Los Recuerdos De Dániel Grey

20. Primer Cita II

Cuando entre observe que los muebles eran antiguos, era un lugar muy acogedor, un lugar demasiado lindo, voltee a ver a Kanie, estaba observándome de nuevo, le sonreí y le dije:

  • Qué lugar tan lindo ¿por qué me trajiste aquí? 

Sonrió y esta vez no era la sonrisa vacía como en la cena en donde lo conocí, los ojos le brillaban, y era una sonrisa tan linda que me llego hasta el corazón, fui hacia él y le abracé la cintura

  • Gracias, por traerme a un lugar tan especial para ti, gracias, por confiar en mi 

Lagrimas se empezaban a asomar en mis ojos, al recordar la sonrisa tan vulnerable de Kanie, una sonrisa tan hermosa, ¿Qué había sucedido con él para que perdiera esa sonrisa ante los demás?

>Poco a poco Dániel, es demasiado pronto para preguntar, además, confía en ti< 

Kanie tomo mi cara y limpio mis lagrimas

- Cielo, no llores, no me gusta verte así

- Perdón, a veces no soy tan fuerte como creo

- Tu eres la persona más fuerte y valiente que conozco

Lo decía como si me conociera desde hace mucho, mi barriga empezó a rugir, arruinando el momento romántico y ambos empezamos a reír

  • Vamos te preparare algo de cenar 

Dijo tomando mi mano y dirigiéndonos a la cocina.

Preparamos un poco de espagueti y encontramos una botella de vino y decidimos cenar eso

En la cena hablamos de lo que nos sucedió durante la semana en la que no nos vimos, terminamos la cena y le dije que tenía que tomar una ducha, pero no traía nada, literal, estaba con la ropa de trabajo, me dijo que no me preocupara, trajo una maleta mediana y dijo que ahí había ropa cómoda para mí.

 Me dirigí a la ducha y revise la maleta y traía shampoo y cosas de aseo, empecé a ducharme y mientras lo hacía, recordé que decidí, que viviría el momento, pues mi padre tenía razón, no sabíamos cuando seria nuestro último momento con esas personas, así que decidí, disfrutar de cada momento que tenga con Kanie

Terminé de ducharme y me vestí con una camisa y pants de satén negro, me quedaba algo grande, pero era muy cómodo

Sali de la ducha y busque a Kanie, estaba recostado en la sala, estaba dormido, se veía tan lindo con ese aspecto relajado

Me acerque y lo vi muy detalladamente, empecé a acariciar su cabello, parece que también había tomado una ducha, después acaricie una de sus mejillas, se veía cansado, así que decidí dejar de molestarlo, en cuanto me levante, me tomo de la muñeca:

  • No te vayas 

Dijo muy despacio, me acerqué a él y le dije:

  • Tranquilo no iré a ningún lado, descansa

Le di un beso en la mano que me agarraba y se quedó dormido, fui a la habitación que antes Kanie dijo que era para mí, pero no se me hizo justo dejar solo a Kanie en el sofá, así que decidí ir por una sabana para él, y una para mí, lo cubrí con la sabana, y me quedé dormida en el otro sofá. 

 




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