero tus padres no se divorciaron, y tu padre se volvió a casar?
Lo vi con una mirada de asombro ¿Cómo sabia eso?, él lo noto y dijo:
-Mi padre me lo conto
- Si, así fue... pero si te contara la historia de esos 2, pensarías que es ficción.
- Interesante
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Editado: 29.11.2021