La tome en mis brazos y la lleve a su habitación, la arrope y cerré la puerta.
Fui a la habitación de mi hermano
-¿sentiste la conexión con ari?- fui directo al grano, quería saber si aun seguían esas conexiones. Me miro y por su mirada creo saber la respuesta.
-Si stef, no sé porque cuando la tengo cerca tengo esa sensación que no es normal- yo lo entendía, y también lo apoyaría sea lo que sea que le estuviera pasando con nuestra hermana.
-Aranza también siente lo mismo que tu- no mostro gesto de sorpresa o algo, por lo que supuse lo obvio.
-¿no te han dicho que es malo escuchar las conversaciones ajenas?- rio por mi comentario.
-No, no me han dicho- reí por eso. Ambos rompíamos esa regla, en la única parte donde no se podía escuchar las conversaciones era en el despacho de nuestro padre, había colocado unas barreras con magia en las paredes que no permitía que ningún súper oído lobuno escuchara, así fuera el alpha más alpha, no se podía escuchar absolutamente nada. Al menos que seas de la realeza, como nosotros, podíamos escuchar pero respetábamos los asuntos de reunión de nuestro padre.
-Y aun no te llega tu mate, estamos como salado hermano- desvié el tema de la conexión, a ver si me comentaba algo al respecto. Y negó con la cabeza.
-No, ni un olor ni una esencia ¿Y tú que me dices?- negué también, pues nada de olor ni esencia para mí. Alexter me miró algo extrañado
- Sabes, antes de escuchar tu conversación con Aranza, ella le dijo a la nana ¿Cómo su mate la iba a encontrar si el brazalete le oculta su olor?- no lo había pensado, padre había sellado el colegio con magia por su olor humana, y a decir verdad el brazalete también cumplía con lo mismo. Solo nuestro padre, alexter, Aranza, nana y yo sabíamos sobre el sello y el brazalete.
-pensándolo bien, es verdad como podría su mate encontrarla si su olor es oculto- alexter hizo un gesto de molestia, como que no le gustaba que ella tuviera un amor a su lado. Nosotros la celamos, pero cuando se trata de su mate sabemos que es su amor por la eternidad.