Los Recuerdos Que Tengo De Ti

CAPÍTULO 38

Lili dejo un gran vacío en mí, después de todo, ya estaba acostumbrado a ella, a su presencia, ahora solo era cuestión de dejar pasar el tiempo e irme acostumbrando a su ausencia, fue de lo más difícil para mí, en las mañanas era más fácil de asimilarlo ya que, me mantenía ocupado con la administración de la cafetería y con el cuidado de Alhelí, las noches eran las más difíciles, porque ella ya no estaba recostada a mi lado, su ausencia era aún más grande en ese momento y, el dolor también, en ocasiones me quedaba dormido y soñaba con ella, soñaba que aún se encontraba a mi lado, que podía tocarla y acariciarla, la escuchaba decir tonterías las cuales me hacían reír, podía ver su hermosa sonrisa, podía escuchar su voz recitando un poema de amor. La parte más dolorosa era al despertar y darme cuenta que era eso, solo un sueño, darme cuenta que ella ya no estaba ahí, darme cuenta que la extrañaba tanto, lo cual, en ocasiones, me hacía desear no despertar nunca más, quedarme dormido y seguir con ella en mis sueños. Después de desear todo ello, alhelí lloraba en el momento exacto, lo cual hacía darme cuenta que no podía hacer eso, después de todo, había alguien que me necesitaba, cada noche iba a su habitación y la llevaba a la mía, en ocasiones ponía la grabación de Lili cantando una canción de cuna, al escucharla ambos nos quedábamos dormidos, en otras ocasiones, para que dejara de llorar, le leía un libro, lo cual hacia que ambos nos entretuviéramos en ello, yo leyendo y, ella escuchando, a pesar del dolor que sentía por la ausencia de Lili, Alhelí era capaz de hacerlo desaparecer solo con su llanto.

Lili fue quien decidió el nombre de la bebe, ella lo escribió en la arena a lo cual asentí con la cabeza en ese momento, entendía del porque escoger ese nombre después de todo a ella le encantaban las flores, a pesar de que tenía tres tipos de flores favoritas escogió el nombre de mis flores favoritas. Y creo que ya entiendo por qué lo hizo. Cuando fui a registrar el nombre de Alhelí, recuerdo el relajo que armaron todos, porque todos querían ponerle el nombre que más les gustaba a ellos, lo cual, solo hacía que los viera con cara aturdida diciéndoles que yo era el padre y yo era quien le iba a dar su nombre, aunque claro, eso era mentira, después de todo fue Lili quien lo escogió, todos tenían cara de molestia en ese momento lo cual me hizo decirles

-si tanto quieren nombrar a alguien pues entonces ya empiecen a tener sus propios hijos-

Todos me vieron con odio en ese momento, o eso parecía, así que después de ello procedí a irme y registrar el nombre de Alhelí. Para ser sincero la bebe no molestaba demasiado como había leído en internet, bueno, decían que los bebes lloraban mucho y que era demasiado agotador hacerse cargo de ellos, al principio me asuste, porque no sabía que iba a ser de mí, me cuestionaba si podría ser capaz de cuidarla, pero al parecer no todo lo que encuentras en internet es real, Alhelí no molestaba para nada, bueno, a excepción de las noches que para ser sincero estaba agradecido con ello, después de todo, de alguna u otra forma me hacía sentir mejor.

Me costó demasiado aprender a cambiar los pañales, siempre los dejaba mal puestos, así que, Sara tuvo que enseñarme varias veces, aunque al principio a ella también le costaba, mi madre tuvo que enseñarnos por varios días acerca de ello, pero Sara lo domino más rápido que yo. Cada vez que cambiaba el pañal de Alhelí recordaba las veces en las que fuimos al curso de cuidados de bebes con Lili, nos pusieron a cambiarle pañal a un muñeco y ambos no podíamos, recuerdo que no aprobamos esa clase y la instructora nos regañaba, lo mismo paso cuando nos tocó bañar al muñeco, ambos teníamos miedo de ahogarlo así que, no sabíamos cómo hacerlo, a pesar de que la instructora nos dio los pasos para hacerlo, lo hicimos mal, la cara de la instructora era de decepción como diciendo “pobre del bebe que tengan que cuidar” ambos estábamos decepcionados de nosotros mismos. Y para ser sincero seguía siendo malo en ese tipo de cosas, la madre de Lili fue en varias ocasiones a bañar a Alhelí y también hacia que yo comenzara a hacerlo, poco a poco, claro que también Sara estaba aprendiendo a hacerlo, después de todo ella era la más emocionada con ello. Lo más fácil fue la preparación de su biberón, bueno después de todo era como cocinar, o algo así. Y también creí que se me complicaría darle el biberón, pero no fue así, pude abrazarla correctamente y darle la cantidad correcta, aunque el problema era Sara siempre terminaba molesta conmigo porque no dejaba que ella lo hiciera siempre, ella quería monopolizar a Alhelí así que, era mejor ignorarla.

Ren Carter, Jack y Ethan iban con frecuencia a la casa, le llevaban regalos a Alhelí cada vez que iban, vamos, si siguen así, se va a inundar la casa de puros juguetes, aunque después de un tiempo dejaron de llevar juguetes y comenzaron a llevarle ropa, lo cual, me parecía un tanto sospechoso, hasta que Sara hablo:

-si se te hace extraño, en realidad, yo les recomendé que le comenzaran a traer ropa, pero ahora lo hacen con más frecuencia porque cuando van a las tiendas de ropa de bebe pueden ligar con las chicas que se emocionan por ello-

Ya veo, así que es por eso, están usando a Alhelí de excusa para poder ligar, al parecer no va ser buena idea darles a la bebe a estos sujetos, ya no podrán salir a pasear con ella, los cuatro me voltearon a ver con cara de decepción. Todo estaba muy bien hasta que en una ocasión Alhelí se enfermó, le dio fiebre y no dejaba de llorar, yo entre en pánico, no sabía que pasaba, así que llame a la única persona que podría saber qué hacer. Matt me dijo que era mejor no sacarla de la casa y que el vendría aquí, comenzó a examinarla diciéndome que no era nada grave, que con los goteros recetados ella iba a estar mejor, lo cual hizo que me sintiera aliviado. Después de ello Matt comenzó a venir a casa para poder revisarla y así no enfermar de nuevo, estaba agradecido por ello. Al parecer comenzó a encariñarse con Alhelí que ahora también frecuenta la casa constantemente y también, le trae regalo, en serio, no sé dónde voy a meter todos esos juguetes, además, Alhelí todavía era pequeña para jugar con ellos.




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