Los Sallow [sangre Oscura #1]

Capítulo 6

Capítulo 6: Una fiesta “Sorpresa”

[3 de Octubre del 2015, sábado]

—Te vez tan ridícula —se burla Deneb mientras le dedica una mirada despectiva a Adhara.

—Vete a la mierda —espeta ella, decide ignorar el desdeñoso comentario de nuestro hermano para continuar apreciando frente al espejo, el hermoso vestido rojo que lleva puesto.

Sé que cuando papá la vea, no solo le va a dar un infarto, sino tres. El vestido es demasiado escotado y se ajusta a su fino cuerpo, la verdad es que le queda increíble y resalta en la blancura de su piel.

En este momento nos encontramos todos en mi habitación, Deneb está recargado en el marco de la puerta, Adhara no deja de mirarse en el espejo y Deimos se encuentra acostado junto a mí mientras juguetea con mi mano izquierda y de vez en cuando me pellizca.

—¿Ya están listos? —pregunta mamá adentrándose a la habitación, su rostro de felicidad cambia por una mueca de horror al vernos a los gemelos y a mí sin la mínima intención de arreglarnos.

Se supone que hoy es el gran día, al fin tendría una fiesta de cumpleaños y la verdad no tenía ganas ni de asistir, pero haría esto por Jade y solo por ella.

>> Aly, Jade me llamó para decirme que los invitados ya estaban llegando y tú ni siquiera te has bañado.

—Ya voy —abandoné mi cama para caminar lentamente hasta mi baño.

—Ustedes dos, a alistarse —les dice a los gemelos quienes no tardan en desaparecer de mi habitación—, mi niña te ves preciosa —alaga a mi hermana quien ya está empezando a aplicarse maquillaje.

Trato de no tardarme mucho en el baño, salgo envuelta en una toalla y me encuentro a Adhara organizando su maquillaje en mi tocador.

—Ni lo sueñes –advierto cuando noto las macabras intenciones que tiene.

–Aly no seas así, déjame maquillarte por favor por favor —une sus manos en modo de súplica mientras hace un puchero gracioso.

La idea de ponerme polvos en la cara no me agradaba en lo absoluto, aduras penas los había usado esa semana para esconder los moretones que me habían dejado esos tipos, pero ya no se notaban tanto y además, no me maquillaría para ir a esa bendita fiesta.

—No —demando, pero ella se encoge de hombros y sigue organizando sus brochas, sombras y un montón de cosas más.

—No me importa que te resistas hermanita, de todas formas lo haré —ruedo los ojos y decido rendirme para que deje de joder.

Observo por última vez el vestido que Jade y yo habíamos comprado para mí el día de ayer, es demasiado sexy para mi gusto. Alejo esas ideas de mi cabeza y me lo coloco antes de arrepentirme, cuando Adhara se voltea a verme, sus ojos se abren en demasía.

Wow, Aly te ves bellísima —asiento mientras mantengo mi rostro de disgusto y me acerco lentamente hacia el espejo de cuerpo entero.

El vestido es negro, de una sola manga y lleva lentejuelas del mismo color por todo este, me siento como una bola de espejos, esas que ponen en las discotecas, solo que de color negro. Es suelto de la cintura para abajo y llega hasta un poco más arriba de mis rodillas. Me miro en el espejo por varios segundos, siento como si estuviese robando la identidad de otra persona porque definitivamente este no es mi estilo.

Adhara me toma por los hombros con delicadeza y me conduce hasta el asiento del tocador.

—Bien hermanita, vamos a dejarte guapa —conecta la secadora apuntándola hacia mi cabello que se encuentra mojado, pasan los minutos y me limito a cerrar los ojos porque tengo mucha pereza.

Al rato, dos golpecitos en mi cabeza me hacen reaccionar y me encuentro a Adhara sonriendo con burla en el reflejo del espejo.

—¿Qué pasa? —pregunto y ella estalla en una carcajada.

—Te quedaste dormida mientras secaba y planchaba tu cabello —me observo con detenimiento en el espejo y efectivamente, mi cabello se encuentra seco y bien planchado.

Me encojo de hombros y mi hermana prosigue con el maquillaje, me encuentro conforme con el resultado ya que lo hizo lo más natural posible pero con un labial rojo que resalta entre mi pálido rostro. Me pongo de pie y me dirijo hacia el closet para calzar mis pies con unos tacones rojos no muy altos, me doy una última mirada en el espejo y la indecisión en mi rostro es evidente.

—No Aly, es muy tarde para arrepentirse, andando —Adhara me empuja para que salga de mi habitación y bajamos las escaleras juntas.

La reacción de mis padres y mis hermanos es digna de una fotografía. Mamá suelta una alarido de emoción, papá parece estar buscando algo con que tapar a Adhara, Deneb intenta ahogar una carcajada con su mano y Deimos es indiferente a todo lo que sucede a su alrededor.

—Se ven hermosas —chilla mamá mientras nos observa de pies a cabeza.

—Ni se te ocurra jovencita, no irás así a ningún lado —todos nos sorprendemos cuando papá le avienta una manta a Adhara para que se cubra.

¿De dónde la sacó?

—Ay papá, no empieces —se queja mi hermana mientras le pasa la manta a Deneb y este se la pasa a Deimos, quien la deja caer en el piso.

Estrellita… tapate un poco —Adhara está por responder cuando la carcajada que suelta Deneb nos hace enfocarnos en él.

Estrellita tierna pasó a ser estrellita sexy —papá quiere matarlo con la mirada y Deimos esboza una pequeña sonrisa.

—Idiota —masculla entre dientes mi hermana. Lo único que quiero es acabar con esto de una buena vez.

—Déjenme tomarles una foto, se ven muy guapos los cuatro —reparo en el vestuario de mis hermanos y efectivamente, llevan una camisa blanca que se pega a sus esculpidos torsos y unos pantalones de tela azul marino, llevan zapatos elegantes y esos relojes carísimos que se compraron con el dinero de nuestro último trabajo.

Nos colocamos en fila y posamos para la foto, Deneb y Adhara sonríen mientras que Deimos y yo no ocultamos el desagrado en nuestros rostros. Mamá asiente satisfecha luego de tomar como cincuenta fotos, ya se me estaba empezando a acalambrar el rostro.



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En el texto hay: romance, accion, accion drama

Editado: 12.06.2021

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