Los Recuerdos Que Tengo De Ti

CAPÍTULO 40

Para la celebración del cumpleaños de Alhelí desde su primer año comencé a sembrar una flor diferente en el jardín trasero, por supuesto, la primera fue una flor de Alhelí, la cual aún sigue floreciendo de manera hermosa, la segunda fue un Lirio, en su tercer año fueron tulipanes, cuarto año fueron claveles, quinto año fueron azucenas, en su sexto año sembré orquídeas pero estas solo duraron un corto tiempo, sexto año fueron pensamientos, su séptimo año fueron hortensias y en su octavo año Alhelí escogió un girasol diciendo que quería uno de ellos en el jardín, ella comenzó a ayudarme a sembrar las flores desde los cuatro años pero esta era la primera vez que ella escogía una, así que le dije que en los años próximos ella elegiría las flores que quisiera que sembráramos, esto era lo primero que hacíamos al levantarnos, sembrábamos las flores en el jardín para la celebración de su cumpleaños y asimismo también, sembrábamos flores alrededor de un pequeño árbol que sembré cuando Lili falleció para recordarla desde siempre, las flores que sembraba alrededor de este pequeño árbol eran sus favoritas así que Alhelí y yo la recordábamos y la teníamos aún más presente en este momento, a lo cual estoy seguro que está feliz que en lugar de cortar las flores para llevar a su tumba las plantamos haciendo que estas vivieran junto con su recuerdo.

En cada cumpleaños todos venían a la casa a celebrarlo, preparábamos comida, Alhelí y Sara se encargaban del pastel, bueno, se supone que era su cumpleaños pero a ella le encantaba ayudar en la cafetería y preparar postres, así que no podíamos negarnos a que lo hiciera después de todo se veía tan feliz, las amigas de Alhelí también venían y siempre se iban al jardín a tomarse fotografías, creo que ese era el lugar favorito de esta casa de esas niñas, siempre que venían a visitarla era al primer lugar al que acudían, después de ello se iban a la cafetería a molestar a Sara.

Los años iban pasando, Alhelí seguía creciendo, convirtiéndose en una señorita, el parecido que tenía con Lili era demasiado grande, y era de esperarse, después de todo ella es su madre, además, le encantaba leer tanto, en una ocasión dijo que le gustaría que hubiera algún libro con tal y tal trama, le entregue un libro que Lili tenia a escondidas diciendo que tal vez ese libro la podría satisfacer, Alhelí sonrió y se encerró en la biblioteca o bueno es así como Sara le llama, ya nos acostumbramos a ello que ahora le decimos todos así. Cuando Alhelí terminó de leerlo me dijo que se convertiría en escritora, lo cual me sorprendió, ya que debido a su gran amor por la repostería creía que se convertiría en repostera profesional, pero al parecer no era así, claro estaba que la apoyaría en la decisión que tomara, después de todo ella tiene que elegir que quiere hacer y cómo quiere vivir.

Alhelí poco a poco se fue convirtiendo en una señorita que iba alcanzando todo lo que se proponía en la vida, estaba rodeada de personas que le ayudaban en su diario vivir, su familia y amigos siempre estuvieron ahí para ella. Cuando en ocasiones quería rendirse debido a que sus escritos no eran aceptados, sus amigas fueron su gran apoyo, y eso me hacía sentir feliz, saber que ella supo escoger a sus amistades con las que siempre iba a poder contar. Puedo decir que ellas fueron la razón para que ella llegara hasta donde está. Después de tantos años de esfuerzo y dedicación por fin logro que publicaran su primer libro. El día de la publicación decidimos todos comprar una copia de él y así mismo celebrar por ese gran logro. Todos vinieron a esta casa, había música clásica de fondo, después de todo, era de la que más disfrutaba Alhelí, se escuchaban las risas de las personas que asistieron a la celebración, vi a Alhelí sonreír, se veía tan bella en ese vestido y su gran sonrisa la hacía ver como la viva imagen de su madre. No podía evitar sentirme orgulloso de ella, de repente una lagrima recorrió mi mejilla haciéndome sonreír después de todo no pude evitar decir: “lo hicimos, criamos a nuestra hija de la forma correcta, es por ello que la podemos ver sonreír ahora”. En muchas ocasiones recibía palabras duras de las personas diciéndome de que yo solo no podría criarla, a lo cual, en mis pensamientos, siempre decía que no la estaba criando sola, Lili también estaba ahí, siempre decían que sin una madre la niña iba a tener problemas en la escuela o en la sociedad, pero eso no era cierto, después de todo Lili siempre estaba con ella, es por esa razón que ahora me siento orgulloso que ambos hayamos podido hacerlo, el que Alhelí sea feliz ahora es una prueba de ello.

Después de la celebración por la publicación del libro de Alhelí, no pude evitar el querer ir a la playa, pero en esta ocasión quería hacerlo yo solo, por lo general siempre que iba me llevaba a Alhelí conmigo, pero en esta ocasión quería un momento a solas con Lili en ese lugar maravilloso que ambos seguimos atesorando, decidí llevar nuestra manta. Al llegar al lugar estaba tan hermoso como la primera vez que ambos fuimos, coloque la manta en el lugar de siempre y me recosté en ella, puede que suene loco, pero llegue a sentir que ella estaba conmigo en ese momento, cuando observaba ese cielo estrellado no podía evitar reír, recordaba todos los momentos que pasamos en este lugar, además de ello, imágenes venían a mi mente de todos los lugares a los que fuimos y como nos ocurrían diferentes cosas haciendo más divertidos nuestros paseos. Después de un momento me levante de la manta y decidí caminar por la orilla de la playa, en ese momento sentí algo que golpeo mi pie, al bajar la mirada pude ver una botella de vidrio la cual recogí, la botella llevaba una nota en ella, mis lágrimas comenzaron a brotar de felicidad, diciéndome de que al fin volvió a aparecer, aunque claro, aún no sabía si era la nota que escribí yo o escribió Lili, incluso, puede que no sea de ninguno de los dos. Después de calmarme un poco quite el corcho de la botella y tome la pequeña hoja doblada en mis manos, comencé a desdoblarla cuidadosamente, dentro de ella venia una micro, ¡eeeeeh! ¿Por qué la hoja está en blanco? Estaba confundido, tal vez, esta no sea la botella que Lili lanzo al mar.

Para salir de dudas, tome la micro y la  ingrese a mi celular,  me recosté nuevamente en la manta, tome los audífonos y los coloque en mis oídos, al escuchar la primera palabra no pude evitar derramar lágrimas, mientras más seguía escuchando no podía evitar sonreír, así como tampoco podía evitar las lágrimas, este sentimiento es tan extraño está lleno de felicidad pero a la vez hay tristeza, no se puede explicar, cada una de las cosas que vivimos juntos en esos momentos, eran los más felices, ahora que se han quedado como recuerdos, estos se convirtieron en una mezcla de sentimientos, lo cual es tan extraño, así es como se sienten los recuerdos que tengo de ti. Seguí escuchando la canción, le subí más volumen a los audífonos, yo seguía sonriendo sentí que la tenía a mi lado en ese momento y no pude evitar decirle:




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