¡Por la Diosa Luna! Me he salvado.
Ahora tengo que pensar muy bien este embrollo, dije que Stefan me esperaba en la plaza, y ¿Qué hago llegando con mi nana? Piensa, piensa… la única manera es que Stefan me cubra y espero que lo haga. Ahora si tenía miedo.
¡Cuando el rio suena es porque piedras trae! Asumir mis consecuencias.
-Amiga me voy, hablamos más tarde, yo te llamo- dije apresurada dejando a una mejor amiga sin palabras, pues corrí para alcanzar a mi nana en la frutería.
Por fin con ella.
-Madreee- hable con la voz agitada –te ayudare con las frutas- ella me miro con sospecha, y si me descubrió, sabía que había inventado una excusa para salir de la mansión.
-¿a quién metiste en problemas?- me hablo de lo más tranquila, escogiendo las frutas más maduras del estante del kiosco.
-¡ay! Nana lo siento- empecé hablar rapidito –dije que Stefan me estaba esperando en la plaza, y es que quería salir un rato de la mansión- mi ritmo al hablar era rápido, mi nana me vio tratando de entender lo que decía –ahora no sé donde esta stef para que me cubra y mi papa, alexter y el hermano numero 2 me van a matar- finalice tratando de calmar mi respiración.
-Sabes que no debes mentirle a tu papa y hermanos, la confianza es lo más importante- es verdad, mi nana tenía razón, no debí mentir solo por salir así nomas. Me sentía mal y asumiré mis consecuencias.
-asumiré mis consecuencias madre, un castigo del milenio- mi nana rio por eso último, a la final tenía un chiste para todo.
-tranquila, ven ayúdame con las frutas para irnos a la mansión- ayude a mi nana con el mercado y a esperar lo que se avecinaba con aquellos tres. Lo bueno de mi nana es que me hacía ver las cosas de frente y me daba valor para enfrentarlas por muy insignificante que fueran los errores, por eso la amaba con todo mi ser.
-te amo madre- la abrace muy fuerte –no sé que haría sin ti- ella me abrazo mas fuerte aun.
-te amo mas- sus pablaras transmitían amor y ternura –eres la niñita de mis ojos-. La abrace