Después de haber asistido a la exposición Lili y yo nos comunicábamos más a menudo por medio de mensajes, era muy divertido conversar con ella. Después de ello comencé a ir todos los días a la cafetería y esperar por ella para ir a dejarla a su casa y de esa manera conocernos más. Sentí el impulso de invitarla a salir, aunque estaba nervioso pensando que me rechazaría, pero ella acepto.
Después de haberla invitado estuve pensando a donde deberíamos de ir, ya que no sabía que es lo que le gustaba, así que, llegue a la conclusión que sería mejor llevarla a uno de mis lugares favoritos, el parque de diversiones, suena muy infantil, pero vamos, para este tipo de juegos no importa la edad, o eso quiero creer. Así que, para hacerlo ver como una cita, decidí preparar la comida, después de todo estoy acostumbrado a ello, aunque no sabía si a ella le gustaría mi sazón, pero quise correr el riesgo.
Al llegar el día de nuestra cita me encontraba demasiado nervioso, pero tuve que calmarme, al principio pensé que a ella no le gustaría ese tipo de lugar, pero al ver su expresión en ese momento me di cuenta que ella era igual que yo, ya que tenía el presentimiento que nos la pasaríamos bien. Y no me equivoque, ambos estábamos demasiado emocionados al subirnos a los diferentes juegos mecánicos que no sabíamos ni qué hacer con nuestra emoción, nunca me había divertido de esa manera ya que Jack y Ethan eran un poco más serios (o eso es lo que decían, pero parecía que le temían a estos juegos), y no se subían a los juegos cuando veníamos ¿absurdo no? Después de haber estado en los juegos mecánicos, fuimos a comer, estaba nervioso por ver su reacción hacia el sabor de mi comida, pero ella lo expresaba de manera maravillosa que me sentí como todo un chef en ese momento. ¡Aaah! quería realizar una pintura de ella ya que hasta cuando comía se veía como una verdadera musa. Terminamos de comer y fuimos al show de baile y magia, ambos nos sorprendíamos con cada acto de magia realizado, parecíamos dos niños, aunque pensándolo bien, los niños que estaban a la par nuestra parecían más maduros que nosotros dos juntos. Cundo la lleve a su casa le entregue el regalo que había preparado, uno de mis libros favoritos, claro la autora también lo es, así que pensé que sería genial que ella lo leyera y que pudiéramos compartir opiniones acerca de ello, la vi tan emocionada por ello, que yo también me emocione.
Tenía las imágenes en mi cabeza de ella en cada uno de los diferentes escenarios a los cuales fuimos, no me pude contener y terminé pintando todo lo vivido ese día. Al darme cuenta de la hora decidí ir a la cafetería a tomar el desayuno y un café bien cargado, debido a que a causa de ello no pude dormir, cuando entré al lugar Lili me recibió, me di cuenta de las ojeras que tenía, quise reírme en ese momento, pero me contuve, después de todo, todo apunta a que yo fui el culpable de su desvelo, pero estábamos a mano ya que ella también fue culpable del mío. Al sentarme en el lugar de siempre, comencé a platicar con ella, ya que tenía un tiempo de descanso. Al parecer eso atrajo a sus amigos que se encontraban ahí también, no niego que estaba nervioso, asustado, confuso, está bien, exagero, pero con las únicas dos personas que había tratado en mi vida eran con Jack y Ethan. Al principio me sentí muy incómodo, pero poco a poco comencé a tomar confianza, después de ello llegamos al punto de bromear. Al parecer Lili estaba muy feliz por ello.
Pero de pronto su rostro se vio un poco desconcertado cuando entro esa persona con su novia, dándome cuenta de que se sentía incomoda con ese chico, y más aun con la chica. Carter y Ren los llamaron a mi mesa, en realidad el ambiente se puso sombrío, yo no sabía qué hacer ni que decir, además, parecía que Matt me quería matar. Pero me calme, ya que Ren hizo que ese ambiente disminuyera. Cuando Lili termino su turno, decidimos salir todos de la cafetería, tomando así cada quien su camino. Cuando la acompañe a su casa quería tratar de preguntar si Matt fue la razón por la cual ella lloraba en ese lugar, pero no quería que se sintiera incomoda, así que mejor me lo guarde y no la moleste por ello.
Pasados los días Lili y yo nos íbamos acercando más, incluso se había vuelto parte de mi vida el poder estar con ella, cada momento que pasaba junto a ella eran los mejores de mi vida, incluso compartíamos el mismo gusto por los libros de romance, pueden creer que es muy loco, pero son mis gustos. Así que de esa forma podíamos dar opiniones acerca de todos ellos. En ocasiones ella me mostraba todo tipo de expresiones, haciéndome feliz de esa manera. Comenzamos a salir a diferentes lugares. Pero en nuestra segunda salida, Lili fue quien decidió a donde iríamos. Estaba tan emocionado con ello que no me importaba si me llevaba al infierno, lo sé, mi sentido del humor es pésimo.
Al llegar el día de nuestra cita, pasé por Lili a su casa, ella cargaba con una canasta, así que decidí ayudarla. Comenzamos a caminar y de esa manera nos dirigimos a un gran campo lleno de flores y árboles, el lugar era hermoso, tanto que quería hacer una pintura de ello. Saco de la canasta una gran manta y la coloco encima del pasto a lo cual ambos nos sentamos, creí que íbamos a comer en ese momento, aunque estaba un poco desconcertado debido a que aún era muy temprano para hacerlo, pero Lili saco dos libros de la canasta, ambos de la misma autora y también con el mismo nombre, entregándome uno a mí, sin nada más que decirnos ambos comenzamos a leer, el libro era muy corto, así que nos llevó solo la mañana terminar de leerlo. Al finalizar con ello ambos teníamos sonrisas de idiotas en nuestros rostros, y comenzamos a alabar a los dos personajes de esa historia, quedando satisfechos con lo que habíamos leído, ambos nos sonreímos, después de ello saco varios platillos de la canasta, lo cual me sorprendió mucho, ya que no sabía que podía cocinar o al menos no parecía alguien que lo haría. Ambos comenzamos a comer y todo estaba delicioso, además, ella lo había preparado, me sentía en el paraíso en ese momento.