Los Sallow [sangre Oscura #1]

Capítulo 5

Capítulo 5: "Apoyo" de hermanos.

La jornada en la universidad termina y quiero acariciarme el cuello con un cuchillo por la cantidad de trabajos que tengo que hacer. Cuando uno es pequeño, cree que la universidad es como en las películas, que se la pasa de fiesta y ni siquiera toca un cuaderno en todo el semestre, pero la realidad es que la universidad es una chupa vidas.

—¡Ya quiero que sea sábado! Tu fiesta va a ser inolvidable —chilla Jade sacándome de mis pensamientos suicidas, asiento en automático a lo que me dice.

>> ¿No estás emocionada?

—Si.

—Ya mucha gente me ha confirmado que asistirá, aún tengo que comprar más vasos para el alcohol —dice con una sonrisa ladina y yo la observo incrédula.

—¿Alcohol?

—Claro, una fiesta no es fiesta si no hay alcohol de por medio —se encoje de hombros. Entrecierro mis ojos hacia ella.

—Espero que puedas lidiar con los borrachos.

—Obvio —dice con suficiencia—. Tú no te preocupes mi rubia, lo más importante es que tú te diviertas.

Asiento, resignada a que tendré que asistir a mi fiesta de cumpleaños. Si por mí fuera, les diría que celebren sin mí, que la pasen bien y se diviertan sin la cumpleañera. El hecho de estar rodeada de mucha gente me causa jaqueca.

Avanzamos en silencio hasta el auto de los gemelos y Jade se despide de mí para ir a tomar el bus, ingreso al auto y ambos se encuentran muy callados, sé que hoy es un día difícil para los tres.

—¿Quieres que le llevemos flores? —hablo por primera vez y Deneb aprieta el volante un tanto incómodo, mientras que Deimos asiente, con la mirada perdida en el estacionamiento.

Deneb arranca y conduce hasta la zona céntrica del pueblo, en todo el camino ninguno se atreve a pronunciar palabra alguna, esto nos afecta mucho más de lo que creía, en especial a Deimos, que no volvió a ser el mismo desde esa noche.

Aparcamos en una florería cualquiera y Deimos se baja para ingresar a esta, Deneb y yo sabemos que tenemos que quedarnos dentro del auto.

—¿Cómo estuvo hoy? —le pregunto a Deneb quien no oculta una mueca triste.

—No asistió a ninguna clase, no sabía dónde estaba metido y cuando lo encontré, le reclamé... y me mandó a la mierda.

—Es entendible...

—No.

—¿No qué?

—No lo justifiques, Aly –tiene razón, ya han pasado cuatro años y aún no supera lo que pasó.

—No lo quiero justificar, pero... somos sus hermanos, debemos apoyarlo —suspira estruendosamente mientras se desordena esa mata de cabello rubio.

—¿Y hasta cuándo debemos apoyarlo? ¿Hasta que tenga cincuenta años? —se calla abruptamente en cuanto ve a Deimos salir de la florería con un ramo de rosas negras.

Ingresa al auto y el silencio vuelve a reinar dentro del vehículo, Deneb conduce hasta la mansión y después de dejar el mercedes en el garaje, los tres caminamos hacia el extenso patio de nuestra casa, o más bien, lo que funciona como fosa común.

Deneb y yo caminamos detrás de Deimos hasta que este se detiene frente a la única lápida que se encuentra en medio del patio.

Katherine Black

1993 – 2011

Me convertí en una hermosa melodía.

Dice el epitafio de la persona que fue muy importante para Deimos, puedo jurar que esa chica de baja estatura, cabello negro y ojos grises, cambió completamente la vida de mi hermano.

Para siempre.

Empezando por el hecho de que nuestro patio es como un cementerio general, ya que aquí enterramos a todas las personas que asesinamos, el olor no es un problema, pues el ácido clorhídrico hace más rápido el proceso de descomposición. Katherine es la única chica que fue enterrada en una tumba y tiene una lápida.

Definitivamente, nunca olvidaría esa noche de mi cumpleaños número dieciséis. En vez de terminar soplando velas, terminé ayudando a mis dos hermanos mayores a conseguir una tumba y mandar a hacer una lápida.

Deimos se encuentra rígido frente a la lápida y cuando menos lo espero, un fuerte sollozo sale de él y cierro los ojos porque no puedo verlo llorar, en nosotros es casi imposible derramar alguna lágrima en un momento de dolor, se supone que nacimos para hacer sufrir a la gente, no para sufrir nosotros.

Me insto a abrir los ojos y Deimos ahora se encuentra de rodillas, llorando desconsoladamente mientras aferra sus manos a las rosas negras, su cuerpo se estremece fuertemente por los espasmos, es una imagen desgarradora.

—Perdóname musa, perdóname —musita en medio del llanto y yo me arrodillo junto a él colocando mi mano en su hombro.

—No fue tu culpa —le digo en un susurro, pero él no deja de llorar.

Deneb suspira estruendosamente y volteo para dedicarle una mirada de reproche, pero niega con la cabeza y se da la vuelta para adentrarse a la casa.

—No puedo vivir sin ella, Aly, no puedo —me dice viéndome a los ojos sin dejar de sollozar.

No digo nada porque la verdad es que no sé qué decir, nunca había visto a alguien sufrir tanto por una persona.

Especialmente un Sallow.

Nunca llegué a entender muy bien lo que mi hermano sentía por Katherine, pero tuvo que haber sido muy fuerte como para que después de cuatro años, él siga llorando por ella.

Deimos no supera a Katherine.

Deimos se culpa por la muerte de Katherine.

Deimos no es el mismo desde la noche en que todo ocurrió.

---

Nota: No tienen idea de como sufre mi bebé :(

Luego de este libro saldrá el 0,5 que es la historia de Deimos y Katherine, sé que este cap estuvo cortito pero era necesario para que lo conozcan mejor. Recuerden que la saga gira en torno a la vida de cada uno de los miembros de esta familia.



#17184 en Otros
#2787 en Acción
#27303 en Novela romántica

En el texto hay: romance, accion, accion drama

Editado: 12.06.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.