Los Recuerdos De Dániel Grey

22. Alessandros Batoni

KANIE

Me desperté abrazando a mi novia, anoche la hice mía y yo me entregue a ella, aunque al principio no estaba muy seguro, me sentía indigno de ella, pero ella confiaba en mí y por un momento deje los fantasmas del pasado que me persiguen

Era demasiado delicada, ella me entrego su inocencia, sin duda no podría conocer una mujer en el mundo que igualara a Dániel, es única en todos los sentidos.

Me levanté muy despacio para no despertarla, y decidí darme una ducha y después bajé a prepararle el desayuno, esa misma tarde volveríamos de regreso a la ciudad y quería que Dániel este descansada y feliz.

Recibí un mensaje de un numero desconocido que decía:

>> Siempre estaré cerca de ti, así cambies de celular 100 veces, nos vemos pronto, Kanie <<

- ¡Joder! ¿Qué demonios quiere?

- ¿Sucede algo cariño? - Dijo mi bella novia

- Recibí un molesto mensaje de la prensa, es todo – no podía preocupar a Dániel, no quería que tuviera mis problemas vagando por su cabeza

- ¿Seguro? ¿Sabes que puedes confiar en mi verdad? – claro que lo sabía y me arrepentí de haberla engañado

- Si cielo, me enviaron este mensaje 

Le mostré la pantalla de mi celular y tenso su mandíbula, sus ojos se volvieron a un más oscuros, tenía una mirada fría, jamás la había visto así

- Kanie, hay que rastrear el mensaje, ¿Es la primera vez que te llega uno así?

- Si cielo, antes de que fueran a mi departamento, no tenía la más mínima idea sobre esto...me dijo mi gente que mi línea había sido intervenida y desde hace 1 mes ellos escuchaban mis llamadas

- Hay que investigar de quien viene ese mensaje y que es lo que quiere

- No cielo, no quiero involucrarte en esto, me quieren a mí y me las arreglaré

- Kanie no te dejare solo, si te quieren a ti, tendrán que luchar contra mi primero antes de que permita que te pongan una mano encima, estaré contigo en cada paso que des

Dijo acariciando mi mejilla

  • Kanie, no intentes alejarme de ti, pensando que con eso me vas a proteger, si te llegara a pasar algo... yo no podría soportarlo 

Sus hermosos ojos se empezaron a llenar de lagrimas

- Cielo, no llores por favor, prometo que no me pasara nada ¿sí? Pero por favor no llores 

Sequé sus lágrimas y le di un pequeño beso en la nariz y sonrió

– Te amo cielo

- Te amo Kanie y me beso

 

DANIEL

Mientras comía el delicioso desayuno que me había preparado mi novio, estaba perdida en mi mente ¿Qué querían de Kanie? Y lo más importante ¿Quién? No tengo ni la más mínima idea así que le pregunté

- ¿Tienes alguna sospecha de quien pudiera ser? – negó con la cabeza

Estamos en cero, si él no tiene la más mínima idea de quien era la persona que andaba detrás de él, distraída y comiendo despacio él dijo:

- Cielo, no quería verte como estas ahorita, por eso no quería decirte nada, quería que estuvieras tranquila y feliz

- Kanie – lo abrace – ha sido el mejor fin de semana en toda mi vida, estando aquí los 2 no podría ser mejor, además en un lugar muy especial para ti y ahora también para mí, no puedo creer que esto no sea un sueño.

- Cielo, gracias por aparecer en mi vida y hacer que cada día tenga ganas de vivir

Ese comentario me tomo por sorpresa ¿Qué había sucedido con Kanie en el pasado, como para ya no querer vivir? O yo ¿Estaba tomando su comentario muy enserio?

 

***

Regresamos a la ciudad, dentro del jeep me despedí de Kanie con un beso que empezó muy tierno y después se tornó muy apasionado, casi me dejo llevar y hacerlo ahí mismo, pero me controlé porque estábamos afuera de la casa de Antonieta.

Después entre a la casa y vi que estaban cenando y en la cena vi una persona más, un señor apuesto y noté que tal vez seria extranjero, no tan mayor podría decir que de la misma edad de Antonieta, Michael al verme se bajó de su asiento y fue corriendo hacia mí y gritando dijo:

- ¡Hermanita! – lo abrase y lo cargue

-Hola, campeón ¿Cómo estás? – se acercó a mi oído y susurro

- Parece que es el nuevo novio de mamá, dice que la trata como una reina, pero no me cae bien 

Sonreí, al principio creí que Michael estaba celoso, pero vi la cara de ese hombre, era cierto algo en su semblante era de dudar y no era como el de alguien enamorado que se queda embobado por la belleza de su pareja, si no, que se fijaba mucho en nosotros.

-Tranquilo campeón, déjamelo a mí, será nuestro secreto ¿ok? – le susurré

-Si – susurro en mi oído

Me acerque a la mesa aun cargando a Michael y lo dejé en su asiento para que siguiera comiendo

- Buenas noches, discúlpame por venir sin avisar Anto.

- No te preocupes Dan, llegaste en buen momento, quiero presentarte a Alessandro, Alessandro ella es mi hija Dániel 

Algo en ese hombre plantaba una semilla de duda en mí, me ofreció su mano en un saludo cordial y dijo:

- Un placer Dániel, soy Alessandro Batoni, tu madre habla maravillas de ti, eres un orgullo para ella

- El placer es mío Alessandro 

Definitivamente no anda bien, Anto no habla sobre mí, a menos que le pregunten

- ¿Dan quieres cenar? – dijo Anto

- Discúlpame, pero acabo de almorzar hace no mucho

- ¿Con alguna cita? 

¿Qué? Dije en mi mente, a este que le interesa, Anto y Mike se me quedaron viendo

- Claro con amistades y dígame Batoni ¿a qué se dedica? – dije tomando asiento en la mesa

- Soy italiano, vine por cuestiones de trabajo y en cuanto vi la belleza de tu madre, no pude evitar hablarle 

Anto se sonrojo, claro que a ella le gustaba ese hombre, y estaba en su derecho, llevaba 6 años guardando luto por la muerte de mi padre, era tiempo de que siguiera con su vida, pero ese hombre tenía otras intenciones, y no hablaba de solo echar un polvo con ella, si no de intenciones más oscuras, tenía que estar al pendiente de él, pues se estaba involucrando con mi familia




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