CAPITULO 8
ARANZA
Vi correr a mi hermano en dirección hacia al bosque y fui corriendo detrás de él, necesitaba saber su gran estado de furia. Corrí lo más rápido, pero él era mucho más rápido que yo. ¡Aun así no me detuve!
-ALEXTEER ESPERAME- gritaba, para que me escuchara y se detuviera, pues no tenía la misma velocidad que el. De repente me he caído.
Era de esperarse, correr con tacones y en un bosque lleno de tierra, ramas no era buena idea. Le he perdido de vista.
-¡AYY! Duele- me había lastimado la rodilla, me había hecho un raspón debido al enredarme con unas ramas que descendía de un gran árbol, me levante como pude y me senté junto al árbol recostando mi espalda en el.
-ALEEXTER AYUDAME- gritaba en llanto, pues estaba sola y me ardía la herida que no he querido ver. Sentía miedo, el bosque era inmenso, jamás había salido más allá del valle. De pronto vi un lobo frente a mí y mis latidos iban en aceleración ¡Era un enorme lobo azabache!
-¿alexter eres tú?- interrogue al enorme lobo frente a mi parado en cuatro patas, el asintió con su cabeza. Acerco su hocico a mi pierna como captando un olor y si era un poco de sangre, sus ojos se tornaron tristes, eran de color azul cielo, eran perfectos sus ojitos en su forma humana y lobuna.
-tranquilo, no es nada solo es un raspón- me acerque a él olvidándome del ardor en mi rodilla y lo abrace –lo siento, no quería hacerte enojar- pegue mi cabeza a su cuello, como si abrazara a un peluche –perdóname alexter, no sé porque cuando estoy contigo siento una corriente electica, nervios, celos, deseo- me desahogue, no aguante mas.
De repente ya no abrazaba a un lobo enorme, sino a un alexter sin camisa que no me había percatado de su cambio de lobo a humano.
-¿Qué fue lo que dijiste Aranza?- me pregunto sorprendido de mi confesión hacia mis sentimientos por él.
-Que te amo alexter pero no sé si como un hermano o como algo mas- dije con la mirada triste, no entendía esto.