Los Recuerdos De Dániel Grey

15. Reencuentro

-Tomas – dije entre mi

Estaba con unos empresarios, algunos más grandes que otros, ganas de darle otro puñetazo no me faltaban, pero ya no era mi asunto, él ya tenía su vida y yo la mía, así que tomé otra copa, me la tomé de un trago y me fui al baño a arreglarme un poco.

Las mujeres que había en el baño parecían diosas, demasiado delgadas super blancas y vestidos que ni trabajando 1 año entero podría comprar y yo sin gracia.

Había llegado tarde a la repartición de belleza, que tristeza :(

Los últimos años me habían crecido un poco los senos, pero tenía piernas anchas, al igual que mi trasero era un poco voluminoso, a un lado de esas mujeres me veía gorda.

Pero no podría ser igual que ellas, solo les interesaba los ceros que tenían la cuenta de las personas con las que se relacionaban y a mí eso era lo menos que me importaba, pues se trabajar y se conseguir las cosas que quiero yo sola, ellas no conocían lo que es ser independientes.

Sali del baño, y a unos metros de la salida me encontré recargado a Tomas con la espalda en la pared y con las manos en los bolsillos, volteó a verme.

Sin embargo, seguí mí camino, haciendo como si su existencia no importara, pero me tomo del brazo y me refirmo en la pared, apestaba a alcohol, me miro a los ojos:

- Dániel Grey que alegría volver a verte, no puedo creer que seas la misma Dániel de hace 5 años, has cambiado, la adultez te sentó muy bien

- Solo alguien como tú de arrogante, no sabía que las personas con el tiempo cambian

Dije subiendo mis brazos en sus hombros detrás de su nuca

– Pero ya aprenderás 

Y jale de su cabello tan fuerte para que se hiciera para atrás y así pude salir de donde me tenía acorralada, camine lo más rápido que los tacones me permitían, hasta la salida del salón y ahí me encontré con Kanie

- ¿Sucedió algo? ¿Por qué estas tan alterada? 

Pregunto preocupado y mis lágrimas se asomaban y me nublaban la vista, tenía demasiado coraje a mí misma, pues me había rencontrado con la primera persona en la que confié y me falló.

Kanie me abrazó y respondí a su cálido abrazo rodeándole la cintura con mis brazos.

Y por primera vez en tanto tiempo me sentía protegida, aunque hubo un momento en el que sentí que su cuerpo se tensó, después volvió a abrazarme con ese calor protector que emitía y bajo su boca hasta mi oído y dijo:

- Tranquila, estoy aquí, si no te sientes bien, regresemos a casa

No podía dejar la cena solo por mis asquerosos sentimientos, me aleje de Kanie y me limpie las lagrimas

-Discúlpame Kanie ya te mojé de asquerosas lagrimas

Y el con una sonrisa dijo:

-Tranquila, vamos a casa

- No te preocupes, estoy bien solo fue... - ni si quiera supe que responderle

- ¿Segura que estas bien? Lo importante eres tú, cenas habrá muchas para que me acompañes

- No es necesario, hay que seguir, ven, vamos a comer

Le tome una mano y nos dirigimos al comedor, las personas apenas estaban ocupando sus lugares, encontramos los nuestros y nos sentamos.

La cena termino muy bien, de hecho, Kanie me invito a bailar y la verdad Kanie baila muy bien

 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.