Pasó una semana más, según lo que me dijo el médico es que tengo un mes de embarazo aun en mi vientre no se nota nada.
Me encontraba con Athenea en mi departaento, ya que ella un día llego toda mojada por la lluvia y llorando, no le cuestione nada y deje que se quedara conmigo todo el tiempo que quisiera, estábamos almorzando pollo con papas fritas, cuando recibí una llamada era Kanie
**¿Si amor dime? **
**Hola que tal **
Era la voz de una mujer
**¿Disculpe quien habla? **
**Oh perdón por ser tan mal educada, un gusto Dániel soy... Bianca**
La sangre se me congelo
**Kanie está conmigo, de verdad me costó tanto, y después de tanto tiempo al fin está cerca de mi**
**¿Qué es lo que quieres? **
**Nada realmente, solo quiero pedirte que te olvides de él, es más, para que veas que soy muy buena persona dejare que te despidas de él, por qué será la última vez que lo veas ¿de acuerdo? **
Lagrimas salían descontroladamente
- ¿Qué pasa? – dijo Athenea en un susurro
**Te mandare la ubicación en un mensaje, nos vemos Daniel **
------------ La llamada termino-----------
Caí al piso de rodillas, pero Athenea me agarro amortiguando el golpe
- ¿Dan que sucede? ¿Dan que tienes? ¿Qué te dijeron?
- Tiene a Kanie, esa mujer tiene a Kanie
- Dan por favor tranquilízate, estas muy alterada no le hará bien al peque, tranquila - y me abraso – yo estoy contigo ¿Qué tenemos que hacer?
- No Athenea... esto es mi problema, quiere que valla a ver a Kanie por última vez ella... Ella se lo llevará
- Crees que te dejare ir sola a ver a esa mujer, claro que no, soy tu amiga y estas embarazada
- No Athenea
- Pero Dan
- ¡No! – le grite
- Dan... está bien, pero tienes un ser dentro de ti y es el hijo del hombre que amas, así que trata de calmarte ¿sí?
Llego el dichoso mensaje con la dirección
- Tengo que ir, promete que no me seguirás ¿entiendes Athenea?
- Lo prometo Dan – dijo en un susurro y de mala gana
- Bien
Tomé mi bolso las llaves de mi coche y fui a la ubicación
***
Llegue a la dirección, ya casi caía la noche, era un lugar lleno de bodegas en un muelle, al parecer no había nadie, aunque lo dudaba, llegue a una bodega que se encontraba entreabierta, y por instinto entre ahí, estaban 2 personas sentada en unas sillas amarrados de pies y manos y amordazados, identifique rápido que una de esas personas era Kanie, pero la otra...
Dios Tomas también, pero ¿Qué hace aquí?
- Daniel qué alegría verte, claro que ya te había visto antes pero no tan de cerca, pasa, pasa bienvenida - Dijo esa loca mujer con una sonrisa
Era una mujer casi pegándole a los 50, alta, cabello rubio, ojos verdes, y piel un poco bronceada y aun lado de ella Batoni... ese desgraciado
- Como te dije, te daré la oportunidad de que te despidas de Kanie, ya que, él es mío, lo amo y no permitiré que me lo quites
- ¡Acaso estás loca! él es una persona no un objeto que puedas poseer, además como te atreves a decir que lo amas después de hacerle cosas cuando sus padres no estaban, pensé que estabas loca pero realmente estas enferma - Dije gritando y con lágrimas en mis ojos
- Realmente no me importa lo que digas, te di la oportunidad de irte y olvidarte de Kanie, pero creo que seguirías siendo una molestia, así que mejor – dijo seria y recibiendo un arma que le estaba dando Batoni – ¿algo más que quieras añadir?
Volteé a ver a Kanie y vi que lloraba amargamente, cuanto odiaba verlo así
- Te amo
Fue lo que dije y después se escuchó un disparo...
#20415 en Novela romántica
#12959 en Otros
#3878 en Relatos cortos
amor verdadero, revelaciones y destinos, pasado doloroso amor familia drama deseo
Editado: 29.11.2021