Los Recuerdos De Dániel Grey

16. Primer Beso

De ahí Kanie fue a dejarme de regreso a casa, ya en la puerta de mi departamento dije:

- Muchas gracias por invitarme a esta cena y disculpa por la escena de hoy, fue muy infantil llorar enfrente de ti y mojar tu traje, discúlpame

- No te preocupes te invitare a diferentes cenas y te perdonaré, si en todas, te veras igual de hermosa que hoy

- Pero ¿Qué dices? ¿Acaso no viste las diosas que había en toda la cena?

- De lo único que estoy seguro es que resaltabas del montón y fue un orgullo que yo fuera tu acompañante  

Se fue acercando más a mí, conforme decía eso, el corazón me latía muy fuerte, yo iba retrocediendo hasta que choque con la pared, me acorraló:

-Eres muy linda, Dániel

Dijo pasándome un mechón de cabello detrás de la oreja, al sentir su rosé, sentí un escalofrió recorriendo mi cuerpo, tal vez era porque había tomado unas copas de champan, pero solo fueron 3 o 4, aunque no podía negar que él era muy apuesto y fue entonces cuando se acercó más y sentí sus labios cálidos y suaves 

¿Pero qué está pasando? - dije en mi mente

Sin embargo, seguí su beso, era tan cálido, le pasé los brazos sobre los hombros y puse una mano sobre su nuca para atraerlo más a mí, el bajo sus manos hasta mi cintura, hasta que no quedo espacio entre nosotros, que bien se sentía, me estaba hundiendo en el deseo, era algo que nunca había experimentado

Era mi primer beso a los 22 años, ¿Era posible? pues claro, siempre estaba enfocada en mis estudios y jamás tuve interés por estas cosas y cuando lo intente experimentar por primera vez, salió mal, pero Kanie me hacía sentir segura, me gustaba como me hacía sentir, aunque al principio se comportó como un idiota y dejando mis pensamientos de lado, me separe de aquel beso

- Disculpa... tengo que volver adentro – dije con mis manos sobre su pecho y con la respiración muy alterada

- Dániel, sal conmigo 

Dijo viéndome a los ojos

- ¿Que?  

Pregunte algo confundida, pues no creía que alguien como Kanie querría salir con alguien como yo, era imposible a menos que fuera un patán igual que Tomas

- Me gustas Dániel, desde el primer momento en el que te vi, por favor... acepta salir conmigo

- Enserio agradezco que estés interesado en mí, pero... ya te dije que no me interesa tener una relación, me cuesta trabajo aun confiar en una persona que no solo quieren de mí una amistad

- Entonces me esforzare para que confíes en mi Dániel, realmente me gustas y te lo voy a demostrar 

Me abrazó 

- Te prometo que seré digno de ti, por favor, confía en mi Dániel

Le devolví el abrazo, eran muchas emociones las que sentía en ese momento y lo único que dije fue:

- Ya es tarde, vuelve a casa seguro, por favor 

Kanie me abrazo más fuerte

- No quiero dejar de abrazarte 

Yo tampoco quería dejarlo de abrazar

- Anda vuelve a casa, ya habrá tiempo para esto, lo importante es que estés seguro

- Contigo me siento seguro 

El corazón se me encogió al escuchar eso

- Por favor Kanie 

Le dije mientras pasaba mis manos en su espalda en forma de consuelo, me dejo de abrazar, acaricio mis mejillas y me dio un beso lento que volví a disfrutar

- Está bien, solo porque me lo pides tú, descansa Dan, nos vemos mañana

- Claro, hasta mañana, regresa con cuidado 

Dije mientras abría la puerta y decía adiós con la mano

Al entrar, mi cabeza estaba por explotar, habían pasado tantas cosas en una noche, me hacían un torbellino la cabeza

Primero el rencuentro estúpido con el idiota de Tomas, Kanie diciéndome que era más hermosa que todas las mujeres de la cena, Kanie y yo besándonos, ¿Qué sucedía conmigo? Y además no fue que me negara realmente, él era tan cálido, y además me pidió salir con él, Eso sí que era una locura, además, de que le gustaba desde que me vio, pero si apenas y nos conocemos como máximo hace 2 semanas

Era demasiada información que mi estúpido cerebro tenía que procesar, pero en el fondo mi corazón estaba demasiado contento de encontrar una persona que me hacía sentir segura y cálida

En mucho tiempo las únicas personas con la que me sentía segura era mamá y papá. 

Tomé una ducha, me vestí y me fui a la cama recordando las palabras tan lindas que Kanie había dicho de mí, era demasiada emoción, pero mañana será otro día.

 




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