El dolor estaba destrozando sus entrañas, no podía creer lo que estaba viviendo,parecia todo una pesadilla, quería cerrar los ojos para después despertar y ver a Adam a su lado otra vez...
-¡No! ¡¿Por que me haz hecho esto Adam?!- Gritaba en su habitación, se miro al espejo y comenzó a preguntarse ¿que tenía de malo? Tal vez para Adam, no había sido tan hermosa.
-Sara- su padre había entrado a su habitación con furia, la miraba con decepción- necesito que me digas, dime por favor que no te entregaste a él...-la voz de su padre contenía esperanza a pesar de toda la furia, entonces ella se hecho a llorar, por que se había entregado a Adam en cuerpo y alma y ahora debía afrontar las concecuencias de su estupidez.
-Yo...lo hice padre ¡por que lo amaba!-su padre apretó la mandíbula y con pasos decididos se acerco a su guardarropa, comenzó a sacar toda la ropa y se la arrojó a sus pies.
-¡Te iras! No quiero una hija mancillada.
-¡Por favor padre! ¡Te lo pido no lo hagas!
-Debiste ser más inteligente Sara- como no podía contener más su furia prefirió abandonar la habitación pero mando a los sirvientes a que hicieran las maletas de Sara, mientras ella estaba destrozada llorando en el suelo, sabía que había sido una estúpida...pero no sabía que el amor podía ser muy fuerte, tanto que sin pensar había entregado todo a un hombre que no lo merecía.