CAPÍTULO 39

Iban pasando los años y Alhelí iba creciendo con ellos, me gustaba jugar con ella, después de todo tenía un montón de juguetes, pero en muchas ocasiones prefería los libros, en ocasiones la llevaba al parque a jugar o a veces se ponía a leer, le gustaba hacerlo en lugares llenos de naturaleza. Además de ello le encantaban los helados, aunque creo que esto es algo normal en los niños. A veces me ayudaba en la cafetería, es mentira, no me ayudaba, en lugar de ello complicaba más las cosas debido a que se ponía a regar la harina en todos lados, pero aun haciendo eso, me parecía la niña más linda y tierna del mundo, aunque Shin me regañaba si la consentía mucho, pero vamos, no podía evitar hacer eso, después de todo, en ocasiones, sentía que le hacía falta su madre, además, no ayudaba mucho el hecho de tenia puros tíos y yo era su única tía.

Cuando Alhelí aprendió a leer y a escribir se la pasaba leyendo libros todo el día en su cuarto, claro, antes tenía que ir a la escuela, comer y hacer su tarea, para ser sincera, me preocupaba por ello, ya que no sabía si hacia eso por la ausencia de su madre, comencé a decirle a Shin que algo no estaba bien, pero él decía –que dices, creo que eso es de lo más normal, después de todo los libros son interesantes y al parecer ella tiene muchos que leer- ¡hey! Vamos, es una niña de siete años que tan normal es eso, se supone que debe de estar jugando con sus amigas y no encerrarse en la biblioteca, (así es como le llamo a la habitación donde están las pertenencias de Lili) a leer. Por qué vamos, eso no es normal al menos en una niña. Pero Shin no le tomaba mucha importancia en lugar de ello parecía orgulloso de Alhelí.

Para ser sincera estaba preocupada por ello así que decidí entrar a la biblioteca y hablar con Alhelí, al abrir la puerta pude ver a la niña absorta en los libros que al parecer ni siquiera escucho cuando la llame, me fui acercando poco a poco donde se encontraba, y esa niña estaba sonriendo, tenía la sonrisa como la de las niñas que veía jugar al te o a las muñecas, así, decidí mejor alejarme de ahí y dejarla que siguiera disfrutando de su lectura al parecer esta niña será peor que Lili en cuanto a los libros se refiere.